Costa Rica: de la ¡®primavera pol¨ªtica¡¯ al nubarr¨®n
El gobierno de Luis Guillermo Sol¨ªs cumple la mitad del cuatrienio lejos del color rosa del 2014; enfrenta obst¨¢culos estructurales, urgencias fiscales y un aumento de la inseguridad

Con urgencias fiscales, trabas por el sistema pol¨ªtico y un incremento de la violencia que no acaba de reconocerse, el gobierno de Luis Guillermo Sol¨ªs cumple esta semana la mitad de su mandato al frente de Costa Rica, el estable pa¨ªs centroamericano que en 2014 rompi¨® el a?ejo bipartidismo del siglo XX al elegir a este profesor universitario en medio de una burbuja de expectativas que ha ido cediendo el paso al escepticismo.
Sol¨ªs, representante de la l¨ªnea de centroizquierda del Partido Acci¨®n Ciudadana (PAC), cierra este lunes 8 de mayo sus dos primeros a?os despu¨¦s de la ola de entusiasmo electoral que lo hizo triunfar con el 78% de los votos. Su popularidad no supera ahora el 20% en las encuestas y enfrenta la resaca an¨ªmica desde sectores de presi¨®n poderosos, como grupos empresariales temerosos de un aumento en los impuestos o sindicatos de empleados p¨²blicos que adversan los intentos de recortes en gasto estatal.
Mientras, el gobierno ha debido enfrentar una inexperiencia confesa y problemas para satisfacer la oferta de ¡°cambio¡± que mencionaba el 8 de mayo de 2014 en su toma de posesi¨®n. ¡°Vivimos un momento hist¨®rico extraordinario: la decepci¨®n de muchos costarricenses con sus gobernantes, con la pol¨ªtica tradicional y sus estratagemas, se ha traducido en una resonante demanda de cambio, en una poderosa marejada que ha barrido a las viejas formas de administrar el poder. Un cambio creador y fresco, la primavera pol¨ªtica que ha hecho florecer al pa¨ªs con ilusi¨®n¡±, dec¨ªa entonces en el Estadio Nacional, cuando las altas expectativas lo inundaban.
La frase ¡°el gobierno del cambio¡± ha sido interpretada de mil maneras y en la mayor¨ªa de ellas ha resultado insatisfactoria, explica?el polit¨®logo Fernando Zeled¨®n, director de la Escuela de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Costa Rica (UCR). Sin embargo, diversos estudios de opini¨®n p¨²blica s¨ª muestran una mejor¨ªa en la percepci¨®n sobre corrupci¨®n, a favor de la administraci¨®n de Sol¨ªs, sin que tampoco falten peque?os cuestionamientos incluso desde dentro de su partido.
Otro indicador adverso es el de pobreza, que sigue estancada en un 21% de la poblaci¨®n
A su favor tambi¨¦n tiene el reconocimiento por el manejo de la crisis migratoria con 8.000 cubanos albergados durante cuatro meses en suelo tico y, para mayor impacto local: los indicadores macroecon¨®micos, al menos compar¨¢ndolos con el estancado entorno de Latinoam¨¦rica. Pretende acabar el 2016 con un crecimiento de 4%. Se lo reconocen economistas opositores y lo mencion¨® Sol¨ªs en su discurso anual ante la Asamblea Legislativa, en el que sin embargo advirti¨® que todo podr¨ªa desaprovecharse si los diputados no aprueba un incremento en los impuestos para evitar que el d¨¦ficit fiscal llegue al 8% al t¨¦rmino del cuatrienio (ahora roza el 6%). Es esta la discusi¨®n fiscal que activa pasiones y vetos, pues la mayor¨ªa de los opositores m¨¢s bien exigen recortar el gasto p¨²blico antes de discutir cualquier aumento en la carga fiscal.
Esta alianza opositora, al mando legislativo, la forman los actores de la ¨¦poca bipartidista, el Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN) y Unidad Social Cristiana (PUSC), adem¨¢s de peque?as y diversas fuerzas que han surgido en los ¨²ltimos 15 a?os con banderas ideol¨®gicas pero tambi¨¦n sectoriales, como los cristianos evang¨¦licos. Frente a ellos, el gobierno de Sol¨ªs ha ido negociando entre pruebas y errores, entre concesiones y chispazos de car¨¢cter. Propios y extra?os lo califican como un pol¨ªtico con empat¨ªa y buen talante, pero con dificultad para tomar decisiones. Tampoco la tiene f¨¢cil. Adem¨¢s de la atomizaci¨®n pol¨ªtica, hay consenso en que el Estado es un pantano de impedimentos, hipercontrolado entre instituciones y dominado en buena parte por mandos medios blindados por el sistema de empleo p¨²blico. A esto atribuye el Gobierno su atraso en el desarrollo de infraestructura p¨²blica, una de las principales demandas populares.
El problema que m¨¢s ha repuntado en las preocupaciones ciudadanas, sin embargo, es la inseguridad, jalonada por la lucha entre grupos de narcotraficantes en los centros urbanos. La tasa de homicidios volvi¨® a superar los 11 por cada 100.000 habitantes en el cierre de 2015 y una parte de la poblaci¨®n lo achaca a la interrupci¨®n de pol¨ªticas eficaces del gobierno de Laura Chinchilla.
Otro indicador adverso es el de pobreza, que sigue estancada en un 21% de la poblaci¨®n, ligada en buena medida a las dificultades para incorporar a la fuerza laboral al 10% de la poblaci¨®n que busca empleo y no consigue. La pobreza extrema, cuya eliminaci¨®n fue una promesa de campa?a de Sol¨ªs, m¨¢s bien ha aumentado y ahora alcanza al 7% de la poblaci¨®n.
¡°No sabemos bien si la gente escogi¨® a este gobierno para que redujera la pobreza o el desempleo. No sabemos si ese era el cambio o si el cambo era solo sacar al PLN, como podr¨ªa ser. Como sea, creo que ahora hay una experiencia de dos a?os y puede ser provechosa¡±, opina Iv¨¢n Barrantes, el estratega de imagen a quien se atribuye buena parte del ¨¦xito. Lo acusaron de querer vender la imagen del entonces candidato como si fuera una soda y de trivializar la propuesta pol¨ªtica.
Sol¨ªs recibi¨® 1,3 millones de votos y no falta quien se arrepienta. ¡°Hubo la idea de que su elecci¨®n iba a revolucionar la ruta que tra¨ªa Costa Rica, pero ¨¦l y cualquier gobierno tiene m¨¢rgenes de maniobra muy limitados. Su error est¨¢ en ponerse metas num¨¦ricas, plazos o cantidades, que se tornan en su contra al no poder cumplirlas¡±, comenta el polit¨®logo Fernando Zeled¨®n. A?ade que ya est¨¢n arm¨¢ndose las propuestas electorales para el 2018 y hay sectores interesados en que Sol¨ªs fracase, con la posible complicidad de una parte de la prensa.
Lo sabe Sol¨ªs, que en su discurso anual record¨® su intenci¨®n de no volver a postularse de nuevo a un cargo de elecci¨®n popular y admiti¨® que hay tareas pendientes en t¨¦rminos de credibilidad: ¡°hay que volver a creer¡±
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