Malestar y confusi¨®n tras la victoria del no en Holanda al pacto UE-Ucrania
La consulta es v¨¢lida porque la participaci¨®n super¨® el 30%, pero su representatividad es ¨ªnfima
En un intento de confortar al doliente, suele decirse que vale la pena esperar ¡°a la ma?ana siguiente¡± porque las cosas estar¨¢n entonces m¨¢s claras. La victoria del No en el refer¨¦ndum holand¨¦s sobre el acuerdo entre la UE y Ucrania, no solo contradice la sabidur¨ªa popular. Celebrado el mi¨¦rcoles, ha sumido al Gobierno de centroizquierda en un mar de dudas acerca de la idoneidad de sus propias leyes electorales, y complica su labor. Incapaz de dar la espalda a las urnas ante un 61,1% de votos en contra y un 32,2% de participaci¨®n (hubo un 38,1% de s¨ªes), deber¨¢ reconsiderar la toma de decisiones en asuntos de pol¨ªtica europea. Un terreno donde la hostilidad ciudadana, t¨¦cnicamente minoritaria porque los sufragios negativos representan solo al 20% de los votantes, es cada vez m¨¢s activa y sonora. ?Qu¨¦ pasar¨¢ a partir de ahora?
Mark Rutte, el primer ministro liberal, pisa un terreno movedizo. La campa?a del refer¨¦ndum ha costado 30 millones de euros al Estado, y la pregunta sobre un pacto comercial ha derivado en una cr¨ªtica sobre la senda adoptada por la UE como instituci¨®n. A Rutte le esperan su Gabinete y el Parlamento nacional. Ambos son favorables (la C¨¢mara por mayor¨ªa) al acuerdo con Ucrania, pero admiten ahora que precisa cambios.
La pol¨ªtica europea empieza a buscar hoy significados al nee (no) holand¨¦s del refer¨¦ndum sobre el acuerdo entre la UE y Ucrania. Los populismos apuntan que ¡°es el principio del fin de la UE¡±, seg¨²n brama la extrema derecha holandesa de Geert Wilders. El Gobierno holand¨¦s ha dado una muestra de su habitual pragmatismo y empieza a buscar una f¨®rmula que contente a todos los partidos, algo que ser¨¢ cualquier cosa menos sencillo. Bruselas se declara entre precavida y apesadumbrada: ¡°El presidente Jean-Claude Juncker est¨¢ triste¡±, ha dicho un portavoz de la Comisi¨®n Europea, reacio a analizar las consecuencais del rechazo holand¨¦s para las relaciones con Ucrania o para el pr¨®ximo refer¨¦ndum brit¨¢nico. Tanto Juncker como Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo, han mantenido conversaciones con el primer ministro holand¨¦s, el liberal Mark Rutte.
Bruselas espera una propuesta holandesa al respecto. Recuerda que el acuerdo ya se aplica provisionalmente desde enero tras ser ratificado en 27 pa¨ªses (Holanda es el 28?). Y las fuentes consultadas aseguran que a falta de una soluci¨®n de compromiso, eso seguir¨¢ exactamente igual en los pr¨®ximos tiempos.
La Comisi¨®n ha metido ya presi¨®n al Gobierno holand¨¦s ¨Cuna coalici¨®n de liberales y socialdem¨®cratas en horas bajas, que apenas ha hecho campa?a en favor del s¨ª¡ªpara que encuentre una v¨ªa de salida. Pero nada de eso va a ser f¨¢cil. Las opciones son mantener el acuerdo como provisional y reatrasar la ratificaci¨®n indefinidamente, establecer una cl¨¢usula de exenci¨®n para Holanda en aspectos como permisos de trabajo, cooperaci¨®n o asuntos de seguridad (como ha ocurrido antes en otros casos), incluso a?adir un cap¨ªtulo adicional en el que se diga expresamente que Holanda no considera que el acuerdo con Ucrania suponga un paso hacia la entrada del pa¨ªs en la UE. Holanda puede insistir tambi¨¦n en renegociar el acuerdo, seg¨²n las fuentes consultadas.
Holanda, pues, debe elegir. En el bando del no, los socialista radicales ya han pedido ¡°retoques para hacerlo m¨¢s social¡±. Geert Wilders el l¨ªder xen¨®fobo, ha llamado ¡°a salir inmediatamente de la UE¡±. De su lado, en GeenStijl, el portal informativo y sat¨ªrico que ha promovido el refer¨¦ndum junto con otros dos grupos ciudadanos, aseguran ¡°que no hay que tirar a la basura el convenio¡±. ¡°La revisi¨®n pasa, entre otros, por apartados como el de cooperaci¨®n militar y de integraci¨®n pol¨ªtica, que no cuadran¡±. Liberales, cristianodem¨®cratas y socialdem¨®cratas, todos a favor de la ratificaci¨®n, han hecho examen de conciencia ¡°por no haber sabido convencer al votante de las ventajas de la cooperaci¨®n a escala europea¡±.
Con este ambiente nacional, desmadejado y en busca de una f¨®rmula que le provea de un encargo claro, Rutte viajar¨¢ despu¨¦s a Bruselas. All¨ª debe persuadir primero a los otros 27 socios comunitarios, todos con la ratificaci¨®n en regla ¡ªpor lo que, como ha remarcado Tusk: "El acuerdo sigue aplic¨¢ndose provisionalmente"¡ª, de que Holanda ¡°respeta la voz de su electorado¡±. A continuaci¨®n espera poder negociar alguna modificaci¨®n que ninguna fuente oficial ha querido precisar este jueves. ¡°La herida est¨¢ abierta¡±, es la frase m¨¢s repetida. Saben que el m¨¢s m¨ªnimo error puede repercutir en el resultado de las pr¨®ximas elecciones legislativas, previstas para 2017.
En el consejo de ministros conjunto franco-alem¨¢n celebrado en Metz, el presidente Fran?ois Hollande ha recordado que el refer¨¦ndum holand¨¦s era solo consultivo y que Francia y Alemania seguir¨¢n apoyando el acuerdo de asociaci¨®n suscrito con Ucrania. La canciller Angela Merkel ha a?adido que habl¨® el mi¨¦rcoles con el primer ministro Rutte y que conf¨ªa en que Europa, que debe tratar este asunto a nivel comunitario, va a ser capaz de ¡°superar este dif¨ªcil asunto¡±. Informa Gabriela Ca?as.
Una cosa s¨ª est¨¢ clara, el Gobierno debe explicar mejor las repercusiones pol¨ªticas del acuerdo entre la UE y Ucrania. El no, muestra el temor a que Ucrania entre en la Uni¨®n como socio de pleno derecho sin estar preparada. Para evitar resultados como el actual, Ronald Plasterk, ministro de Interior, ha pedido ¡°echar un buen vistazo¡± a la ley que facilita la convocatoria misma de un refer¨¦ndum. La consulta es v¨¢lida, no hay duda, pero no era vinculante seg¨²n la norma que la habilita. Por eso Plasterk se pregunta si para aceptar esta respuesta ciudadana como un mandato, ¡°en lugar de fijar una cifra total de votantes, en el futuro, podr¨ªa establecerse un m¨ªnimo de votantes en contra para aceptar el resultado¡±. Es una manera de ganar tiempo, pero no demasiado, porque GeenStijl ha advertido ya de que piensa recoger firmas para el siguiente refer¨¦ndum. Ser¨¢ contra el tratado comercial entre la Uni¨®n Europea y Estados Unidos, oficialmente denominado Acuerdo Transatl¨¢ntico de Comercio e Inversiones (TTIP, en sus siglas en ingl¨¦s).
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