Una peque?a aldea de L¨ªbano ve c¨®mo uno de sus hijos preside ya Brasil

Una peque?a aldea de L¨ªbano ha estado especialmente pendiente de Brasil en los ¨²ltimos d¨ªas porque Michel Temer, el hijo de dos vecinos, es desde este jueves el nuevo presidente interino del gigante sudamericano. Los familiares que a¨²n tiene en Btaaboura y parte de los 300 vecinos se han reunido este viernes en la calle principal que, desde la ¨²ltima visita del entonces vicepresidente, en 2011, le rinde homenaje. ¡°Calle Michel Temer, vicepresidente de Brasil¡±, se lee en portugu¨¦s y ¨¢rabe.

Con un bote de pintura en mano, Bassam Barbar, primo de Temer y alcalde del poblado, ha actualizado el cartel borrando el vice. M¨¢s de un centenar de vecinos, entre ellos una docena de la familia Temer, ha aplaudido al tiempo que una joven bailaba la danza del vientre al son de los tambores. ¡°Estoy muy orgulloso de mi padrino¡±, dice emocionado Alain Temer, estudiante de ingenier¨ªa civil de 21 a?os y ahijado del nuevo jefe del Estado brasile?o. ¡°Sali¨® de un pueblo de 200 habitantes y hoy es presidente de un pa¨ªs de 200 millones¡±, espeta.

¡°Estamos muy orgullosos y espero que represente a los brasile?os tan bien como lo ha hecho con los habitantes del poblado de Btaaboura y de L¨ªbano¡±, asegura Barbar, el regidor.

De Btaaboura, una aldea greco-ortodoxa en este pa¨ªs de 18 confesiones situada a 70 kil¨®metros al norte de Beirut, emigraron los padres del presidente. Aceitunero como la mayor parte de los hijos de este pueblo, Nahul Temer busc¨® fortuna en Brasil en 1925. Se llev¨® a los tres hijos que hab¨ªan nacido en Btaaboura y tuvo otros tres en Brasil. Solo Michel, de 75 a?os y el benjam¨ªn, y Abid, siguen con vida.

Este viernes, sus vecinos festejaban su nombramiento en L¨ªbano, un pa¨ªs que lleva dos a?os hu¨¦rfano de presidente por falta de acuerdo entre los partidos, y pese a que haya llegado a lo m¨¢s alto de rebote, tras la aprobaci¨®n del proceso de impeachment de Dilma Rousseff.

¡°Orgullo¡± es la palabra que resuena de boca en boca en esta aldea que el menor de los Temer ha pisado dos veces en su vida. La primera, como representante del Parlamento de Brasil en 1997 y junto a su primera esposa, con la que tuvo tres hijas. La segunda, en 2011 ya como vicepresidente del Gobierno y con su tercera mujer, Marcela, de 32 a?os, con la que tiene un hijo.

En Btaaboure dicen saber poco de la pol¨ªtica brasile?a, aunque todos se apresuran a exculpar de cualquier cargo a quien consideran su hijo predilecto: ¡°No creo en las acusaciones de corrupci¨®n. Ni tampoco ha dado un golpe de Estado, puesto que le han nombrado las instituciones del pa¨ªs¡±, defiende Nizar Temer, primo del presidente.

En las calles del pueblo resuena el portugu¨¦s, herencia de los lazos que unen a sus vecinos con los m¨¢s de 2.000 familiares asentados en Brasil. Mariam Bou Ghassam, en la sesentena, est¨¢ de visita y se ha acercado a felicitar a la familia Temer. Lleva 55 a?os viviendo en S?o Paulo. ¡°La gente en Brasil no est¨¢ contenta con la situaci¨®n econ¨®mica. Espero que en dos a?os Michel ponga las cosas en su sitio¡±, comenta optimista.

¡°Estudiamos en el mismo instituto, y siempre fue un estudiante brillante ¡±, cuenta Elias Bajish, electricista de 70 a?os. Sus padres emigraron con los de Michel a Tiet¨º, localidad brasile?a donde nacieron y crecieron ambos. ¡°Era una ciudad muy peque?a en la que tan solo pod¨ªamos ir al cine o pasear en los parques. Hoy ha crecido mucho¡±, recuerda.

En el sal¨®n de su casa, Nizar muestra las instant¨¢neas que tom¨® junto a su primo Michel durante la visita que le hizo en Brasil en 1997. Le define como un hombre inteligente, cari?oso y cercano. ¡°Cuando vino a Btaaboure en 2011 salud¨® a cerca de 2.000 personas una por una¡±, apostilla. La casa colindante a la de Nizar y que yace en ruinas pertenece tambi¨¦n a Michel Temer. ¡°Se emocion¨® al verla¡±, dice la tambi¨¦n prima Sumaya Temer quien guarda un retrato del padre de Michel en su comedor. Ninguno de sus primos ha logrado contactar a¨²n con ¨¦l al tel¨¦fono para felicitarle. Y cuando lo hagan, ser¨¢ en franc¨¦s, dice Sumaya: ¡°Porque Michel aunque entiende algo, no habla ¨¢rabe¡±.