Dos de Los Porkys, acusados de violar a una menor en Veracruz, huyen de M¨¦xico

La supuesta violaci¨®n de una menor de edad a manos de un grupo de j¨®venes acaudalados en el Estado mexicano de Veracruz, conocidos como Los Porkys, corre el riesgo de engrosar la extensa lista de delitos sexuales sin resolver en M¨¦xico, alrededor de un 80% de las denuncias, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional. Despu¨¦s de 11 meses desde que se interpusiera la demanda y con una investigaci¨®n abierta, las autoridades mexicanas permitieron que dos de ¨¦stos cruzaran las fronteras. Este viernes la Fiscal¨ªa ha confirmado que se encuentran en Texas y Madrid. Son Enrique Capitaine, hijo de un exalcalde, y Diego Cruz, hijo de un importante empresario.

El fiscal de Veracruz, Luis ?ngel Bravo Contreras, ha reconocido que pudieron salir del pa¨ªs sin ninguna restricci¨®n. "Pero no habr¨¢ impunidad", ha insistido. No ha aclarado, sin embargo, c¨®mo se va a aplicar una posible orden de detenci¨®n sobre estos muchachos mientras no est¨¦n en tierras mexicanas. Lo habitual en estos casos, cuenta Ricardo S¨¢nchez, abogado penalista, es que un juez estatal avise a la polic¨ªa local de investigaci¨®n para que ejecute la orden. Entonces, la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica debe subir una ficha roja a la Interpol para que se proceda a la detenci¨®n en los pa¨ªses donde se encuentren los j¨®venes y puedan ser extraditados a M¨¦xico. De momento, la Fiscal¨ªa no ha informado sobre el procedimiento, pero lo ha insinuado: "El derecho a la libertad de una persona s¨®lo se podr¨¢ coartar a partir de un mandamiento judicial".?

Los hechos ocurrieron en enero de 2015. Cuatro j¨®venes, conocidos como Los Porkys de la Costa de oro, salieron de fiesta. Estaban estrenando el Mercedes de Capitaine que recogieron al salir del antro y quisieron continuar en otro lado. Daphne Fern¨¢ndez, la supuesta v¨ªctima, estaba ah¨ª. Todos se conoc¨ªan de uno de los institutos m¨¢s exclusivos de Veracruz, el Rougier, pero ellos ya figuraban como antiguos alumnos. Los acusados eran mayores de edad. Daphne se subi¨® a ese coche, seg¨²n la familia, forzada por los agresores. En la casa de uno de ellos ocurri¨® la violaci¨®n, supuestamente, por el due?o del Mercedes.?

El hecho de que los implicados fueran hijos de grandes empresarios de la regi¨®n y un exalcalde deton¨® el debate sobre la impunidad de los m¨¢s poderosos. Aunque el caso fuera denunciado en mayo de 2015, ha sido este ¨²ltimo mes cuando se emprendi¨® la guerra medi¨¢tica y viral entre la familia de la v¨ªctima y los j¨®venes. Los medios nacionales anunciaron que dos de ellos hab¨ªan huido de M¨¦xico porque no exist¨ªa ninguna orden judicial que se lo impidiera. Con la indignaci¨®n a punto de ebullici¨®n la Fiscal¨ªa ha tenido que insistir en que "ser¨¢n implacables".

Los cuatro acusados son Jorge Cotaita Cabrales, Enrique Capitaine ¡ªhijo del exalcalde de Nautla, Felipe Capitaine¡ª, Diego Cruz Alonso y Gerardo Rodr¨ªguez Acosta. Todos hijos de familias adineradas en Veracruz, que se pasean exhibiendo su poder¨ªo y con autos nuevos por las zonas m¨¢s exclusivas de la entidad como aut¨¦nticos mirreyes, seg¨²n cuentan los vecinos. Cotaita estuvo implicado en la muerte de Jonathan Pe?a Y¨¢?ez, un corredor de 35 a?os que falleci¨® atropellado el 24 de abril de 2013. Su hermano Hugo Calder¨®n Y¨¢?ez, cont¨® hace una semana a este diario que despu¨¦s de insistir en que se investigara el caso recibi¨® amenazas de muerte y tuvo que mudarse con su familia a otro municipio.

El abogado de los chicos, Edgar Cinta, explic¨® este jueves a este diario que si dos de ellos hab¨ªan salido de M¨¦xico lo hab¨ªan hecho legalmente. "No hab¨ªa ninguna orden judicial para detenerlos", insisti¨®. Y a?adi¨® que toda la investigaci¨®n se hab¨ªa "intoxicado" por la presi¨®n medi¨¢tica y en las redes sociales. "Est¨¢ en peligro hasta la integridad f¨ªsica de mis clientes, los han amenazado por Twitter y Facebook", se?al¨®. Por su parte, Javier Fern¨¢ndez, padre de la v¨ªctima y autor de la demanda contra el grupo, se muestra preocupado por los rumores de detenci¨®n de los acompa?antes y amigos de su hija. "Las familias est¨¢n aterrorizadas", cuenta desde el otro lado del tel¨¦fono.