¡°La corrupci¨®n viene de largo. Pero a Dilma le ha estallado en las manos¡±

¡°Dilma necesita salir porque no est¨¢ consiguiendo gobernar, pero no creo que sea corrupta¡±, opina, por ejemplo, Ilana de Oliveira Lima, de 19 a?os. Esta joven no participa de las manifestaciones. Los motivos son parecidos a los de otros habitantes de su barrio: el centro queda lejos. Y el domingo es el ¨²nico d¨ªa de descanso. O, en la mayor¨ªa de los casos, el domingo tambi¨¦n es d¨ªa de trabajo.

Le pasa lo mismo a Helberton Rodrigues da Silva. Cree que Rousseff debe dejar el Gobierno, pero no participar¨¢ hoy en la protesta a favor del impeachment porque tiene que atender el puesto en el que vende dulces en la terminal de autobuses de Graja¨² (sur de S?o Paulo). Helbrton, que est¨¢ en su veintena, nunca ha ido a una manifestaci¨®n.

Anthony Cavalcante, due?o de una tienda de libros en la zona de Guaianases (este de S?o Paulo), querr¨ªa ir a las protestas contra Rousseff, pero el domingo tambi¨¦n trabaja. Est¨¢ en contra de la presidenta, y decepcionado con la pol¨ªtica en general. "En Brasil solo eres castigado si no pagas la pensi¨®n. En ese caso, vas a la c¨¢rcel. Pero el resto...". El conductor Jo?o da Silva, que vive en Graja¨² (sur de S?o Paulo), tambi¨¦n es esc¨¦ptico con los pol¨ªticos. "La corrupci¨®n viene de largo, pero la bomba estall¨® en las manos de Dilma", reflexiona. A¨²n as¨ª, volver¨ªa a confiar en Lula, que gobern¨® Brasil entre 2003 y 2010. "Es un Gobierno que ya conozco", dice.

Otro factor importante para que la periferia no salga a las calles es la dependencia de programas y beneficios sociales de las clases bajas. En Graja¨², la zona de S?o Paulo con mayor n¨²mero de beneficiados por el programa de ayudas gubernamentales Bolsa Familia (el programa estrella del Partido de los Trabajadores que beneficia a madres con hijos en edad escolar), Dalva Oliveira, de 39 a?os, que es ama de casa, cuenta que se registr¨® para recibir el subsidio hace 15 d¨ªas y que ahora espera una respuesta. "Pero si Dilma cae, no voy a conseguirlo", se preocupa. Por eso no ha decidido si est¨¢ a favor o en contra de la destituci¨®n de la presidenta.

Maria Assun??o Ara¨²jo, "petista [simpatizante del PT] hasta la muerte" est¨¢ en cambio muy agradecida al Gobierno del PT, que consigui¨® sacar a 30 millones de brasile?os de la pobreza en su d¨¦cada en el poder. "Despu¨¦s de que gobernase mi querido Lula, viajo en avi¨®n todos los a?os". Ahora est¨¢ indignada y preocupada por el futuro: "?Qu¨¦ crimen ha cometido Dilma? Y, adem¨¢s, si las cosas est¨¢n mal con ella, sin ella van a ser mucho peores. Seremos esclavos del PMDB [Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o, de centro derecha, al que pertenece el vicepresidente Michel Temer]".

La falta de informaci¨®n tampoco ayuda a que los vecinos de la periferia se impliquen en la pol¨ªtica. "No sabemos lo que est¨¢ pasando", se queja Dalva Oliveira. "Las cosas no se aclaran, nadie prueba nada". "No puedo decir que ella haya robado, porque no lo s¨¦. Pero si est¨¢n pidiendo el impeachment, es porque alguna cosa habr¨¢ hecho", aventura Jos¨¦ Francisco de Oliveira, que atiende un puesto en un mercado del este de S?o Paulo. Pase lo que pase, tampoco es optimista sobre lo que est¨¢ por venir: "Si alguien llega al poder y dice que todo va a mejorar, es mentira".