La Madrid, el pueblo argentino que busca legalizar el cannabis medicinal
Un seminario reuni¨® a 1.000 personas en el pa¨ªs con la legislaci¨®n m¨¢s restrictiva
En medio de un debate postergado durante a?os, el cannabis parece haber encontrado en Argentina la forma de crecer. El surgimiento de un grupo de mujeres, madres de ni?os con distintos tipos de epilepsia, que prepararan el aceite que detiene las convulsiones, presiona al poder pol¨ªtico que, de momento, mira para otro lado. La situaci¨®n parece ser distinta en el pueblo de General La Madrid, a 452 kil¨®metros al suroeste de Buenos Aires, donde su intendente est¨¢ dispuesto a tirar semillas en forma oficial y posibilitar un estudio cl¨ªnico que dote de casu¨ªstica a una medicina que s¨®lo da evidencias positivas pero que, como contrapartida, encarcela y persigue a muchos cultivadores.
Un hombre bajo y entrecano, muy atildado con camisa blanca, pantal¨®n beige y jersey azul pasa delante de un grupo de j¨®venes que fuman marihuana y se sonr¨ªe. Al notarlo, el grupo tambi¨¦n deja ir una peque?a risa avergonzada. A los pocos minutos, el mismo hombre pasa en un auto de alta gama, se estaciona unos segundos frente al grupo y con otra sonrisa, baja la ventanilla y les regala un cogollo por ¨¦l cultivado. ¡°Una 2046, peque?o aporte¡±, les dice antes de arrancar.
La escena transcurri¨® en La Madrid, un peque?o pueblo agr¨ªcola ganadero ubicado en plena pampa h¨²meda y que, al parecer, ser¨¢ el primer terru?o en el que el cannabis crecer¨¢ en forma oficial en Argentina. Con ese objetivo se organiz¨® el I Seminario Internacional de Cannabis Medicinal, en el que investigadores, m¨¦dicos, madres de peque?os con epilepsia y cultivadores explicaron al pueblo los alcances de este novedoso tratamiento que ya est¨¢ permitido en varios pa¨ªses del mundo.
El surgimiento de las terapias con cannabis en Argentina hay que atribu¨ªrselo a Cameda (Cannabis Medicinal Argentina), un grupo de madres que al conocer la experiencia registrada en casos de todo el mundo, comenzaron a cultivar cannabis y a preparar aceite con las flores de la planta para darle a sus hijos. Muchos m¨¦dicos de Argentina ya recetan cannabis a sus pacientes en forma clandestina. La hierba ya demostr¨® que sirve para tratar distintos tipos de c¨¢ncer, epilepsias, VIH, esclerosis y mal de Parkinson, adem¨¢s de todo tipo de dolor. ¡°Que cesen los allanamientos a los cultivadores¡±, pidi¨® desde el escenario la doctora Ana Mar¨ªa Garc¨ªa Nicora, de Cameda.
En la ¨²ltima semana tambi¨¦n se present¨® en Argentina la organizaci¨®n chilena Mam¨¢ Cultiva, que lleva adelante la misma iniciativa en el pa¨ªs andino y logr¨® que la comuna santiaguina de La Florida efect¨²e el primer cultivo medicinal avalado por un gobierno. Hace pocas semanas levantaron su primera cosecha.
La exactriz Ana Mar¨ªa Gazmuri es la presidenta de Mam¨¢ Cultiva y opin¨® que ¡°la planta ya gan¨®, es cosa del tiempo que se siga facilitando el acceso y nuestro compromiso es trabajar para garantizar el acceso democr¨¢tico al cannabis medicinal¡±.
¡°Es fundamental el autocultivo¡±, dijo, ¡°Nosotros generamos fitof¨¢rmacos estandarizados pero es necesario abrir todas las v¨ªas, sobre todo esa, porque es el elemento democratizador y ser¨¢ el elemento regulador cuando se dispare una industria, porque si se quiere disparar con los precios, el usuario no va a comprar porque puede cultivar. Eso nos obliga a poner una mirada ¨¦tica con el foco puesto en el bienestar com¨²n y no en la codicia de algunos. Esa es la fuerza que tiene el autocultivo¡±.
El otro gran art¨ªfice de la iniciativa es el doctor Marcelo Morante, profesor de la c¨¢tedra de Medicina Interna de la Universidad de La Plata e hijo dilecto de La Madrid. Luego de un viaje a Canad¨¢ en el que conoci¨® a su colega Mark Ware, Morante comenz¨® a proponer entre sus compa?eros esta ¡°herramienta¡± contra el dolor, como le gusta llamarla, e impulsar un ensayo cl¨ªnico que dote de argumentos cient¨ªficos una medicina a la que le sobran argumentos emocionales.
¡°No se puede discutir la evidencia del cannabis con respecto al dolor como tampoco que hay pacientes que pueden tener efectos adversos, aunque de corto tiempo. Se trata de una mol¨¦cula de baja toxicidad que hay que aprovechar¡±, expres¨®.
¡°Es necesario colocar como eje del debate al dolor. Hoy existe un prejuicio muy grande y el miedo a que una sustancia genere adicci¨®n, pero muchas mol¨¦culas que hoy usamos los m¨¦dicos conllevan ese riesgo. El tercer problema que tenemos es una legislaci¨®n inadecuada, porque, por ejemplo, cuando requerimos morfina no la encontramos en tiempo y forma. El cannabis medicinal es una chance para no seguir cayendo en esos errores, porque siempre ponemos en debate la sustancia cuando lo que tenemos que revisar, en realidad, es el modelo de m¨¦dico que queremos formar¡±, opin¨® Morante. Como todos, el m¨¦dico tambi¨¦n resalt¨® el papel de los cultivadores: ¡°los cannabicultores comenzaron a ir presos y los ni?os y las familias comenzaron a perder su medicina¡±.
Todas coinciden en que los resultados terap¨¦uticos del cannabis son sorprendentes. Ni?os con hasta 60 crisis diarias que dejaron de convulsionar o comenzaron a hacerlo en forma m¨¢s espaciada; incorporaci¨®n de la sonrisa, la mirada fija y el juego con sus hermanos en casos que presentaban una ausencia total; y, sobre todo, el mejoramiento de la calidad de vida de todo el grupo familiar son los testimonios comunes. Gracias a este movimiento, casi una decena de madres lograron que la administraci¨®n de medicamentos de Argentina (Anmat) permita la importaci¨®n del aceite y Mar¨ªa Laura Alasi, madre de una ni?a que padece s¨ªndrome de West llamada Josefina, consigui¨® que el plan de salud al que pertenece se haga cargo de las costas del tratamiento.
La Madrid es un pueblo con casas de ladrillo a la vista, perros vagabundos y motos de peque?a cilindrada rompiendo la armon¨ªa eterna, con ¨¢rboles que en forma permanente instan a dormir la siesta. Su intendente se llama Mart¨ªn Randazzo y es un m¨¦dico de 44 a?os que toda la vida milit¨® en la Uni¨®n C¨ªvica Radical, y gan¨® las elecciones dentro del frente Cambiemos, el mismo que llev¨® a la presidencia a Mauricio Macri.
¡°Somos un pueblo habitual de la Provincia de Buenos Aires y tenemos las mismas limitaciones que el resto de los pueblos¡±, analiz¨®, ¡°tenemos nuestros problemas de adicciones y las principales causas son el alcohol y el tabaco, drogas que son l¨ªcitas¡±.
Randazzo se mostr¨® envalentonado por las m¨¢s de 1.000 personas que colmaron el auditorio, instalado en el polideportivo N¨¦stor Carlos Kirchner, el lugar m¨¢s grande del pueblo. Y a pesar de que integra un frente de partidos que siempre se opuso a siquiera discutir la despenalizaci¨®n de la marihuana, el hombre es optimista: ¡°Desde el ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa hasta el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, la recepci¨®n del proyecto es muy buena y con posibilidades de que avance¡±.
La iniciativa de cannabis medicinal tiene un proyecto de ley presentado en el Congreso Nacional por la diputada del Frente para la Victoria (FpV), Diana Conti. Seg¨²n Conti, ¡°tenemos 14 firmas de distintos bloques pol¨ªticos y esperamos que esta sensibilizaci¨®n tambi¨¦n opere en los pol¨ªticos. Las comisiones de salud y de prevenci¨®n de adicciones y lucha contra el narcotr¨¢fico de Diputados est¨¢ en manos de compa?eros de mi bloque que est¨¢n consustanciados con la tem¨¢tica y en legislaci¨®n penal tenemos la vicepresidencia. La idea es sacar a debatir el tema en las provincias para que se articulen voluntades de todo el pa¨ªs y se potencie lo que hoy es un reclamo: que el uso medicinal del cannabis no sea delito¡±.
Un extra?o allanamiento
La contracara del progresismo que se vivi¨® en el auditorio es el patio de Lucas Urralburu, un alba?il de 36 a?os que se mud¨® a La Madrid tras la crisis econ¨®mica de 2001. Vive con su mujer y sus tres hijos de 17, 13 y 11 a?os. ¡°Hace un mes entr¨® la polic¨ªa a mi casa mientras dorm¨ªa la siesta. Vinieron con una orden de allanamiento y se llevaron 2 plantas muy grandes que estaba cultivando. No me abrieron ninguna causa, firm¨¦ los reactivos de las plantas pero no me tomaron declaraci¨®n ni me llevaron detenido¡±, cont¨®. ¡°Tuve problemas con el hijo de un polic¨ªa que el a?o pasado me rob¨® otras dos plantas y este a?o uno de los polic¨ªas que entr¨® a sacarme estas otras dos plantas fue su pap¨¢¡±, concluy¨®.
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