El barril de p¨®lvora franc¨¦s
Hollande est¨¢ fuera de juego por una mezcla de incompetencia, falta de proyecto e improvisaci¨®n
Una vieja sabidur¨ªa pol¨ªtica ense?a que en Francia, cuando el poder pol¨ªtico afronta a los estudiantes, muy a menudo pierde la batalla; pero cuando se enfrenta al mismo tiempo a los chavales de los institutos, est¨¢ seguro de perderla. La tragedia actual de Fran?ois Hollande resulta de una grave transgresi¨®n: ha hecho todo lo contrario de lo que hab¨ªa prometido durante su campa?a presidencial. Se hizo elegir con la promesa de dar al Estado franc¨¦s mucho m¨¢s pulso frente a la Comisi¨®n Europea, a la Alemania de Angela Merkel, a los grandes grupos financieros, pero se someti¨® a todos sin haber planteado ni un m¨ªnimo protagonismo y eso solo tres meses despu¨¦s de su elecci¨®n. A partir de ese momento, se volvi¨® el presidente m¨¢s impopular, el menos valorado de la V Rep¨²blica (creada en 1958). De nada sirvi¨® un primer ministro obediente y d¨¦bil (Jean-Marc Ayrault) entre 2012 y 2014, y menos a¨²n, otro recalcitrante y siempre nervioso (Manuel Valls) hasta la fecha. Ahora bien, el presidente sigue pensando que en las elecciones presidenciales de 2017 puede ganar si se encuentra en la segunda vuelta frente a Marine Le Pen. ?Porque es tal la situaci¨®n en Francia, que todos dan por hecho que la dirigente de extrema derecha estar¨¢ presente en dicha segunda vuelta! Lo que s¨ª es compartido por todos es que, salvo un milagro, Fran?ois Hollande ser¨¢ eliminado en la primera vuelta, como lo fue Lionel Jospin en 2002. Y hay argumentos para creerlo cuando se toma en consideraci¨®n el balance de Fran?ois Hollande.
Econ¨®micamente, es un fracaso en todos los puntos: industrial, agr¨ªcola, medioambiental, comercial. Los servicios p¨²blicos siguen muriendo lentamente; los hospitales funcionan cada vez peor por los enormes recortes; la pol¨ªtica de educaci¨®n, tanto en las universidades como en los institutos, ha provocado incendios que hubieran podido ser evitados si la ministra fuera competente; las reformas impulsadas por Manuel Valls desembocan inevitablemente sobre conflictos duros; el gobierno socialista ha perdido el apoyo electoral de maestros y profesores (el verdadero ej¨¦rcito de la Rep¨²blica, y tradicionalmente la base del voto de la izquierda); de los sindicalistas, de los asalariados, de los intelectuales, de las capas medio-baja y baja. Pol¨ªticamente, la situaci¨®n es a¨²n m¨¢s calamitosa: en contra de Fran?ois Hollande se han radicalizado las fuerzas de derecha y de extrema derecha, acus¨¢ndole de ?robarles sus ideas! A lo que hay que juntar los principales sindicatos, la mitad del partido socialista, la izquierda comunista y los radicales, el electorado ecologista. En resumidas cuentas, casi todas las fuerzas vivas del pa¨ªs. Y eso despu¨¦s de haber perdido desde 2012 todas las elecciones intermediarias, municipales, regionales, europeas, senatoriales, cantonales.
La realidad es que Fran?ois Hollande ya est¨¢ fuera de juego. La mezcla de incompetencia pol¨ªtica, de falta de proyecto global, de improvisaci¨®n y de capitulaciones permanentes frente a sus adversarios, no han podido ser escondidas por su firmeza en la lucha contra el terrorismo. A un a?o de las presidenciales, Francia parece ser un barril de p¨®lvora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.