Trump y el Atl¨¦tico de Madrid
Los ataques del magnate son pol¨ªticamente incorrectos, pero muy eficaces para su causa
Los ¨²ltimos sondeos ubican a Hillary Clinton 10 puntos por encima de Donald Trump de cara a la elecci¨®n presidencial. No es un mal margen a favor de la dem¨®crata, salvo que hace seis meses era casi del doble. La ascensi¨®n contra todo pron¨®stico del empresario neoyorquino tendr¨ªa que hacernos m¨¢s cautos antes de descartarlo. Contra la opini¨®n de los expertos, logr¨® imponerse a los pol¨ªticos profesionales del partido republicano y conquistar el boleto para competir por la Casa Blanca en los comicios de noviembre.
Algo similar a lo que ha sucedido con el Atl¨¦tico de Madrid. Nadie pens¨® que los colchoneros podr¨ªan vencer en r¨¢pida sucesi¨®n al Barcelona y al Bayern M¨²nich, los dos favoritos para ganar la Champions este a?o. Los apostadores ofrec¨ªan 3 a 1 a favor de los catalanes, y pese a arruinar el pron¨®stico, el Atl¨¦tico fue objeto una vez m¨¢s del escepticismo generalizado al enfrentarse a los alemanes en la semifinal: los momios lo pon¨ªan 4 a 1 en desventaja contra el equipo de Guardiola, quien hoy rumia su derrota. Llegar¨¢n a la final con las probabilidades en su contra, pero yo no pondr¨ªa dinero con cargo a su derrota. La comparaci¨®n termina all¨ª. Lo que en el Atl¨¦tico ha sido una haza?a deportiva pre?ada de sacrificio y esfuerzo, la presencia de Donald Trump en la elecci¨®n final consuma la peor de las pesadillas. O casi la peor. Su arribo a la Casa Blanca parec¨ªa inimaginable, pero es una posibilidad que ya no podemos ignorar.
Trump puede ser evidenciado por sus mentiras sobre el empleo y la econom¨ªa, y no obstante experimentar un incremento en su popularidad
Se ha dicho que el triunfo de Trump en el partido republicano beneficia a los dem¨®cratas porque eso asegura su victoria en noviembre. La delantera que ostenta Hillary Clinton parecer¨ªa confirmarlo. Pero seis meses de distancia son una eternidad para alguien que ha mostrado tal consistencia en destrozar el sentido com¨²n pol¨ªtico.
Y vaya que lo ha destrozado. Trump puede confundir un 7Eleven con la tragedia de las Torres de Nueva York, o ser evidenciado por sus mentiras sobre el empleo y la econom¨ªa, y no obstante experimentar un incremento en su popularidad. Se dec¨ªa que hoy resulta imposible ganar una elecci¨®n sin el voto de los latinos, las mujeres, los afroamericanos y las muchas minor¨ªas que forman el mosaico de la sociedad estadounidense. Pero Trump la ha emprendido una y otra vez contra esos segmentos y se ha salido con la suya.
Lo que vendr¨¢ a continuaci¨®n pondr¨¢ en operaci¨®n esta estrategia. En la confrontaci¨®n con Hillary, el republicano explotar¨¢ a fondo sentimientos y atavismos mis¨®ginos inscritos en la cultura cotidiana del hombre y la mujer de la calle. Muchos de sus ataques ser¨¢n pol¨ªticamente incorrectos, como lo han sido en el pasado sus referencias a las minor¨ªas, pero resultar¨¢n tremendamente populares y, por ende, eficaces para su causa.
La misoginia ha sido un fil¨®n apenas explorado por el candidato porque no lo ha necesitado. Se ha mofado de la intervenci¨®n de las mujeres en la pol¨ªtica con menciones ocasionales a Hillary, a Angela Merkel y con frecuencia a Carly Fiorina, mientras esta sobrevivi¨® en la contienda por el bando republicano. Caus¨® estupor cuando atribuy¨® la hostilidad de la periodista Megyn Kelly a que ella se encontraba en su periodo menstrual, pero eso no mengu¨® su popularidad (¡°Pod¨ªas ver c¨®mo le sal¨ªa sangre de sus ojos. Le sal¨ªa sangre de su... donde sea¡±, dijo el candidato).
Lo que veremos en los pr¨®ximos meses ser¨¢ una estrategia perfectamente estudiada que apelar¨¢ a los prejuicios y al mal gusto para explotar a su favor el sexo de su rival. Hasta ahora la xenofobia, los miedos, la discriminaci¨®n y el ataque a las minor¨ªas le han proporcionado dividendos. A partir de este momento entra en juego una arma igualmente poderosa: la misoginia que respira en el alma de buena parte de los electores de a pie. Algo que no podemos subestimar, otra vez.
@jorgezepedap
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