Rousseff negocia con un partido envuelto en la corrupci¨®n

De los 51 pol¨ªticos en activo investigados por participar en la trama de sobornos de Petrobras, 32 son del Partido Progresista (PP). La formaci¨®n brasile?a, heredera de la dictadura militar, est¨¢ involucrada con frecuencia en esc¨¢ndalos pol¨ªticos, pero aun as¨ª est¨¢ a punto de convertirse en el principal aliado del Gobierno de Dilma Rousseff en el Congreso de Brasil y de heredar el ministerio m¨¢s rico del pa¨ªs, el de Salud.

Con la salida del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) ¡ªel mayor aliado del Gobierno¡ª, anunciada el pasado martes, la presidenta Dilma Rousseff conf¨ªa en esta nueva alianza para tratar de salvarse de la destituci¨®n. Y se plantea ofrecerle al PP m¨¢s de un ministerio.

Quienes apoyan la ca¨ªda de Rousseff, que enfrenta un proceso de destituci¨®n, tambi¨¦n tienen abierta una campa?a para seducir al Partido Progresista. El PP tiene 49 diputados en el Parlamento brasile?o, la cuarta mayor cantidad de la C¨¢mara, detr¨¢s del PMDB, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB).

En esta situaci¨®n, el PP se ha convertido en el trofeo m¨¢s codiciado en la crisis pol¨ªtica, y se comporta como tal. La formaci¨®n convoc¨® una reuni¨®n para debatir si romp¨ªa o no con el Gobierno del PT. Un grupo de insatisfechos amenaz¨® con abandonar definitivamente a Rousseff y entregar el ¨²nico ministerio que tiene, el de Integraci¨®n Nacional, pero los principales l¨ªderes lograron ganar tiempo y pospusieron la decisi¨®n al 11 de abril, es decir, d¨ªas antes de la fecha en la que est¨¢ prevista la votaci¨®n del proceso de destituci¨®n en el Parlamento. Hasta el expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, el articulador pol¨ªtico de Rousseff, que no tiene ning¨²n cargo en el Gobierno, ha intervenido para calmar los ¨¢nimos, e incluso ha puesto sobre la mesa el nombre del diputado Cac¨¢ Le?o, del PP, para el ministerio de Salud.

Paralelamente, el PP negocia a su vez con aliados de Michel Temer, el vicepresidente que heredar¨ªa la presidencia en caso de destituci¨®n. ¡°El momento es de serenidad. No podemos precipitarnos. No porque el PMDB haya salido tenemos que salir nosotros tambi¨¦n¡±, dijo el l¨ªder del PP en la C¨¢mara, Aguinaldo Ribeiro, que tambi¨¦n es investigado en el caso Petrobras.

Mientras, el PP se hunde todav¨ªa m¨¢s en sus problemas en la operaci¨®n anticorrupci¨®n Lava Jato. El pasado mi¨¦rcoles, siete de los 32 pol¨ªticos del PP investigados en la trama fueron denunciados ante el Supremo de Brasil por los delitos de corrupci¨®n pasiva y ocultaci¨®n de bienes. Los investigadores sospechan que todos se beneficiaron de los desv¨ªos practicados por el exdirector de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, que fue nombrado por indicaci¨®n del PP.

Los votos de la destituci¨®n

La ¨²nica certeza del Gobierno de Dilma es que 76 diputados no votar¨ªan este jueves a favor de su destituci¨®n: 58 del PT; 12 del Partido Comunista de Brasil (PCdoB); y 6 del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Son las ¨²nicas formaciones que se han mostrado abiertamente contrarias al proceso, aunque algunos diputados de otros partidos pueden seguir a este grupo, ya sea absteni¨¦ndose o ausent¨¢ndose del pleno. Para que el proceso de destituci¨®n se acepte en la C¨¢mara y siga al Senado, se necesita el consentimiento de 342 de los 513 diputados.

Para evitar el efecto en cascada tras la salida del PMDB, el Gobierno negocia con muchas siglas adem¨¢s del PP: el Partido de la Rep¨²blica (PR), que actualmente controla el Ministerio de Transportes; el Partido Social Democr¨¢tico (PSD), que tiene la cartera de Ciudades; y el Partido Democr¨¢tico del Trabajo (PDT), que dirige el de Comunicaciones. En conjunto, estas formaciones tienen 92 diputados.

El primer ministerio que previsiblemente entregar¨¢ Rousseff ser¨¢ el de Deportes. El exresponsable de esta ¨¢rea, George Hilton, ha salido del Gobierno. Hilton acababa de dejar su partido de 22 diputados, el Partido Republicano Brasile?o (PRB), por una formaci¨®n de solo cinco esca?os. Perdi¨®, por lo tanto, importancia para un Gobierno que intenta mantenerse como puede.