Esmeraldas: un negocio popular y opaco en Colombia

La v¨ªa principal para llegar a Muzo, un pueblo de casi 10.000 habitantes en el occidente de Boyac¨¢, est¨¢ paralizada desde hace dos meses. Un derrumbe generado por la lluvia ha mantenido a este municipio, considerado la capital mundial de las esmeraldas, aislado. Para abastecerse de los productos b¨¢sicos, los m¨¢s osados han tenido que utilizar v¨ªas alternas. Sin pavimentar y peligrosas. Muzo, de donde hace algunos sali¨® una de las esmeraldas m¨¢s grandes del mundo (Fura) y una de las m¨¢s valiosas (Tena) a duras penas recibe lo que merece.

La localidad boyacense ejemplifica la cruda realidad de uno de los s¨ªmbolos nacionales de Colombia. El negocio de las esmeraldas atraviesa por un buen momento, a tenor de las cifras de la Federaci¨®n Nacional de Esmeraldas: 2015 cerr¨® con un aumento del 27% en las exportaciones. Seg¨²n datos del Ministerio de Minas, la producci¨®n de repunt¨® en un 15% pasando de 1.551.549 a 2.167.110 quilates. Las esmeraldas representaron el a?o pasado el 14% de la producci¨®n de los minerales no met¨¢licos y alrededor del 2,4% del PIB minero.

Pero m¨¢s all¨¢ de estos n¨²meros, el negocio sigue estando presidido por una opacidad y evidencia una falla hist¨®rica: la fragilidad del Estado en el control que ejerce sobre este tipo de miner¨ªa. En Muzo, por ejemplo, la explotaci¨®n y la comercializaci¨®n de esmeraldas supone el primer rengl¨®n de su econom¨ªa, pero el dinero que recibe el municipio apenas llega al 3% del presupuesto municipal. Muy poco, si se tiene en cuenta que tan solo un quilate de esta piedra preciosa se vende en el mercado en precios que van desde los 25 hasta los 100.000 d¨®lares.

Muzo no solo no tiene lo que deber¨ªa por su riqueza minera, tambi¨¦n ha tenido que vivir desde los a?os sesenta en medio de una ¡®guerra verde¡¯, desatada por quienes buscan el control del negocio de las esmeraldas. Un informe de la Contralor¨ªa General de la Naci¨®n se?ala que ¡°la explotaci¨®n de esmeraldas en el occidente de Boyac¨¢ es el ejemplo m¨¢s paradigm¨¢tico de la desidia del Estado por controlar la explotaci¨®n de un recurso no renovable de su propiedad¡±. En la pr¨¢ctica, dice la entidad, ¡°se ha cedido en el control del orden p¨²blico y la explotaci¨®n de las minas ha sido usufructuada, en apreciable medida, por organizaciones amparadas por el poder de la fuerza o por sus nexos con grupos armados al margen de la ley. En los municipios productores de esmeraldas confluyen violencia y degradaci¨®n social con poderosos empresarios y grupos armados, vinculados algunos con bandas de narcotraficantes y paramilitares, que el Estado ha tolerado durante d¨¦cadas¡±.

Ninguna autoridad colombiana es capaz de obviar lo que evidencia la Contralor¨ªa. Tres a?os despu¨¦s de la muerte de V¨ªctor Carranza, el zar de las esmeraldas, due?o m¨¢ximo de la extracci¨®n y la producci¨®n del valioso mineral, la lucha por el control del negocio ilegal, contin¨²a. Solo en abril, hubo dos operaciones contra patrones de las esmeraldas. La Polic¨ªa detuvo a principios de mes en Marip¨ª (Boyac¨¢) a un reconocido esmeraldero, Horacio Triana, a quien se investiga por haber querido atentar contra Carranza en el pasado. Pocos d¨ªas despu¨¦s, se captur¨® a 10 funcionarios y exfuncionarios colaboradores de otro esmeraldero, Pedro Nel Rinc¨®n, tambi¨¦n conocido como Pedro Orejas¡¯. Entre los detenidos hab¨ªa un fiscal, un exjuez y varios abogados.

El senador del Polo Democr¨¢tico Iv¨¢n Cepeda, coautor de ¡®Victor Carranza, alias El Patr¨®n¡¯, un libro que repasa el lado m¨¢s oscuro de uno de los s¨ªmbolos m¨¢s populares de Colombia, recuerda que, a diferencia de otros negocios ilegales, en el caso de las esmeraldas, a tratarse de un mineral precioso, la conexi¨®n con las ¨¦lites hace que, en muchas ocasiones, est¨¢s hayan mirado para otro lado. ¡°Cada vez que se ha intentado regular el negocio, ha sido en vano¡±, sigue advirtiendo Cepeda.

Boyac¨¢, un departamento cercano a Bogot¨¢, es donde se concentra el 68% del total de t¨ªtulos para la explotaci¨®n de esmeraldas en Colombia, seg¨²n la Agencia Nacional de Miner¨ªa. El organismo asegura que el a?o pasado el valor de los quilates de esmeraldas exportados alcanz¨® algo m¨¢s de 18 millones de d¨®lares. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (DANE), ¡°en el a?o 2015 el principal destino de las exportaciones de esmeraldas fue la Zona Franca Permanente Bogot¨¢ con una participaci¨®n de 92,3%. El segundo destino (un 3,3%) fue Hong Kong.

Una de las paradas obligadas para cualquier turista, y no solo, que haya pasado por Bogot¨¢ es la compra, o al menos el intento, de una de estas piedras preciosas. La confluencia en el centro de la capital de la Jim¨¦nez y con la S¨¦ptima, dos de las calles m¨¢s transitadas, es un hervidero de vendedores de esmeraldas. Los negocios florecen en cada esquina como el silencio cuando a los vendedores se les pregunta por el origen y la calidad de las piedras. ¡°Es un negocio lindo¡±, se les oye repetir.