La contingencia ambiental que mat¨® al Hoy no circula
La tercera crisis desde marzo cuestiona la eficacia del programa nacido en la Ciudad de M¨¦xico para reducir emisiones
La Ciudad de M¨¦xico enfrenta una nueva crisis ambiental con la ¨²nica arma que tiene a la mano. El Hoy no circula, el programa instaurado en 1989 que retira de circulaci¨®n a millones de autom¨®viles diarios, se ha visto rebasado. La capital de M¨¦xico hil¨® por segundo d¨ªa consecutivo altos ¨ªndices de contaminantes, lo que hizo saltar que la Fase 1, que ser¨¢ prolongada al mi¨¦rcoles por la mala calidad del aire. Esta es la tercera contingencia que se presenta en la urbe desde el 15 de marzo.
El Distrito Federal, que muri¨® en enero para ver nacer a la Ciudad de M¨¦xico, comenz¨® a medir los niveles de contaminaci¨®n en 1986. Al a?o siguiente surgi¨® el programa Un d¨ªa sin auto. La medida pretend¨ªa reducir los contaminantes en la ciudad junto a otras como la disminuci¨®n de plomo en la gasolina y la sustituci¨®n de combust¨®leo por gas natural en las termoel¨¦ctricas y la industria.
En 1989, el programa se convirti¨® en el Hoy no circula. A lo largo de 26 a?os dio resultados que junto a la modernizaci¨®n de algunas tecnolog¨ªas como la sustituci¨®n de convertidores catal¨ªticos en los autom¨®viles y la venta de mejores gasolinas. Esto provoc¨® que los niveles de plomo en el ambiente disminuyeran un 99% en la d¨¦cada de los noventa si se comparaban a los registrados en 1988. Pero las crisis de 2016 han puesto en entredicho la eficacia del modelo. ¡°Es una aspirina para una enfermedad que amenaza con ser terminal¡±, dice Areli Carre¨®n, de Greenpeace.
Este martes, la Comisi¨®n Ambiental de la Megal¨®polis (CAM) se vio obligada a extender la Fase 1 de la contingencia iniciada el lunes, cuando los centros de medici¨®n registraron 161 puntos Imeca (Indice metropolitano de calidad del aire), 61 puntos por encima de lo aceptable. Esto oblig¨® a las autoridades a poner en marcha las medidas extraordinarias del Hoy no circula y sacar de circulaci¨®n dos millones de autom¨®viles particulares, casi la mitad de los cinco millones que se mueven por la zona metropolitana. Pero esto no fue suficiente. La ciudad volvi¨® a alcanzar 161 puntos a las cuatro de la tarde y se enfilar¨¢ a su tercer d¨ªa de crisis. Este mi¨¦rcoles, la ¡°estabilidad atmosf¨¦rica, el viento d¨¦bil y la radiaci¨®n solar¡ ser¨¢n adversas para la dispersi¨®n de contaminantes¡±, asegur¨® la CAM en un comunicado.
La primera crisis registrada el 15 de marzo, la primera en 14 a?os, oblig¨® a las autoridades locales y federales a pensar nuevas estrategias de combate a la contaminaci¨®n. Areli Carre¨®n, vocera del proyecto Megaciudades de Greenpeace, asegura que tantos a?os de vida con el Hoy no circula llev¨® a muchos capitalinos a buscar una forma de darle la vuelta. ¡°No cambi¨® los h¨¢bitos de los automovilistas. La gente se habitu¨® y compr¨® un segundo o tercer coche para circular todos los d¨ªas¡±, se?ala. Esto hizo que el parque vehicular se incrementara en los ¨²ltimos a?os a una tasa promedio de 3.8%, seg¨²n el Centro Mario Molina, un grupo de estudios ambientales auspiciado por un Nobel de Qu¨ªmica mexicano.
El gran n¨²mero de autom¨®viles privados que se mueve diariamente por la Ciudad de M¨¦xico no solo genera emisiones de azufre, plomo y ozono. Tambi¨¦n da?an el ambiente con micropart¨ªculas. ¡°La fricci¨®n de las llantas produce miles de part¨ªculas de caucho que flotan en el aire junto a otras que se desprenden de las balatas de los coches cada vez que frenan. Todo esto agrava la situaci¨®n¡±, dice la doctora Judith Castellanos, coordinadora de Biolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma Metropolitana (UAM).
Mejor transporte y espacios compartidos
Mientras no haya un mejor transporte p¨²blico, los ciudadanos seguir¨¢n ponderando el uso del autom¨®vil y sus alternativas seguir¨¢n siendo otros coches en lugar de otros modos de desplazamiento, advirti¨® Salvador Mu?¨²zuri, director del Centro de Estudios Jur¨ªdicos y Ambientales.
¡°En m¨¢s de 20 a?os solo se construy¨® una l¨ªnea adicional de Metro y el Metrob¨²s es un paliativo", dijo. Mu?¨²zuri consider¨® que para resolver este problema hay que destinar recursos para m¨¢s l¨ªneas de subterr¨¢neos.
Mu?¨²zuri, experto en derecho ambiental, considera que limitar los espacios para los autos convirti¨¦ndolos en peatonales o ciclistas tampoco funciona porque ocasionan cuellos de botella que generan m¨¢s poluci¨®n. ¡°Las v¨ªas alternas deben ser a la par y no en lugar de, se debe permitir la sana convivencia de todos los veh¨ªculos¡±, explic¨®.
Los autom¨®viles privados son, por mucho, el principal origen de la contaminaci¨®n en M¨¦xico. ¡°Los automovilistas son parte del problema, pero tambi¨¦n pueden ser parte de la soluci¨®n¡±, afirma Carre¨®n. El Hoy no circula, dice, no puede desaparecer porque colapsar¨ªa la ciudad. Deben de ponerse en marcha medidas estructurales que cambien los h¨¢bitos de los conductores. Greenpeace cree que deben aumentarse las restricciones del uso del coche privado. ¡°Debe desincentivarse su uso, aunque estas medidas enojen al p¨²blico y asusten a los pol¨ªticos¡±.
Greenpeace y el Centro Mario Molina han insistido en que las autoridades de la ciudad deben adoptar medidas como restringir los estacionamientos en las zonas p¨²blicas, realizar cargos por congesti¨®n a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes, eliminar los subsidios que favorecen al transporte privado y regular el transporte de carga, entre otras iniciativas. La doctora Castellanos recuerda otra medida que suele caer en el olvido en las urbes de alta concentraci¨®n demogr¨¢fica: "En la ciudad debe ponerse m¨¢s vegetaci¨®n".?
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