Lucha contra un final de pel¨ªcula
El club de barrio en el que se rod¨® 'Luna de Avellaneda', ahogado como otros por la subida de la luz en Argentina
Salvo el nombre, todo en el club Juventud Unida de Llavallol es igual a la pel¨ªcula Luna de Avellaneda que Juan Jos¨¦ Campanella rod¨® all¨ª con Ricardo Dar¨ªn en 2004. Un barrio trabajador, en el sur fabril de Buenos Aires, rodeado de industrias activas y centros de recreo de los grandes sindicatos. Y un club de barrio que trata de sobrevivir.
Tanto en la pel¨ªcula como en la realidad, en el epicentro de esa clase media argentina que se desplom¨® hace tiempo, lucha para resistir este club humilde, con pasado glorioso de bailes multitudinarios. Los mismos que retrat¨® Campanella y recuerda Nelly, de 70 a?os, que ven¨ªa aqu¨ª a bailar tango cuando ten¨ªa 20 y ahora trae a su nieta a aprender patinaje en la misma sala que inmortaliz¨® la pel¨ªcula. "Espero que no cierre, ser¨ªa una pena, es muy lindo para los chicos", dice Nelly mientras espera muerta de fr¨ªo ¡ªno hay calefacci¨®n y el oto?o est¨¢ siendo duro¡ª a que termine la clase en la que una veintena de ni?as realiza piruetas imposibles. La sala de trofeos da cuenta de sus ¨¦xitos.
El club, una instituci¨®n clave en todos los barrios argentinos ¡ªhay algunos privados muy caros y miles como este que son agrupaciones sociales con tarifas muy bajas¡ª sufre una crisis similar a la de la pel¨ªcula. Ya super¨® la de 2001, que fue muy dura. Ahora llega otra inesperada: el tarifazo, la subida de luz, gas, agua y transporte decretada por Mauricio Macri para reducir los millonarios subsidios con los que los Kirchner manten¨ªan baj¨ªsimo el precio de la energ¨ªa.
En la pel¨ªcula, el club termina cerrando. El Juventud Unida de Llavallol rompi¨® ese maleficio y piensa volver a hacerlo. Pero lo est¨¢ pasando mal. "Estamos en el peor momento de los ¨²ltimos 15 a?os", explica Liliana Reboredo, la tesorera. "La boleta de la luz de abril no la pagamos y en 10 d¨ªas nos va a llegar el aviso de corte. Si pagamos la de abril no s¨¦ si vamos a poder pagar la de mayo. Y cuando nos llegue la boleta de agua y gas, a¨²n menos. Nos podemos morir de fr¨ªo por no prender la calefacci¨®n, pero el club no puede funcionar a la luz de las velas y sin agua. Y ahora, en un mes, a las 17.00 ya oscurece y hay que prender la luz", explica.
La factura el¨¦ctrica pas¨® de 3.000 pesos (209 d¨®lares) cada dos meses a 8.700 (600 euros) cada mes en abril. Se multiplic¨® por seis, (un 580%). El club, organizado por trabajadores, cobra 60 pesos (4,1 d¨®lares) por familia a sus 300 socios. Por el patinaje, la estrella, cobran 300 pesos (21 euros) al mes. Los gestores no pueden ni quieren subir la cuota mucho m¨¢s. "La gente no lo podr¨ªa pagar y tenemos una misi¨®n social. Ahora se organizan rifas para ayudar a los chicos. ?Vamos a tener que organizar una rifa para pagar la luz? ?Es un disparate!", se?ala la tesorera.
Iris Pardal, la presidenta, es optimista a pesar de todo. "El club tiene 87 a?os y va a seguir en pie. Ya cambiamos el final de la pel¨ªcula. Ahora tampoco vamos a cerrar, pero estamos preocupados. Deber¨ªan cobrarnos la tarifa social. Somos un club de referencia. Viene gente del barrio, de todos los extractos sociales, y para pat¨ªn llegan nenas de afuera porque es uno de los mejores clubes de la zona", cuenta orgullosa.
Despu¨¦s del esc¨¢ndalo que han provocado los problemas de este club y otros muchos, y con la presi¨®n incluso del propio Campanella, que pidi¨® en twitter al Gobierno de Macri, al que ¨¦l ha apoyado, que aplique una tarifa social a estas instituciones, el Ejecutivo ha prometido que en un par de semanas lo har¨¢ y habr¨¢ subsidios. Parece que los clubes se salvar¨¢n con ayudas p¨²blicas.
M¨¢s dif¨ªcil lo tiene la biblioteca popular que funcionar dentro del propio club y usa la gente m¨¢s humilde del barrio. "Nos han doblado el alquiler, nuestros socios pagan 20 pesos (1,25 euros) y con la crisis esto es lo primero que van a dejar. Esto acaba mal", se inquieta Guadalupe. Macri insiste en que el pa¨ªs vive el peor momento y en el segundo semestre todo mejorar¨¢. Muchos conf¨ªan en que amaine, pero la tormenta est¨¢ siendo m¨¢s dura de lo esperado.
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