La Rep¨²blica de Moro
En Curitiba, capital del Estado brasile?o de Paran¨¢, se idolatra al magistrado al frente del ¡®caso Petrobras¡¯
Posiblemente, Curitiba, la capital del sure?o Estado brasile?o de Paran¨¢, sea la ciudad que m¨¢s est¨¦ viviendo y apoyando el proceso de destituci¨®n de Dilma Rousseff y el caso Petrobras. Al menos as¨ª se percibe en los principales barrios de clase media, con sus edificios adornados con banderas de Brasil, coches con pegatinas de apoyo al juez S¨¦rgio Moro, manifestaciones en verde y amarillo cada dos d¨ªas, y abucheos constantes contra la presidenta durante los telediarios. Seg¨²n una encuesta divulgada el pasado fin de semana, el respaldo al juez Moro en todo el pa¨ªs ha descendido del 90% al 60% tras sus pol¨¦micas acciones contra el expresidente Lula. Esta ca¨ªda, sin embargo, no se nota en Curitiba (1,8 millones de habitantes), donde se encuentra el equipo de investigadores que lidera el juez. Una expresi¨®n ya forma parte del d¨ªa a d¨ªa de los habitantes de esta ciudad: ¡°Rep¨²blica de Curitiba¡±.
La expresi¨®n est¨¢ presente en las charlas, en las protestas, en los carteles y hasta en las ropas de muchos vecinos de esta ciudad conocida en el resto del pa¨ªs por su elevado nivel de vida. La expresi¨®n se hizo famosa el 17 de marzo, cuando se divulg¨® una conversaci¨®n telef¨®nica de Lula pinchada por la polic¨ªa. En ella, Lula alud¨ªa a los investigadores de la Justicia Federal de Paran¨¢, responsables de la Operaci¨®n Lava Jato, como ¡°Rep¨²blica de Curitiba¡± por el poder que atesoran. ¡°?l nos quer¨ªa humillar, pero al final acabamos unidos¡±, opina Paula, ama de casa de 50 a?os, acampada junto al tribunal donde Moro trabaja, en la avenida Anita Garibaldi.
La educadora infantil Elizethe Sousa, de 48 a?os, explica que el curitibano siempre se juzg¨® ¡°diferente¡± al resto del pa¨ªs ¡°por haber sido colonizado por alemanes, italianos y polacos¡±. ¡°Ahora estamos a¨²n m¨¢s orgullosos¡±, a?ade. El dibujo de su camiseta, la ¨²ltima moda en la capital de Paran¨¢, resume este orgullo: ¡°Rep¨²blica de Curitiba. Aqu¨ª se cumple la ley¡±.
Despu¨¦s de hacerse p¨²blicas las conversaciones de Lula, miles de curitibanos se reunieron el 18 de marzo en un acto frente a la sede de la Justicia Federal de Paran¨¢ para respaldar a Moro y a la Operaci¨®n Lava Jato, que se ocupa de rastrear la red de sobornos de la petrolera Petrobras. Tras la manifestaci¨®n, decenas de personas acamparon en la plaza p¨²blica que est¨¢ delante del tribunal. Se convirtieron en guardianes de la Rep¨²blica de Curitiba y de Moro. ¡°Brasil se ha despertado y queremos el fin de la corrupci¨®n. Estamos aqu¨ª para mostrar que Moro no est¨¢ solo¡±, explica Marcus Silva, de 50 a?os. Este consultor comercial pasa el d¨ªa junto a otros compa?eros. Son trabajadores, empresarios, amas de casa y jubilados que antes no se conoc¨ªan, pero que decidieron unirse para, seg¨²n ellos, ejercer su ciudadan¨ªa y derechos. Apoyan a Moro y quieren la destituci¨®n de Rousseff. Adem¨¢s, se dicen ¡°patriotas¡±, ¡°buenas personas¡±, ¡°sin partido pol¨ªtico¡± y ¡°anticomunistas¡±. ¡°Queremos nuevas elecciones generales, para expulsar a toda esta gente. Queremos pol¨ªticos nuevos, buenos¡±, explica Rosa, tambi¨¦n ama de casa.
Movilizaciones
¡°Estamos haciendo pol¨ªtica como en el pasado, cuando se hac¨ªan discursos en la plaza¡±, dice Elizethe. El jubilado Sandro, de 55 a?os, recuerda un dicho popular de Curitiba para explicar la importancia de la movilizaci¨®n: ¡°Los curitibanos siempre hemos sido muy exigentes. Y cuando algo funciona aqu¨ª, lo exportamos a todo Brasil¡±.
Muchas personas se acercan para comprar una camiseta con la foto de Moro o de la Rep¨²blica de Curitiba (vendida por ocho d¨®lares para costear los gastos colectivos), agarrar una pegatina o sacarse una foto con los manifestantes o junto al tribunal. ¡°La Justicia Federal se ha convertido en un atractivo tur¨ªstico, todos quieren saber d¨®nde trabaja Moro¡±, explica Marcus Silva, que sopla su corneta verde y amarilla siempre que un coche pasa tocando el claxon para expresar apoyo.
Al final de la tarde, muchos de los acampados se dirigen a un acto para respaldar, una vez m¨¢s, a Moro y a la operaci¨®n policial. Esta vez, junto a Universidad Federal de Paran¨¢, donde el juez imparte clases de Derecho. Silva una vez m¨¢s resume el esp¨ªritu de la movilizaci¨®n: ¡°Todos los curitibanos estamos orgullosos de vivir en la Rep¨²blica de Curitiba. El pueblo brasile?o no dejar¨¢ que nadie se meta con Moro¡±.
Una jornada decisiva para Dilma Rousseff
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Partido de los Trabajadores
- Dilma Rousseff
- Caso Petrobras
- Blanqueo dinero
- Petrobras
- Financiaci¨®n ilegal
- Sobornos
- Presidente Brasil
- Dinero negro
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Presidencia Brasil
- Corrupci¨®n
- Delitos fiscales
- Polic¨ªa
- Brasil
- Gobierno Brasil
- Partidos pol¨ªticos
- Fuerzas seguridad
- Gobierno
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Am¨¦rica
- Administraci¨®n Estado
- Empresas
- Pol¨ªtica
- Edici¨®n Am¨¦rica