Barack Obama, escudo y proyectil

El presidente Barack Obama es el pol¨ªtico m¨¢s popular del Partido Dem¨®crata y quiz¨¢ de Estados Unidos. Despu¨¦s de dos mandatos de cuatro a?os cada uno, la Constituci¨®n le proh¨ªbe volver a presentarse, pero si se presentase, no ser¨ªa arriesgado aventurar que volver¨ªa a ganar con facilidad, como en 2008 y 2012.

Por eso no es sorprendente que Hillary Clinton, que le disput¨® a Obama la nominaci¨®n dem¨®crata en la feroz campa?a de 2008, y perdi¨®, use a Obama como escudo y proyectil en la campa?a por la nominaci¨®n del Partido Dem¨®crata, que la enfrenta al senador por Vermont Bernie Sanders.

En el ¨²ltimo debate entre los candidatos dem¨®cratas, el jueves en Nueva York, Obama fue un escudo para Clinton cuando Sanders cuestion¨® su criterio y su honestidad. Sanders aludi¨® al voto de Clinton, cuando era senadora por Nueva York, a favor de la guerra de Irak, y a su aceptaci¨®n de donativos de grupos externos a la campa?a, los llamados Super-PACS.

¡°El presidente Obama confi¨® en mi criterio lo suficiente para pedirme que fuera secretaria de Estado de Estados Unidos¡±, replic¨® Clinton, que ocup¨® el cargo entre 2009 y 2013. Y record¨® que en campa?a Obama tambi¨¦n acept¨® dinero de los controvertidos Super-PACS.

Obama es un escudo y es un proyectil. Cuando Clinton esgrime sus argumentos contra Sanders, los refuerza diciendo que son los de Obama. Clinton cita al presidente en la defensa de la reforma sanitaria o en la pol¨ªtica sobre el cambio clim¨¢tico. La sinton¨ªa se extiende al diagn¨®stico sobre EE UU, diagn¨®stico optimista en contraste con catastrofismo de Sanders y, en el Partido Republicano, Donald Trump. En esta campa?a podr¨ªan distinguirse dos campos, y no coinciden con los partidos. De un lado, los que creen que EE UU sigue siendo un pa¨ªs l¨ªder y con una econom¨ªa s¨®lida (es el caso de Clinton y el candidato republicano John Kasich). Del otro, los que ven al pa¨ªs al borde de un precipicio y creen que evitar la ca¨ªda exige una sacudida (Sanders y Trump).

El acercamiento de Clinton a Obama coincide con un alejamiento del legado de su marido, Bill, presidente entre 1993 y 2001. La crime bill, la ley anticrimen firmada en 1994 por Clinton, se ha convertido en el s¨ªmbolo de la penalizaci¨®n desproporcionada de los negros en el sistema judicial y penitenciario. Hillary Clinton dijo en el debate que lamentaba algunas consecuencias de la ley. La oposici¨®n de la Administraci¨®n Clinton al matrimonio homosexual, con medidas como la ley en defensa del matrimonio, ha quedado obsoleta en el Partido Dem¨®crata. La candidata reniega de la defensa del libre comercio que hac¨ªa su marido y se acerca a la facci¨®n proteccionista. En esto tambi¨¦n se aleja de Obama, que ha impulsado tratados de libre comercio con los pa¨ªses de la cuenca del Pac¨ªfico y con la Uni¨®n Europea. Clinton marca distancias con el presidente en otro ¨¢mbito: la pol¨ªtica exterior. Es menos cr¨ªtica con el primer ministro israel¨ª Benjam¨ªn Netanyahu, por ejemplo, y en Siria aboga por una posici¨®n m¨¢s intervencionista.

Pese a todo, Clinton es hoy la mejor garant¨ªa de que las pol¨ªticas del presidente podr¨¢n prolongarse durante un tercer mandato: la candidata del Partido Obamiano. Y Obama, que oficialmente se mantiene neutral, ha multiplicado las se?ales: su candidata es su vieja rival.