Comienza en Pyongyang el congreso del partido ¨²nico para que Kim cimente su poder
El silencio rodea la primera jornada de una sesi¨®n que no se celebraba desde hace 36 a?os.
El nuevo Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea, la gran reuni¨®n parlamentaria del r¨¦gimen norcoreano, se inaugur¨® este viernes en medio de una opacidad casi total. Mientras los centenares de delegados se reun¨ªan en la Casa de la Cultura 25 de Abril, en el centro de Pyongyang, los 130 periodistas invitados por el Gobierno para cubrir el evento deb¨ªan permanecer a cerca de 200 metros. Ni la televisi¨®n, ni la prensa oficial, dedic¨® una atenci¨®n especial a la ocasi¨®n.?
El silencio no indica falta de importancia, sino todo lo contrario. Se espera que de este congreso salga una nueva generaci¨®n de dirigentes que refuercen al l¨ªder Supremo, Kim Jong-un, e intenten dar un nuevo empuje a la econom¨ªa, y que las autoridades proclamen a Corea del Norte una potencia nuclear. Tal es la solemnidad que se quiere dar al evento, que ni siquiera se permitir¨¢ que en estos d¨ªas se celebren bodas o funerales que puedan hacerle sombra.
Las calles de Pyongyang se han engalanado a lo largo de los ¨²ltimos d¨ªas con carteles en los que se leen lemas como ¡°Los camaradas Kim Il-Sung y Kim Jong-Il siempre con nosotros¡±. A lo largo de los ¨²ltimos 70 d¨ªas, el pa¨ªs ha quedado en ¡°estado de batalla¡±, como lo han descrito sus autoridades, para preparar un acontecimiento que no ocurr¨ªa desde hace 36 a?os, cuando Kim Jong-Un, su actual l¨ªder supremo, a¨²n no hab¨ªa nacido.
En el ¨²ltimo Congreso, el Sexto, a¨²n gobernaba el patriarca de la dinast¨ªa Kim, Kim Il-Sung. La econom¨ªa norcoreana era la envidia de vecinos como China, a¨²n muy por detr¨¢s. Pyongyang so?aba, pero solo so?aba, con contar alg¨²n d¨ªa con la bomba at¨®mica.
El S¨¦ptimo Congreso encuentra una Corea del Norte distinta. El r¨¦gimen a¨²n distribuye cupones de alimentos. Pero aunque siguen siendo una buena ayuda para unas familias de poder adquisitivo modesto, desde la hambruna de los 90 el r¨¦gimen ha perdido su monopolio sobre la alimentaci¨®n de los ciudadanos, que a fuerza de la necesidad de entonces han aprendido el valor del intercambio comercial y en muchas ocasiones han ido desarrollando sus propias fuentes de ingresos en el sector privado. Abundan las peque?as tiendas, los mercados, ejemplo de una iniciativa individual anta?o prohibida.
Tras los a?os de plomo de los noventa, y despu¨¦s de un primer paso que incluy¨® que los campesinos nocoreanos pudieran guardar parte de su cosecha, la econom¨ªa ha estado creciendo en la ¨²ltima d¨¦cada de manera modesta pero apreciable en el n¨²mero de gr¨²as, la mejor calidad de las prendas de vestir o en los productos disponibles en los grandes almacenes. Kim Jong-un y su padre. Kim Jong-il, han acometido grandes proyectos urban¨ªsticos, desde bloques de viviendas especiales para los cient¨ªficos, catedr¨¢ticos y otros privilegiados del r¨¦gimen, a delfinarios o cruceros por el r¨ªo Taedong. En parte, el nuevo Congreso servir¨¢ para ver c¨®mo reacciona el r¨¦gimen a las nuevas sanciones internacionales aplicadas contra el pa¨ªs, y el efecto que puedan tener en su econom¨ªa.
Corea del Norte tambi¨¦n cuenta ya con un peque?o arsenal de armas nucleares. En enero llev¨® a cabo su cuarta prueba nuclear, y los expertos consideran que la quinta podr¨ªa llegar durante el Congreso, que durar¨¢ un n¨²mero impreciso de d¨ªas.
Kim quiere aprovechar el congreso para recordar a sus ciudadanos cu¨¢nto, bajo su ¨¦gida en los ¨²ltimos cuatro a?os, se ha desarrollado el programa nuclear y bal¨ªstico, imprescindible, seg¨²n la narrativa del r¨¦gimen, para garantizar la supervivencia del pa¨ªs frente a la hostilidad estadounidense.
Tambi¨¦n para rodearse de funcionarios m¨¢s j¨®venes y de los que se f¨ªa m¨¢s. La transici¨®n del mando de su padre al suyo fue mucho m¨¢s r¨¢pida de lo anticipado, al morir aquel, y Kim Jong-un (a quien se le calculan 33 a?os de edad) hered¨® un r¨¦gimen anquilosado y formado por los hombres de confianza de su padre. Poco a poco ha ido eliminando a algunos: el caso m¨¢s notable es el de su t¨ªo, Jang Song-thaek, que hab¨ªa sido la mano derecha de Kim Jong-il, el mentor del nuevo L¨ªder Supremo en sus primeros tiempos al mando pero que acab¨® ejecutado en 2012. Ahora podr¨ªa introducir a gente de sus c¨ªrculos en el Comit¨¦ Central, que a su vez vota a los integrantes del Politbur¨®, el principal ¨®rgano del partido.
Seg¨²n analiza el experto John Pollack en el blog de la Brookings Institution de EEUU, ¡°la tarea m¨¢s acuciante e inmediata de Kim es poner en el poder a una nueva generaci¨®n de l¨ªderes que le sean leales y tengan los habilidades necesarias para hacer avanzar de alg¨²n modo las reducidas circunstancias econ¨®micas norcoreanas¡±.
Cuando se celebr¨® el ¨²ltimo congreso, la doctrina imperante, sumada a la ¡°Juche¡± o autarqu¨ªa que proclamara Kim Il-Sung, era la del ¡°Songbun¡±, o prioridad al estamento militar. A partir de ahora puede consagrarse una nueva consigna, ¡°Byong-jin¡±, o desarrollo del programa nuclear de modo sim¨¦trico al desarrollo econ¨®mico, de la que el l¨ªder supremo ya hab¨ªa comenzado a hablar en 2013.
Otro aspecto diferencia la reuni¨®n comenzada hoy de la de 1980. Entonces, China envi¨® una delegaci¨®n como observadora, en se?al de los c¨¢lidos lazos de amistad entre ambos vecinos. Hoy, con unas relaciones mucho m¨¢s fr¨ªas, esa delegaci¨®n ni est¨¢ ni se la espera.
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