Nopal, hasta en el champ¨²
Los productores de la Ciudad de M¨¦xico fabrican productos alimenticios y de limpieza con los excedentes de la planta end¨¦mica de Am¨¦rica
Un campo totalmente verde se esconde en un resquicio de la Ciudad de M¨¦xico. Son cientos de hect¨¢reas donde se siembran espinosos nopales --la ex¨®tica cact¨¢cea end¨¦mica de Am¨¦rica-- al sur de la urbe en la delegaci¨®n Milpa Alta. Lejos del tr¨¢fico, el bullicio y el metro, los productores de nopal siguen, como los aztecas, sembrando esta planta. Pero tienen un problema: la sobreproducci¨®n de este alimento les genera cuantiosas p¨¦rdidas una vez que el verano termina. La soluci¨®n ha sido convertir los excedentes en champ¨², crema, galletas, jab¨®n, repelente, pintura, cerveza y una veintena de productos m¨¢s cuyo ingrediente estrella es el nopal.
El padre de Jos¨¦ Luis Linares obtuvo una parcela para sembrar nopal en 1945. Entonces la Ciudad de M¨¦xico no era un centro cosmopolita con 20 millones de almas enfrascadas en la rutina. La producci¨®n entera de nopal se vend¨ªa. ¡°Despu¨¦s cuando nos sobraba empezamos a triturar el nopal para usarlo como abono¡±, cuenta Linares. Hace 10 a?os, su hijo lleg¨® a casa con una idea: junto con otros productores del cactus de Milpa Alta planearon la construcci¨®n de una planta procesadora de nopal para transformar los excedentes en productos que se venden en cualquier tienda. La f¨¢brica abri¨® sus puertas el pasado marzo.
El nopal es muy popular en M¨¦xico por sus propiedades para depurar las grasas, reducir los niveles de colesterol y glucosa en la sangre y, en algunos casos, conseguir la p¨¦rdida de peso. En las calles uno puede encontrar desde un taco hasta un jugo de nopal. La Industrializadora de Nopal de Milpa Alta --como han llamado a la f¨¢brica-- ha aprovechado este conocimiento para experimentar y elaborar productos tanto de alimentaci¨®n como de limpieza con funciones extraordinarias. Olao Donald Torres, gerente de la planta, muestra por ejemplo la ¡®nopacheve¡¯, una cerveza de nopal que no provoca resaca porque el ingrediente estrella evita que el az¨²car del alcohol inunde el torrente sangu¨ªneo.
Torres ha experimentado con el jugo y la fibra de la cact¨¢cea para hacer productos y ha llegado a conclusiones arriesgadas con algunos de sus resultados. Por ejemplo que el champ¨² de nopal puede evitar la p¨¦rdida de cabello en personas con pelo graso. ¡°Encontramos que el champ¨² combate la calvicie provocada por la grasa en el cuero cabelludo. Pero eso no est¨¢ en la literatura sobre las propiedades del nopal, es algo que nos hemos dado cuenta con el tiempo¡±, explica. Otros productos en los que la planta se encuentra trabajando son: impermeabilizantes, desengrasantes industriales, tortillas, polvo picante y refrescos.
La soluci¨®n a la sobreproducci¨®n ha sido convertir los excedentes en champ¨², crema, galletas, jab¨®n, repelente, pintura, cerveza y una veintena de productos m¨¢s cuyo ingrediente estrella es el nopal
¡°Milpa Alta alimenta el est¨®mago de la Ciudad de M¨¦xico¡±, comenta Rosa Icela Rodr¨ªguez, secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades de la ciudad. Todos los nopales que crecen en esta tierra volc¨¢nica se sirven en las mesas de la capital de M¨¦xico. La producci¨®n anual alcanza las 300.000 toneladas y el 20% se desperdicia. ¡°Una caja de nopal de 30 kilogramos vale menos de un d¨®lar. Si los productores venden dos o tres cajas, no viven de eso¡±, apunta Rodr¨ªguez. El Gobierno mexicano ha financiado la f¨¢brica con 29 millones de pesos (1,6 millones de d¨®lares) y los productores de nopal poco a poco han echado a andar esta alternativa para evitar p¨¦rdidas.
A partir del nopal, la f¨¢brica tambi¨¦n produce pintura. Los aztecas usaban el nopal como fijador del color en construcciones y algunas de ellas, a pesar de los a?os, a¨²n conservan su brillo. La leyenda de la fundaci¨®n de Tenochtitlan --ahora Ciudad de M¨¦xico-- cuenta que los aztecas buscaban como se?al de sus dioses para construir la urbe a un ¨¢guila comiendo una serpiente posada sobre un nopal. All¨ª creci¨® la capital de M¨¦xico, alimentada de este cactus que sigue creciendo en su rinc¨®n m¨¢s rural. ¡°No s¨¦ en qu¨¦ momento dejamos usar los remedios y las t¨¦cnicas de los aztecas. De alguna forma las estamos recuperando¡±, apunta Miguel ?ngel Villanueva, uno de los productores de nopal en Milpa Alta.
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