Nueva York, primarias cruciales para Hillary Clinton y Donald Trump
Las primarias en el tercer Estado m¨¢s poblado vuelven a ser decisivas cuatro d¨¦cadas despu¨¦s en una campa?a impredecible
La carrera por la candidatura a las presidenciales en Estados Unidos llega incierta a Nueva York. Hac¨ªa cuatro d¨¦cadas que no se ve¨ªa una rivalidad similar en los dos partidos, en una campa?a dominada por las sorpresas. Por eso los cinco aspirantes intentan llegar a los electores tratando de mostrarse como neoyorquinos aut¨¦nticos. La dem¨®crata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump parten como favoritos en sus respectivos partidos, mientras Bernie Sanders y John Kasich aceleran el paso tratando de recortar distancias.
El t¨®pico de que Nueva York no es Estados Unidos no se aplica ante las primarias del 19 de abril. Todo el mundo tiene una relaci¨®n con el Empire State y nunca antes tantos candidatos estuvieron vinculados directamente con Nueva York, considerado tradicionalmente un enclave dem¨®crata. Lo normal en la historia reciente es que las primarias lleguen demasiado tarde en el calendario o con el resultado tan evidente que no se lucha, porque no importa.
Hay que remontarse a la contienda pol¨ªtica de 1976 para encontrar una situaci¨®n similar. Un desconocido Jimmy Carter trataba de llevarse la proclamaci¨®n. Perdi¨® las primarias de Nueva York frente al popular senador Henry Jackson, pero logr¨® llevarse la nominaci¨®n dem¨®crata y acab¨® siendo presidente. En el campo republicano se enfrentaba Gerald Ford y Ronald Reagan. El presidente Ford gan¨® en Nueva York pero no pudo lograr la mayor¨ªa para la nominaci¨®n antes de la Convenci¨®n.
La historia, a la vista de lo cerrada que est¨¢ la lucha, podr¨ªa volver a repetirse este a?o. ¡°Me elegisteis en 2000 como vuestra senadora y otra vez en 2006¡±, dijo la dem¨®crata Hillary Clinton ante un p¨²blico volcado en Harlem. ¡°Las lecciones que aprend¨ª como senadora las aplicar¨¦ como presidenta¡±. ¡°Esta primaria es cr¨ªtica¡±, dijo despu¨¦s en el barrio latino de Sunset Park, ¡°necesitamos ganar a lo grande¡±. En juego el 19 de abril hay 247 delegados dem¨®cratas.
Bernie Sanders, criado en Brooklyn, llega con fuerza a la cita neoyorquina tras ganar en siete de las ¨²ltimas ocho primarias y caucus (asambleas electivas) del Partido Dem¨®crata. ¡°Podemos hacerlo aqu¨ª y llegar a la Casa Blanca¡±, proclamaba el senador de Vermont durante los eventos este fin de semana ante un p¨²blico por lo general muy joven. Las encuestas revelan que gana terreno. ¡°Nuestros amigos de la campa?a Clinton est¨¢n muy nerviosos porque le recortamos distancia muy r¨¢pido¡±. Necesita un buen resultado en Nueva York para mantener la racha.
Primeros tropiezos
El neoyorquino es un electorado exigente y cualquier traspi¨¦ se paga. ¡°Aprend¨ª que no hay que comer ante las c¨¢maras¡±, afirma Clinton ante una tarta de queso en Junior's, un diner en Brooklyn. La hija adoptiva de Nueva York tropez¨® unos d¨ªas antes en el metro. La ¨²ltima vez que baj¨® a las entra?as de Manhattan buscando el voto fue en 1992, cuando se entraba metiendo una moneda. Ah¨ª se qued¨® tambi¨¦n Bernie Sanders, pese a insistir en que nunca olvid¨® el lugar donde creci¨®.
Los humoristas del programa de televisi¨®n Saturday Night Live tuvieron material de sobra el s¨¢bado. Pero estas an¨¦cdotas son la evidencia de que se debate en un territorio desconocido. La batalla de los tres republicanos, que luchan por 95 delegados, ayuda a entender lo diverso que es el Estado. Donald Trump, el ¨²nico residente de los contendientes, se concentra fuera de la ciudad de los rascacielos. Es en localidades como Long Island, Rochester o Albany donde hay el electorado blanco obrero al que llega.
El magnate va liderando el recuento con 743 delegados. Ted Cruz, que lo ¨²nico que tiene en com¨²n con la Gran Manzana es que su mujer trabaja para Goldman Sachs y que estudi¨® en Princeton, cerca de Nueva York, corteja a la comunidad jud¨ªa y a los peque?os emprendedores hispanos y negros. Es una estrategia similar a la del gobernador de Ohio John Kasich. Su pecado es que come la pizza con cuchillo y tenedor como Donald Trump.
¡°Vamos a tener una convenci¨®n abierta¡±, auguraba Kasich en New Rochelle despu¨¦s de que los vecinos del Bronx, el barrio m¨¢s diverso de EE UU, mostraran a Cruz que no era bienvenido. ¡°Solo porque tenga un apellido hispano no significa que sea uno de los nuestros¡±, dejaba claro Edna Ferrer al exterior de un acto celebrado en un restaurante chino-dominicano, al que solo asistieron una decena de simpatizantes. Despu¨¦s tuvo que cancelar una visita al Lighthouse College Preparatory.
El reto de la diversidad
Es esa diversidad la que dificulta la campa?a a los estrategas frente a primarias que suelen ser m¨¢s importantes como las de New Hampshire, Carolina del Sur o Iowa. En la ciudad de Nueva York, adem¨¢s, con 8,5 millones de habitantes y centenares de distritos, el reto es a¨²n mayor porque cada manzana es un barrio y cada edificio una comunidad que hay que saber entender. Al final, el neoyorquino acaba perdonando que se coma la pizza en plato si se debaten los temas reales.
Que el partido republicano est¨¦ unido contra Trump, tampoco es una garant¨ªa para sus rivales. Mientras que Cruz es calificado de hip¨®crita por criticar los ¡°valores de Nueva York¡±, el gobernador de Ohio es un desconocido y tiene que dedicar sus eventos a explicar sus logros en materia econ¨®mica. Los sondeos le dan ventaja sobre el tejano en las primarias neoyorquinas y no tira la toalla esperando la carambola hist¨®rica como la que hizo que Abraham Lincoln ganara la nominaci¨®n.
Nueva York es crucial especialmente para los dos aspirantes que encabezan el recuento. La simple victoria no basta para Hillary Clinton ni Donald Trump en esta carrera a¨²n incierta, aunque tengan garantizado m¨¢s del 50% de los votos. La clave para apuntalar su liderazgo estar¨¢ en lo amplia que sea la mayor¨ªa que logren en una semana en las primas del tercer Estado m¨¢s poblado del pa¨ªs, donde se reparten una d¨¦cima parte de todos los delegados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.