Boko Haram fuerza a ni?as a atentar para superar el cerco y la p¨¦rdida de hombres
Seg¨²n un informe de UNICEF, la secta us¨® a ni?as en el 75% de estos ataques durante 2015
Dos a?os despu¨¦s del secuestro de las 219 estudiantes de Chibok, en el noreste de Nigeria, por parte del grupo terrorista Boko Haram a¨²n no hay noticias de su paradero y se sospecha que pudieron ser vendidas en las redes de tr¨¢fico de personas o casadas a la fuerza con los propios radicales. Aunque no han sido las ¨²nicas, una gran campa?a a favor de su liberaci¨®n las convirti¨® en las m¨¢s conocidas. Lo que s¨ª se sabe es que este movimiento insurgente utiliza cada vez m¨¢s menores como terroristas suicidas, muchos de ellos forzados o drogados. Si en 2014 los ataques protagonizados por ni?os con explosivos adosados a su cuerpo fueron cuatro, en 2015 esta cifra se multiplic¨® por 10 y lleg¨® a 44, seg¨²n el informe publicado este martes por UNICEF. De ellos, tres de cada cuatro fueron chicas (75%).
Bakary Sambe, investigador experto en yihadismo en ?frica occidental, asegura que ¡°el uso creciente de ni?as en sus acciones no muestra sino el debilitamiento de Boko Haram, cada vez m¨¢s acorralado¡±.
¡°La campa?a militar del Ej¨¦rcito nigeriano y la intervenci¨®n de las Fuerzas Armadas de los pa¨ªses lim¨ªtrofes, como Camer¨²n, Chad y N¨ªger, han encerrado a los miembros de Boko Haram en tres zonas: el lago Chad, el extremo norte de Camer¨²n y la zona fronteriza con Diffa, en N¨ªger. Su capacidad de lanzar grandes ataques est¨¢ muy mermada y por eso buscan objetivos f¨¢ciles, usando para ello a ni?as como terroristas suicidas¡±, explica Sambe, director del Instituto Timbukt¨² y fundador del Observatorio de radicalismos y conflictos religiosos en ?frica (ORCRA).
Este experto destaca que ¡°muchos¡± de los 8.000 combatientes que se estima que Boko Haram posee en la actualidad han mostrado su deseo de abandonar la disciplina del grupo. ¡°Es el gran problema que hay hoy en d¨ªa, ver c¨®mo facilitar las cosas para que puedan salir. Tienen miedo del Ej¨¦rcito nigeriano. Si se quedan van a morir, si se salen tambi¨¦n, ese es su dilema. Nigeria tendr¨ªa que ofrecer posibilidades de reinserci¨®n que ahora mismo no hay¡±, a?ade Sambe.
El conflicto que enfrenta a Boko Haram con el Ej¨¦rcito nigeriano, que ha provocado unos 17.000 muertos desde el a?o 2009 as¨ª como el desplazamiento de 2,5 millones de personas, unos 300.000 refugiados en los pa¨ªses vecinos, vivi¨® su momento ¨¢lgido en 2014 cuando el grupo se hizo con el control de un centenar de localidades en el noreste de Nigeria y anunci¨® la creaci¨®n de un califato. Sin embargo, una contraofensiva del Ej¨¦rcito y la creaci¨®n de una fuerza militar conjunta con Camer¨²n, N¨ªger y Chad en 2015 han hecho retroceder al grupo y han mermado su capacidad operativa.
Otro elemento importante ha sido el corte de sus fuentes de financiaci¨®n, seg¨²n Sambe. ¡°Aunque su l¨ªder habla del islam, muchos de los miembros del grupo no tienen ideolog¨ªa. Algunos ni siquiera son musulmanes o no conocen el Cor¨¢n; otros son combatientes forzosos, de pueblos que han sido ocupados y que se enfrentaron a la decisi¨®n de coger las armas o entregar la vida. Es el dinero lo que les ha dado la fuerza y la amplitud, Boko Haram se convirti¨® en el primer empleador del noreste de Nigeria por encima incluso del Estado. La prohibici¨®n del comercio de pimientos procedente de zonas ocupadas por los radicales o de pescado del Lago, por ejemplo, les ha afectado mucho¡±.
El polit¨®logo senegal¨¦s, autor del libro Boko Haram, de problema nigeriano a amenaza regional, revela que el dinero llega al grupo de varias fuentes: el secuestro para cobro de rescates y tr¨¢fico de personas, el robo considerado por ellos como bot¨ªn de guerra, incluidos bancos y cuarteles militares, impuestos forzados a notables del norte del Nigeria que pagaban para no ser atacados, traspaso de fondos de otras organizaciones terroristas como Al Qaeda en los primeros a?os de actividad del grupo e, incluso, de organizaciones isl¨¢micas de beneficencia de ideolog¨ªa wahabita.
Respecto a estas ONG y organizaciones inspiradas por la ideolog¨ªa radical, Sambe explica que ¡°su acci¨®n se inscribe en una forma de solidaridad intracomunitaria destinada a 'socorrer a los hermanos en el islam'. El proceso por el que esta forma de ayuda se convierte en financiaci¨®n del terrorismo es tan complejo como nebuloso. Nunca se podr¨¢ disociar la parte de acci¨®n humanitaria, a menudo citada como su objetivo primordial, de la destinada a financiar el terrorismo propiamente dicho¡±.
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