M¨¦xico y la pol¨ªtica global contra las drogas
El tr¨¢fico y consumo de estupefacientes, as¨ª como el combate a las organizaciones delictivas, son retos transnacionales que deben ser atendidos
En la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2012, Colombia, Guatemala y M¨¦xico lograron adelantar para abril del 2016 la Sesi¨®n Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas (UNGASS) que originalmente se celebrar¨ªa en 2019. Con esta acci¨®n, subrayaban la necesidad de revisar el marco global prohibicionista de drogas y de adoptar un enfoque integral centrado en la salud p¨²blica, los derechos humanos y la reducci¨®n de los da?os sociales que genera su consumo.
El tr¨¢fico y consumo de estupefacientes, as¨ª como el combate a las organizaciones delictivas,son retos transnacionales que deben ser atendidos a trav¨¦s demedidas concertadas y de alcance global. UNGASS nos permite refrendarla centralidad de la cooperaci¨®n internacional?frente al problema de las drogas. Pero tambi¨¦n, es la ocasi¨®n propicia para reconocer que los costos del enfoque prohibicionista son, para nuestra regi¨®n y desde luego para M¨¦xico, sencillamente insostenibles.
Y es que Am¨¦rica Latina se ha convertido en la regi¨®n m¨¢s violenta del mundo. De acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tan s¨®lo entre 2000 y 2010 perdimos a m¨¢s de un mill¨®n de latinoamericanos en manos de la violencia criminal.
Ciertamente, la violencia fratricida que experimentamos es?multidimensional. Obedece a m¨²ltiples causas que van desde la debilidad de nuestras instituciones hasta la persistencia de una muy precaria movilidad social. Sin embargo, para los pa¨ªses productores o de tr¨¢nsito como M¨¦xico, las drogas y su combate se han convertido en uno de los principales?detonantes?de esta crisis. La persecuci¨®n penal a la oferta y la demanda de drogas?y, en consecuencia, el mercado negro que esta aproximaci¨®n prohibitiva provoca, ha generado distintas externalidades: fortalecimiento de las?organizaciones criminales, incremento en los niveles de violencia, criminalizaci¨®n de consumidores, fragmentaci¨®n y fractura de nuestro tejido social.
Las consecuencias de la pol¨ªtica prohibicionista se expresan con claros sesgos socioecon¨®micos y de g¨¦nero. Las padecen los m¨¢s pobres y vulnerables. Las mujeres, en particular. La poblaci¨®n femenina en las prisiones de Am¨¦rica Latina por cr¨ªmenes relacionados con las drogas se duplic¨® entre 2007 y 2011 (UNDCP).Tan s¨®lo en M¨¦xico, el 80% de las mujeres encarceladas son por delitos contra la salud; una de cada dos mujeres ind¨ªgenas en situaci¨®n de c¨¢rcel responde a delitos de drogas; el 98% de las mujeres en prisi¨®n no tiene antecedentes penales y no portaba armas al momento de la detenci¨®n; el 98% son madres y el ¨²nico soporte para su familia.Todas estas personas son historias rotas por una pol¨ªtica rotundamente ineficaz.
M¨¦xico?ha tenido un papel destacado en la formulaci¨®n para la UNGASS 2016?de una resoluci¨®n innovadora que presentar¨¢ la Comisi¨®n de Estupefacientes. Bajo el t¨ªtulo¡°Nuestro compromiso conjunto de afrontar y combatir eficazmente el problema mundial de las drogas,¡± la resoluci¨®n presenta un enfoque integral y equilibrado que debe ser visto como la punta de lanza de lo que debe ser?el fin de la era prohibicionista. La resoluci¨®n integra los enfoques de salud p¨²blica y de derechos humanos puestos sobre la mesa de negociaci¨®n por pa¨ªses latinoamericanos. Promueve una visi¨®n m¨¢s flexible?frente a la demanda por motivos medicinales y terap¨¦uticos,?reafirma?la necesidad de articular respuestas desde la cooperaci¨®n internacional y bajo el principio de responsabilidad com¨²n y compartida. Por primera vez, se menciona la relaci¨®n entre drogas y desarrollo econ¨®mico, y se hace un llamado a promover alternativas viables para quienes hoy se encuentran atrapados en la cadena productiva de las sustancias il¨ªcitas, especialmente los peque?os campesinos.
Debemos entender que desde el exterior ya nada nos empuja a conservar el estatus quo prohibicionista. La doctrina Reagan que nos presionaba a ejercer pol¨ªticas internas de controlpunitivo es cosa del siglo pasado. Los cambios regulatorios en Estados Unidos, especialmente la probabilidad de pr¨®ximas decisiones legalizadoras en estados fronterizos ¨CCalifornia y Arizona- exige tomar decisiones en el corto plazo, si es que queremos evitar que los problemas de disposici¨®n de drogas y de mercado negro se agudicen dentro de nuestro territorio. Nueva y muy robusta evidenciaprueba que la pol¨ªtica punitiva ha resultado m¨¢s da?ina que la propia enfermedad y, al mismo tiempo,que hay formas m¨¢s eficaces de lidiar con el problema de las drogas.
UNGASS debe ser el punto que alumbre un nuevo consenso internacional sobre las drogas. Una aproximaci¨®n m¨¢s justa, m¨¢s humana, m¨¢s racional. Es la oportunidad para que nuestra generaci¨®n detenga, por fin, la espiral de la insensatez.
*Presidente del Senado mexicano
?@rgilzuarth
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.