La glaciaci¨®n isl¨¢mica. Mapa de Oriente Medio (3): Egipto.

El que fue principal protagonista de la primavera ¨¢rabe es ahora un agente mudo y ensimismado, sin apenas protagonismo exterior. La experiencia de los Hermanos Musulmanes egipcios en el poder es la otra cara de T¨²nez. Invisibles en un primer momento durante las revueltas, pronto consiguieron hacerse con la direcci¨®n del movimiento y tambi¨¦n con las mayor¨ªas electorales. No consiguieron, sin embargo, la aprobaci¨®n de una Constituci¨®n inclusiva, que conciliara las pretensiones de los laicos y de los islamistas. Una vez en el gobierno, su gesti¨®n econ¨®mica fue desastrosa y todav¨ªa m¨¢s la del orden p¨²blico. Empeor¨® la condici¨®n de la mujer, empujada por el rigorismo isl¨¢mico y por la delincuencia com¨²n. La egipcia fue una transici¨®n que jam¨¢s tom¨® velocidad. La plaza Tahrir, donde todo empez¨® contra Mubarak, se llen¨® de nuevo contra el presidente islamista Mohamed Morsi, hasta establecerse una alianza impl¨ªcita entre la izquierda laica y los militares para derrocar a este ¨²ltimo y devolver el poder a quienes nunca lo hab¨ªan abandonado desde el golpe de los Oficiales Libres en 1953.

Egipto era la pieza central del dispositivo de seguridad establecido entre EE UU e Israel para mantener la estabilidad en Oriente Pr¨®ximo y garantizar la supervivencia del Estado jud¨ªo. Los militares tienen encomendado el mantenimiento de la libre circulaci¨®n por el canal de Suez, el control de la frontera con la franja palestina de Gaza y la seguridad en el Sina¨ª, fronterizo con Israel, donde campan a sus anchas Al Qaeda y el EI, reclutando terroristas entre la poblaci¨®n beduina. Tras el golpe militar del general Al Sisi, Washington congel¨® la ayuda militar de 1.300 millones de d¨®lares que proporciona anualmente desde los acuerdos de paz de Camp David, pero a los dos a?os la ha restaurado de nuevo en aras de la estabilidad.

La represi¨®n contra los Hermanos Musulmanes ha sido devastadora, hasta devolver la secta isl¨¢mica a las catacumbas. M¨¢s de un millar de manifestantes islamistas murieron en las manifestaciones pac¨ªficas en protesta por el golpe. Decenas de miles m¨¢s han pasado por comisar¨ªas, c¨¢rceles y tribunales. Son centenares las penas de muerte dictadas contra los ¡®hermanos¡¯, empezando por la c¨²pula de la cofrad¨ªa y el propio presidente, aunque ninguna de ellas ha sido por el momento ejecutada. Aunque Al Sisi ha promovido una nueva Constituci¨®n y celebrado nuevas elecciones generales y presidenciales, las libertades se hallan restringidas en un r¨¦gimen militar que apenas necesita camuflarse y recibe m¨¢s parabienes que condenas por parte de la UE y Estados Unidos.