Los fraudes afectan a varias misiones de Naciones Unidas
Informes internos denuncian irregularidades en otros despliegues de la ONU. La reventa de combustible y las licitaciones son ¨¢reas sensibles
Adem¨¢s, de en L¨ªbano, los casos de reventa fraudulenta de raciones de comida son denunciados en informes internos de la ONU en otras de las 16 misiones que actualmente tiene desplegadas en el extranjero. ¡°El fraude de alimentos es solo la punta del iceberg¡±, dice desde el anonimato un militar de Naciones Unidas con m¨¢s de tres d¨¦cadas de experiencia en misiones de paz. Del presupuesto de 7.195 millones de euros que destina la ONU a las misiones de paz en el extranjero para el a?o contable de 2015/2016, una media de 280 millones se consignan a alimentos frente a los 924 destinados al consumo de combustible en tierra, mar y aire.
Sin necesidad de hilar una trama que requiere una elaborada log¨ªstica y recursos humanos como es el caso de la reventa de alimentos, la falsificaci¨®n de facturas de combustible es com¨²n. ¡°La gesti¨®n de combustible es un ¨¢rea de alto riesgo para la organizaci¨®n¡± admite un informe de la Oficina de Servicios de Supervisi¨®n Interna de Naciones Unidas (OIOS), con sede en Nueva York.
A ello se suman licitaciones concedidas fraudulentamente por funcionarios y militares de Naciones Unidas a cambio de recompensas econ¨®micas. En las misiones de Hait¨ª, Afganist¨¢n e Irak, un informe de la Asamblea General de la ONU fechado en febrero de 2007 valora en 7,8 millones de euros las p¨¦rdidas incurridas debido a contratos desventajosos para la organizaci¨®n.
En otro contrato concedido a la empresa Sky Link por el mantenimiento de operaciones en la misi¨®n de Sud¨¢n se valoran p¨¦rdidas por 7,9 millones de euros. Y la lista sigue sumando p¨¦rdidas de decenas de millones de euros en fraudes que implican a soldados internacionales. Una corrupci¨®n que merma la imagen de una instituci¨®n mancillada desde 2006 con repetidas acusaciones de abusos sexuales contra soldados desplegados en misiones de paz. La ¨²ltima remonta al pasado mes de marzo, dando pie a una investigaci¨®n abierta a soldados franceses por abusos a ni?as centroafricanas.
¡°Es imposible ir contra el sistema¡±, se lamentan los trabajadores internacionales y locales de Unifil consultados, que han se?alado numerosas deficiencias a sus superiores. Aquellos que intentan denunciar los fraudes son presa de una estructura militar vertical y altamente jerarquizada y con cuyos superiores volver¨¢n a compartir oficina en sus pa¨ªses de origen una vez finalizada la misi¨®n. Seg¨²n estos trabajadores, son los m¨¢ximos responsables de la pir¨¢mide militar quienes ahogan los esc¨¢ndalos con una pol¨ªtica de laisser faire con tal de que no lleguen a la opini¨®n p¨²blica.
La escasez de personal y la constante rotaci¨®n de los trabajadores internacionales ha permitido el enraizamiento de redes fraudulentas en las misiones en el extranjero. Tanto empleados locales como internacionales de la ONU se quejan del enquistamiento de un pu?ado de trabajadores locales que, aprovechando la periodicidad de las rotaciones, quedan a cargo de contratos millonarios.
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