Robledo Puch, el mayor asesino en serie de la historia argentina, ve la luz por un d¨ªa

Entre el 15 de marzo de 1971 y el 3 de febrero de 1972, Carlos Eduardo Robledo Puch mat¨® a 11 personas por la espalda o mientras dorm¨ªan, viol¨® a 2 mujeres y cometi¨® 17 robos a mano armada. Cuando lo atraparon, la prensa encontr¨® de inmediato el apodo que merec¨ªa el que a¨²n hoy es el mayor asesino civil de la historia?argentina: el ?ngel de la muerte. Robledo Puch ten¨ªa a los 20 a?os, cuando fue detenido, unos rulos rubios que ca¨ªan sobre su rostro c¨¢ndido. Nacido en una familia adinerada, era un buen estudiante y dominaba tres idiomas: nada faltaba al personaje para convertirse en una leyenda negra de la criminolog¨ªa. A 44 a?os de su ¨²ltimo golpe, Robledo Puch es un hombre quebrado, silencioso, que ha pasado preso toda su vida adulta y el inicio de su vejez. Este martes abandon¨® por primera vez el penal de m¨¢xima seguridad de Sierra Chica para un chequeo m¨¦dico. La leyenda vio la luz y le record¨® al mundo que a¨²n sigue vivo.

La historia de Robledo Puch se inici¨® en 1970 con al asalto a una joyer¨ªa. En esos tiempos ten¨ªa un c¨®mplice llamado Jorge Ib¨¢?ez. La pareja cometi¨® sus dos primeros asesinatos un a?o despu¨¦s: el encargado y el sereno de una discoteca a los que sorprendieron dormidos. A estos dos hombres le siguieron el sereno de una casa de repuestos, un empleado de supermercados y dos mujeres a las que antes violaron. La pareja delictiva termin¨® abruptamente en agosto de 1971, cuando Ib¨¢?ez muri¨® en un accidente de auto lleno de dudas. Al poco tiempo, Robledo Puch se uni¨® a H¨¦ctor Somoza, con quien cometi¨® otros dos asesinatos. En 1972, tras el homicidio del empleado de una ferreter¨ªa, Robledo Puch mat¨® de un balazo a Somoza y le quem¨® la cara con un soplete para dificultar su identificaci¨®n. Fue su ¨²ltimo golpe: la polic¨ªa encontr¨® entre las ropas de Somoza la c¨¦dula de identificaci¨®n del ?ngel de la muerte y lo detuvo de inmediato.

En 1980 Robledo Puch fue condenado a prisi¨®n perpetua. M¨¢s de 40 a?os despu¨¦s ning¨²n juez le ha concedido la libertad condicional, pese a los reiterados pedidos del homicida. Robledo Puch siempre se declar¨® inocente y atribuy¨® los asesinatos a su socio Ib¨¢?ez. S¨ª admiti¨® algunos robos. Sin embargo, los jueces que rechazaron su primera solicitud de libertad escribieron en su fallo que Robledo Puch "jam¨¢s quiso estudiar" en prisi¨®n y "nunca se arrepinti¨® de sus cr¨ªmenes". Argumentaron adem¨¢s que el asesino no tiene familia alguna que lo reciba en caso de dejar la c¨¢rcel.

El m¨®vil de los cr¨ªmenes de Robledo Puch nunca estuvo claro. La Sala que lo conden¨® lo consider¨® ¡°un psic¨®pata con plena capacidad para comprender la criminalidad de sus actos", proveniente de un "hogar leg¨ªtimo y completo, ausente de circunstancias higi¨¦nicas y morales desfavorables". Sus primeros a?os en prisi¨®n los pas¨® en pabellones psiqui¨¢tricos, hasta que en 1977 fue trasladado a Sierra Chica, uno de los m¨¢s seguros de Argentina. El propio Robledo Puch pidi¨® que lo encerraran en el sector destinado a presos homosexuales. Su nombre permaneci¨® en silencio hasta que en 2008 decidi¨® abrirse, poco a poco, a la prensa.

El periodista Rodolfo Palacios fue el primero en conseguir una entrevista con el asesino, que luego convirti¨® en encuentros peri¨®dicos y, finalmente, en un libro que titul¨® El ¨¢ngel negro. Palacios ha sido testigo de algunos de los desvar¨ªos m¨¢s c¨¦lebres de Robledo Puch. ¡°En sus delirios so?aba con ser el heredero del [expresidente] Juan Domingo Per¨®n y lleg¨® a decir que en 1982 se propuso como soldado voluntario para combatir en la Guerra de Malvinas. Tambi¨¦n quer¨ªa actuar como doble de riesgo en una pel¨ªcula sobre su vida: pretend¨ªa que su papel fuera interpretado por Leonardo DiCaprio y que lo dirigiera Quentin Tarantino¡±, escribi¨® Palacios. En una ocasi¨®n dijo a los jueces que, en caso de salir libre, asesinar¨ªa a la presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. En otra se ofreci¨® para colaborar con la seguridad en la provincia de Buenos Aires al frente de una jaur¨ªa de perros salvajes. As¨ª es Robledo Puch, el asesino civil m¨¢s famoso de Argentina. El martes sali¨® de la c¨¢rcel por primera vez en 44 a?os, aunque solo por un d¨ªa. Puede que su condena a prisi¨®n perpetua solo se interrumpa con la muerte.