Adi¨®s a las minas del Jord¨¢n

El camino a Qasar al-Yahud ¡ªla Fortaleza del Jud¨ªo¡ª est¨¢ rodeado de un paisaje inh¨®spito, salpicado de antiguos templos cristianos en ruinas que a¨²n conservan, sin cicatrizar, las heridas de la Guerra de los Seis D¨ªas. Los edificios, en los que hace 50 a?os rezaban hasta siete confesiones religiosas diferentes, permanecen inaccesibles a los peregrinos. A uno y otro lado de la fantasmal senda que hay que atravesar para llegar a la orilla del Jord¨¢n, llamativos carteles con la inscripci¨®n ¡°Peligro, minas¡± disuaden en ingl¨¦s, hebreo y ¨¢rabe a los visitantes de abandonar la pista flanqueada por una valla met¨¢lica de m¨¢s de dos metros de altura. Es la forma de llegar por la vertiente oeste del r¨ªo, en Cisjordania, hasta el lugar donde, seg¨²n la tradici¨®n cristiana, fue bautizado Jesucristo. Cada a?o, seg¨²n las cifras oficiales manejadas por la Custodia de Tierra Santa, m¨¢s de medio mill¨®n de peregrinos se acercan para rememorarlo bautiz¨¢ndose.

En junio de 1967, en el transcurso de la contienda con Jordania, Siria y Egipto, Israel ocup¨® la totalidad de la pen¨ªnsula del Sina¨ª, la Franja de Gaza, los Altos del Gol¨¢n sirios, Cisjordania y Jerusal¨¦n Este. Para proteger a los colonos del valle del Jord¨¢n, en las inmediaciones de Jeric¨®, y evitar que el enemigo usara como trinchera los templos, Israel min¨® parte de la frontera con el reino hachemita. Durante d¨¦cadas, hasta 2011, al lugar solo se pod¨ªa acceder con permiso especial de las autoridades israel¨ªes y escoltados por sus fuerzas de seguridad.

El cauce del r¨ªo es tan estrecho en esa parte que es posible hablar con los peregrinos que se bautizan en el lado jordano. ¡°Hay pol¨¦mica por determinar en qu¨¦ lado Juan bautiz¨® a Cristo, pero la columna de m¨¢rmol coronada por una cruz en el centro del r¨ªo nos recuerda que, a ambos lados, se trata de un lugar sagrado¡±, explica el franciscano espa?ol Artemio V¨ªtores, exvicecustodio de Tierra Santa que vive en Jerusal¨¦n desde 1970.

Jordania, a ra¨ªz del acuerdo de paz firmado con Israel en 1994, se apresur¨® a limpiar de minas su lado de la frontera y a acondicionar Al-Maghtas ¡ªreconocido por la Unesco patrimonio de la humanidad¡ª para recibir turistas y peregrinos. En 2011 Israel desmin¨® una peque?a parte de Qasar al-Yahud facilitando que el lado occidental de la ribera, en los territorios ocupados palestinos, fuese tambi¨¦n accesible sin necesidad de permisos especiales, aunque con restricciones de movimiento. Con anterioridad, instal¨® duchas en las que el agua procede directamente del r¨ªo y grandes ba?eras en las que bautizarse por inmersi¨®n para evitar las aglomeraciones de peregrinos en la orilla que, hasta esa fecha, se formaban en contadas ocasiones. Ahora la zona se puede visitar a diario, pero el vasto territorio en el que las principales confesiones religiosas cristianas erigieron sus templos permanece inaccesible. Aunque por poco tiempo.

La organizaci¨®n brit¨¢nica Halo Trust, la mayor del mundo dedicada al desminado, que lleva trabajando en Cisjordania dos a?os, ha obtenido el permiso de las autoridades israel¨ªes, palestinas y de las ocho confesiones religiosas cristianas afectadas para comenzar a limpiar de artefactos explosivos el terreno. El Jord¨¢n a su paso por Qasar al-Yahud es un lugar venerado por los jud¨ªos, que creen que por ah¨ª cruzaron los primeros israelitas hacia Cana¨¢, la tierra prometida.