Los socialdem¨®cratas alemanes se sumen en la incertidumbre

El Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) encuentra en sus hermanos austriacos la confirmaci¨®n de sus peores pesadillas. El lunes era el d¨ªa en el que, seg¨²n anunci¨® el fin de semana un conocido periodista, el vicecanciller y l¨ªder del partido, Sigmar Gabriel, ten¨ªa previsto anunciar su dimisi¨®n. El principal afectado reaccion¨® con humor y se compar¨® con Mark Twain, quien al ver su necrol¨®gica en un diario dijo que la noticia le parec¨ªa exagerada. El d¨ªa no acab¨® con la renuncia de Gabriel, sino con la muerte pol¨ªtica de su hom¨®logo al otro lado de la frontera germano-austriaca.

Pese a la reacci¨®n displicente de varios dirigentes socialdem¨®cratas, hace semanas que en Berl¨ªn se especula sobre la dimisi¨®n de Gabriel y su reemplazo por el alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz, o por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

Encuestas desastrosas

El vicecanciller alem¨¢n tiene enfrente a un partido en pie de guerra, que trata desesperadamente de revertir una situaci¨®n catastr¨®fica. Si no cambian las cosas, los socialdem¨®cratas encajar¨ªan en las elecciones federales del pr¨®ximo a?o su peor resultado hist¨®rico. Y peor a¨²n: el partido ultraconservador y antiinmigraci¨®n Alternativa para Alemania quedar¨ªa no muy lejos, a solo cinco puntos de distancia.

Gabriel, que el lunes admiti¨® que su formaci¨®n sufre una ¡°p¨¦rdida de confianza existencial¡±, se enfrenta a la esquizofrenia de gobernar con la democristiana Angela Merkel, y al mismo tiempo tratar de marcar un perfil social que atraiga a sus tradicionales votantes trabajadores. De ah¨ª nacen propuestas como la de impulsar un fuerte programa social para no dar la impresi¨®n a los sectores menos pudientes de que los recursos se dirigen solo a los refugiados y no dar alas as¨ª a la xenofobia. Pero esta propuesta, lanzada justo antes de las elecciones regionales de marzo, fue tachada de oportunista y no consigui¨® detener la sangr¨ªa de votos.

El acto en el que particip¨® Gabriel el lunes resumi¨® a la perfecci¨®n las contradicciones a las que se enfrenta el partido. Interven¨ªa una mujer que trabaja como limpiadora, que reproch¨® al l¨ªder del SPD las crecientes dificultades que atraviesa los trabajadores. ?Por qu¨¦ deber¨ªa votar a un partido que me pone en dificultades y no me da respuestas?, le pregunt¨®. Gabriel trat¨® de justificarse diciendo que los socios de Gobierno no hab¨ªan aceptado algunas de sus iniciativas. ?Y entonces por qu¨¦ segu¨ªs gobernando con la CDU?, repregunt¨® la mujer, cosechando un aplauso atronador ante un dubitativo Gabriel.