Clinton y Trump rozan la nominaci¨®n con su popularidad en m¨ªnimos

Hillary Clinton y Donald Trump tienen allanado el camino hacia la candidatura a la Casa Blanca tras sus rotundas victorias del martes en las primarias de Nueva York. Ambos hicieron gala de ello en unos discursos en los que el pol¨¦mico magnate y showman exhibi¨® un tono m¨¢s presidencial que nunca y la exsecretaria de Estado dirigi¨® ya sus dardos contra los conservadores contra los que se espera batir en noviembre. El liderazgo de ambos se apuntala pese a que su popularidad en el electorado ha ca¨ªdo a m¨ªnimos, lo que es una paradoja y tambi¨¦n un s¨ªntoma de la desafecci¨®n de los estadounidenses con la oferta pol¨ªtica.

Nueva York aup¨® a Clinton, dos veces senadora por este Estado, con el 58% de los votos, frente al 42% del izquierdista Bernie Sanders, criado en Brooklyn. El tambi¨¦n neoyorquino Trump arras¨®: al hacerse con el 60% de las papeletas, el mecanismo de las primarias republicanas le concedi¨® la casi totalidad de delegados en juego, 89 sobre 92, y dej¨® muy pocas opciones a Ted Cruz, senador por Texas, y al tercero en discordia, muy rezagado en la carrera, John Kasich.

Y, sin embargo, entre votantes de ambos partidos, Trump es el candidato m¨¢s detestado, lastrado por su discurso xen¨®fobo y machista. El 65% tiene una imagen negativa del empresario y solo un 24% le ve con buenos ojos, seg¨²n la ¨²ltima encuesta, realizada por The Wall Street Journal y la NBC. Clinton es vista con desconfianza por muchos dem¨®cratas y, en general, la ven de forma negativa el 56% de los electores, algo que ha empeorado en el ¨²ltimo mes, cuando eso le suced¨ªa con el 51% de los votantes.

El 65% tiene una imagen negativa de Trump y solo un 24% le ve con buenos ojos, seg¨²n la ¨²ltima encuesta de?The Wall Street Journal?

La batalla con Sanders, que no ha dejado de atizarla por sus v¨ªnculos con Wall Street, la ha erosionado. Entre los votantes de su partido, una encuesta de Gallup le otorgaba la semana pasada el nivel de popularidad m¨¢s bajo desde que empezaron estos sondeos, el pasado julio, con un 30% de rechazo. Tambi¨¦n Trump, el favorito, y Ted Cruz se encuentran en la parte m¨¢s baja: hasta ahora les rechaza el 43% y 40% de los republicanos.

Pero existe una diferencia abismal entre el entusiasmo que uno y otro generan entre los suyos. La exsecretaria de Estado lleva acumulados m¨¢s de la mitad de los votos dem¨®cratas, al contrario que Trump.

Frente a un candidato republicano radical como Trump o Cruz, el partido progresista de Estados Unidos conf¨ªa en que Clinton ser¨¢ capaz de aglutinar apoyos, pese a que el electorado ha dado muestras de estar enfadado con todo lo relacionado con el establishment que ella representa. Y, al contrario, los republicanos temen que muchos de sus votantes se queden en casa si el magnate neoyorquino se confirma como el aspirante a la Casa Blanca.

Por eso el Trump que habl¨® ayer ante su p¨²blico en la torre que lleva su nombre en la Quinta Avenida de Nueva York, exultante por el triunfo, se mostr¨® menos m¨¢s atemperado, en fondo y forma, y son¨® m¨¢s conciliador con sus oponentes. Curiosamente, Manhattan, donde varios rascacielos emblem¨¢ticos llevan su nombre, donde hizo fortuna, es el ¨²nico distrito que se le ha resistido y ha apoyado a Kasich.

El empresario lanz¨® una advertencia al partido, de cara a la convenci¨®n de julio en la que se nombrar¨¢ al candidato presidencia. Si Trump no llega a esa cita con todos los delegados necesarios para lograr la mayor¨ªa absoluta (1.237), algo que no tiene a¨²n garantizado (suma 844), los delegados pueden apoyar a otros aspirantes en la segunda ronda y expulsar de la carrera al magnate que ha sacudido el partido.

Clinton s¨ª cuenta con el apoyo de lo que se podr¨ªa denominar el aparato del partido y su victoria en Nueva York supone un golpe de autoridad frente a un Bernie Sanders que le hab¨ªa recortado distancias peligrosamente. El martes por la noche ya dirigi¨® su mensaje contra los posibles aspirantes republicanos a la Casa Blanca, Trump y Cruz, a los que acus¨® de dar una visi¨®n de Estados Unidos ¡°peligrosa y muy sesgada¡±.