?Barman u obrero?: dilemas de un operario en una f¨¢brica mexicana
Los trabajadores de Carrier en M¨¦xico cobran entre una tercera y una s¨¦ptima parte de sus pares en EE UU
Julio, nombre figurado, es un joven amable de 26 a?os, ligeramente grueso, cauto, capaz de hacer entender con pocas palabras que las cosas son parecidas a como uno las piensa, pero no exactamente as¨ª. ¡°Ahora, por ejemplo¡±, dec¨ªa la tarde del jueves, sentado en una pizzer¨ªa en Monterrey, en el norte de M¨¦xico, ¡°trabajo administrando un billar y atendiendo la barra. Es m¨¢s dinero que si s¨®lo atendiera la barra. Si yo no me hubiera formado, atender¨ªa s¨®lo la barra, pero estudi¨¦ administraci¨®n y puedo administrar el billar¡±.
Julio trabaja para pagarse sus estudios de criminolog¨ªa y antes lo hizo para costearse la carrera de administraci¨®n, que dej¨® a medias. Cuando dej¨® administraci¨®n, hace unos a?os, Julio entr¨® a trabajar en la f¨¢brica de Carrier en Ciudad Santa Catarina, cerca de Monterrey. ¡°Era auditor, hacia el control de calidad de las piezas antes de ensamblar¡±.
Santa Catarina es un municipio del ¨¢rea metropolitana de Monterrey. Con 270.000 habitantes, cuenta con su propia universidad, plazas comerciales, paredes de escalada famosas en todo el pa¨ªs, calor seco dif¨ªcilmente soportable un d¨ªa de sol a media ma?ana y, claro, pol¨ªgonos industriales. De acuerdo al Instituto Nacional de Estad¨ªstica, Geograf¨ªa e Inform¨¢tica, el 98% de la poblaci¨®n activa est¨¢ empleada y la mitad de los vecinos tiene 27 a?os o menos.
Uno de los pol¨ªgonos industriales m¨¢s grandes se llama Stiva, cuenta con seguridad privada y aloja las instalaciones de Carrier. El jueves, un agente de seguridad par¨® su veh¨ªculo junto a la entrada de la f¨¢brica y coment¨® amablemente que all¨ª no se pod¨ªan hacer fotograf¨ªas: ¡°lo que pasa es que ya han venido reporteros gringos¡±, dijo, ¡°y luego las usan para decir cosas que no son verdad¡±.
Algunos trabajadores fumaban a la sombra, junto a la entrada. Ninguno quer¨ªa hablar: ¡°Con todo respeto¡±, dijo Juan Chavarr¨ªa, un hombre mediano, moreno, con bigote, ¡°nosotros no podemos comentar nada. Y all¨ª est¨¢ la c¨¢mara de vigilancia, no le vayan a decir a uno luego¡±.
La presidencia municipal de Santa Catarina conoce los planes de Carrier de cerrar sus instalaciones en Indiana y traerse la producci¨®n a Monterrey, pero poco m¨¢s. El jueves, el ¡°licenciado¡± Jaime Alberto Garc¨ªa, titular de la Oficina Ejecutiva para la Inversi¨®n y el Empleo, estaba reunido con sus pares de la presidencia y no pudo comentar el asunto. El viernes tampoco.
El economista regiomontano Salvador Kalifa explica que las industrias eligen Santa Catarina y otros pueblos cercanos a Monterrey, como Garc¨ªa o Apodaca, desde hace d¨¦cadas. ¡°Tienen mano de obra y cuentan con todos los servicios de la capital. El aeropuerto est¨¢ a 30 minutos y el de Saltillo tampoco est¨¢ lejos¡±. Kalifa dice que hace un tiempo, algunas empresas de la zona se marcharon a China con la intenci¨®n de abaratar costos, pero que luego, al poco tiempo, volvieron. ¡°Los chinos al final mejoraron sus salarios, el yuan se apreci¨® respecto al dolar y la cercan¨ªa de Monterrey con Estados Unidos les hizo volver¡±.
Y luego est¨¢ la productividad. Kalifa dice que los trabajadores mexicanos son casi tan productivos como sus vecinos del norte, a una fracci¨®n de su costo.
Julio recuerda que le pagaban 1200 pesos a la semana, lo que hace unos a?os equival¨ªa a 100 d¨®lares. Los ingenieros, dice, cobraban m¨¢s, igual que los soldadores y los ensambladores, que ten¨ªan un plus de peligrosidad. El salario m¨ªnimo en M¨¦xico asciende hoy a cuatro d¨®lares y medio diarios, menos de lo que ganaba Julio. El salario medio en el pa¨ªs, a 500 d¨®lares al mes. En EEUU, Carrier paga la hora a 22 d¨®lares; en M¨¦xico, seg¨²n cuenta Julio, a tres o menos.
Al a?o y medio de entrar, Julio dej¨® el empleo en Carrier. ¡°No me alcanzaba. Empec¨¦ a estudiar criminolog¨ªa y no me alcanzaba para vivir. As¨ª que entr¨¦ de barman. Trabajaba jueves, viernes y s¨¢bado. Ganaba 350 pesos la noche m¨¢s propinas. Una buena noche pod¨ªa sacar adem¨¢s de 1500 a 2000 pesos de propinas¡±.
Ninguno de los trabajadores de Carrier consultados, siete en total, el jueves por la tarde, conoc¨ªan los detalles de la expansi¨®n de la empresa en Monterrey. O al menos eso dec¨ªan, antes de disculparse y seguir andando porque ten¨ªan mucha prisa. Alguno incluso ignoraba el cierre de la planta en Indiana y el despido de 1400 trabajadores. ?Carrier abrir¨¢ otra planta en Monterrey? ?Distribuir¨¢ lo que se hac¨ªa en Indiana en las plantas que ya existen? ?Contratar¨¢ a m¨¢s gente? ?A cu¨¢nta? De momento, se ignora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.