M¨¢xima tensi¨®n en Maracaibo por los cortes de luz
En la capital de Zulia, principal Estado petrolero de Venezuela, la vida transcurre entre negocios saqueados, clases suspendidas en los colegios y calles tomadas por el Ej¨¦rcito
La Villa Luz de Ciudad Lossada ya no ilumina como antes. Los habitantes de este suburbio en Maracaibo, capital del Estado de Zulia ¡ªen el occidente de Venezuela¡ª, aseguran sentirse como ciegos algunas noches. ¡°Si no tenemos velas, tel¨¦fonos celulares o linternas para alumbrarnos, la oscuridad nos obliga a tantear para no caer. Son muchos d¨ªas sin ver luz¡±, dice Ismary Guti¨¦rrez .
Los cortes de electricidad de horas al d¨ªa durante m¨¢s de un mes en casi toda Venezuela, ordenados por el presidente Nicol¨¢s Maduro para aminorar el descenso provocado por la sequ¨ªa del principal embalse de agua (Guri), ya han modificado lo cotidiano. Hay casas en La Pastora de Ca?ada Honda, al norte de Maracaibo, marcadas por las huellas de los fogones. Los pobladores de este barrio han utilizado la le?a para cocinar, los hielos para conservar carnes y enfriar bebidas y los velones para iluminarse en las noches, ante la ausencia de la electricidad. Cristina Oyaga, abuela de dos ni?os, hace mofa de la adversidad: ¡°Maduro nos ha llevado a la prehistoria¡±.
En Zulia, el principal Estado petrolero de Venezuela, el racionamiento ha derivado en la protesta. Hay calles tomadas por los soldados del Ej¨¦rcito, cristales rotos de comercios, restos de barricadas atravesadas en carreteras y grupos enardecidos que solo aguardan al siguiente apag¨®n para iniciar una algarab¨ªa.
Las peores manifestaciones sucedieron hace una semana. Maracaibo, el epicentro de las protestas por cortes de luz, triplic¨® en dos d¨ªas los 21 saqueos ocurridos en todo el pa¨ªs durante el asueto de Semana Santa. El parte oficial fue de 73 comercios desvalijados por hordas descontroladas y un centenar de detenidos.
Maracaibo ha continuado en rebeli¨®n, aunque las revueltas callejeras fueron apaciguadas el mi¨¦rcoles pasado con el despliegue de miles de militares. El s¨¢bado, un canal de la avenida 18 de Octubre fue obstaculizado por mujeres que se quejaban porque los cortocircuitos hab¨ªan da?ado sus televisores, hornos microondas y frigor¨ªficos. Jos¨¦ Pi?a, uno de los pocos hombres en la manifestaci¨®n, a?ad¨ªa: ¡°Maduro nos ha dividido en ciudadanos de primera y de segunda clase¡±.?
Caracas, Vargas y Nueva Esparta fueron excluidos del racionamiento de cuatro horas diarias, llamado Plan de Administraci¨®n de Carga. El Gobierno justific¨® esta excepci¨®n porque en estas regiones se encuentran la sede de los poderes p¨²blicos y otros importantes centros operativos.
En Maracaibo, el calor hace arder la piel. Las altas temperaturas han provocado un consumo excesivo de energ¨ªa el¨¦ctrica por el uso de los aparatos de aire acondicionado. El Sambil, el m¨¢s importante centro comercial, cerr¨® el pasado s¨¢bado y hasta nuevo aviso por la crisis el¨¦ctrica. La reconocida cadena empresarial, que hasta ahora hab¨ªa resistido las embestidas de la debacle del pa¨ªs, ya ha suspendido temporalmente operaciones en tres sucursales ¡ªtambi¨¦n en T¨¢chira y Nueva Esparta¡ª debido a los cortes de electricidad. El Gobierno oblig¨® a principios de a?o a los centros comerciales a utilizar plantas propias de energ¨ªa.
El cierre de negocios, adem¨¢s de mermar la producci¨®n, ha trastocado la din¨¢mica de Maracaibo. Cuando ocurren los cortes de electricidad inesperados, los hoteles no reciben hu¨¦spedes. Los supermercados desalojan a los clientes. Los restaurantes cierran las puertas. Las panader¨ªas y las licorer¨ªas encienden velas. Internet falla, el tr¨¢fico en las v¨ªas colapsa y hasta se suspenden clases en los colegios y actividades laborales. Si el apag¨®n obedece a una falla, nadie espera el pronto regreso de la luz.
Inflaci¨®n y m¨¢s p¨¦rdidas econ¨®micas
Los cortes de electricidad amenazan con empeorar la crisis econ¨®mica de Venezuela, con una inflaci¨®n que seg¨²n las previsiones del Fondo Monetario Internacional alcanzar¨¢ el 700% a finales de a?o. La Federaci¨®n de C¨¢maras y Asociaciones de Comercio y Producci¨®n de este pa¨ªs calcula que el racionamiento el¨¦ctrico de cuatro horas diarias durante 40 d¨ªas generar¨¢ p¨¦rdidas incalculables al sector productivo.
La receta impuesta por el Gobierno no solo suspende la energ¨ªa, sino que tambi¨¦n ha reducido a dos d¨ªas por semana las jornadas laborales de los empleados p¨²blicos, que solo trabajar¨¢n moment¨¢neamente lunes y martes. Tambi¨¦n se ha cambiado el huso horario.
La situaci¨®n ha provocado la reacci¨®n de la comunidad internacional, incluido el Vaticano. El papa Francisco ha enviado una carta personal a Maduro expres¨¢ndole su preocupaci¨®n por el pa¨ªs.
Las fallas de electricidad habituales son provocadas por los estallidos de transformadores de energ¨ªa. Su explosi¨®n generalmente ocurre cuando llueve y deja sin luz a sectores de la ciudad. Y solo son reparadas por los empleados de la Corporaci¨®n Nacional de Electricidad. ¡°Es un ir y venir. No descansamos¡±, dec¨ªa un t¨¦cnico de la compa?¨ªa estatal mientras arreglaba el s¨¢bado un transformador en la avenida Milagros, al norte de Maracaibo.
Hace meses, antes de los cortes de electricidad ordenados por Maduro, la ciudad ya sufr¨ªa intempestivos apagones. No se han atenuado, solo se han sumado a los programados por el Gobierno para alargar las horas de oscuridad. Ya lo hab¨ªa advertido el ministro de Energ¨ªa El¨¦ctrica, Luis Motta Dom¨ªnguez, al anunciar el plan de cortes de cuatro horas diarias: ¡°Puede haber interrupciones no programadas ocasionadas por cortocircuitos, la ca¨ªda de una rama en un cable, o tambi¨¦n interrupciones con malas, producto del sabotaje¡±. Maracaibo se acostumbra a vivir en la oscuridad.
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