El chavismo busca auditar las firmas de la oposici¨®n para revocar a Maduro
La oposici¨®n entreg¨® al Consejo Nacional Electoral un mill¨®n 850 mil firmas para intentar desalojar de la presidencia al sucesor de Hugo Ch¨¢vez
La oposici¨®n ha logrado sorprender a propios y extra?os al informar, al mediod¨ªa del lunes en Venezuela, que hab¨ªa entregado al Consejo Nacional Electoral (CNE) 1.850.000 firmas como el primer paso necesario en la marat¨®n que supone un refer¨¦ndum revocatorio del mandato del presidente Nicol¨¢s Maduro.
Se esperaba que esa entrega ocurriera el martes cuando culminaran de verificar los nombres de las personas dispuestas a atestiguar que las r¨²bricas, recogidas entre jueves y viernes pasado, les pertenecen. Pero algunos de sus principales voceros tem¨ªan que las huestes violentas del r¨¦gimen lo impidieran si el traslado formaba parte de un acto pol¨ªtico en el centro de Caracas, considerado por el r¨¦gimen como una zona que les pertenece. Casi al mismo tiempo el chavismo se presentaba en la sede del ¨¢rbitro comicial para manifestarle a sus autoridades los derechos que le asist¨ªan como parte interesada en un eventual proceso. En dos platos: el Gobierno quiere auditar las planilllas consignadas por sus adversarios.
En la norma que regula los referendos no se establece que los representantes del funcionario cuestionado tengan derecho a revisar las firmas, aunque s¨ª le corresponde tener testigos en los puntos de recolecci¨®n. El chavismo no se ocup¨® de vigilar con sus testigos este proceso que culmin¨® la semana pasada. ¡°Tenemos derecho a una auditor¨ªa completa y total de las firmas. Se inicia un proceso de transcripci¨®n de los datos y nosotros vamos a estar presentes para garantizar que la Constituci¨®n y la democracia se est¨¢n respetando¡±, afirm¨® el alcalde del municipio Libertador (Centro-Oeste de Caracas) Jorge Rodr¨ªguez a nombre de Maduro.
Rodr¨ªguez era rector principal del CNE cuando se celebr¨® el plebiscito de 2004 contra Hugo Ch¨¢vez y es la eminencia gris del chavismo en el sistema electoral venezolano. Para sus adversarios su petici¨®n es el s¨ªntoma de que el Gobierno busca retrasar de cualquier modo una elecci¨®n que al d¨ªa de hoy perder¨ªan por amplio margen. La ¨²ltima encuesta de Venebar¨®metro, cuya medici¨®n data de los primeros d¨ªas de abril, afirma que si el refer¨¦ndum revocatorio se organizara el domingo 60,3% de los venezolanos votar¨ªa a favor de la salida de Maduro, mientras que un 28,3% no ser¨ªa partidario de tal decisi¨®n.
En las reglas ha quedado establecido que una vez consignadas las cajas con las planillas empiezan a correr cinco d¨ªas consecutivos para revisarlas. La semana que viene los electores deber¨¢n presentarse en el sitio que indique el CNE para cotejar su huella dactilar, mediante un sistema de identificaci¨®n biom¨¦trico similar al que se utiliza en las elecciones venezolanas, con los datos anotados en la planilla. Ese proceso tardar¨¢ otros cinco d¨ªas h¨¢biles. Con la reducida semana laboral establecida por ¨®rdenes del Ejecutivo para paliar la falta de generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, ese proceso culminar¨¢ en la tercera semana de mayo.
La oposici¨®n est¨¢ consciente de que el Gobierno recurrir¨¢ a cualquier ardid para retrasar la consulta hasta volverla intrascendente. La Constituci¨®n de Venezuela establece la solicitud del plebiscito de un funcionario electo una vez que cumpla la mitad de su per¨ªodo. En el caso del Presidente de la Rep¨²blica se puede iniciar el tr¨¢mite al tercer a?o de su gobierno, pero para que esa consulta tenga transcendencia pol¨ªtica debe organizarse antes de que cumpla el cuarto a?o de mandato. Traspasada esa meta, y en caso de que el jefe del Estado sea revocado, la gesti¨®n ser¨¢ culminada por un vicepresidente, que en Venezuela se designa a dedo. Por esa raz¨®n la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica, que impulsa la iniciativa, est¨¢ presionando de todas las formas posibles para que la consulta se efect¨²e en el ¨²ltimo mes de 2016 a m¨¢s tardar.
Que los datos caigan en manos chavistas reedita entre algunos opositores una amarga y tr¨¢gica experiencia. Las personas que en 2003 solicitaron la convocatoria de un refer¨¦ndum que determinar¨ªa si el entonces presidente Hugo Ch¨¢vez continuar¨ªa en su cargo fueron colocadas en una lista que luego, cuando Ch¨¢vez fue ratificado en su cargo, se utiliz¨® para practicar el apartheid pol¨ªtico.
Muchas personas que aparecieron en ese listado quedaron como parias y condenadas a no contratar con el Estado, ni a ser empleadas, ni a recibir beneficios de los programas sociales que entonces comenzaban con ¨¦xito. Pero esta vez ese temor parece haber desaparecido. El d¨ªa del operativo para recoger las r¨²bricas se acercaron hasta funcionarios uniformados a avalar la petici¨®n de un refer¨¦ndum. Una reedici¨®n de la Lista Tasc¨®n, como se le conoce entre las personas que sufrieron discriminaci¨®n, parece ser el mal menor de quienes desean intentar ganarle una elecci¨®n presidencial al chavismo por primera vez en 17 a?os.
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