C¨®mo Vietnam define la presidencia de Barack Obama
El presidente inicia su primer viaje a un pa¨ªs clave en la contenci¨®n de China, cuatro d¨¦cadas despu¨¦s del fin de la guerra
Barack Obama es el primer presidente liberado del trauma de Vietnam. Pero este pa¨ªs, en el que el lunes inicia una visita de tres d¨ªas, ha marcado sus decisiones de manera insospechada. Vietnam es, para Obama, un socio comercial y militar potencial en la contenci¨®n de China: una pieza clave en el giro estrat¨¦gico a Asia, objetivo de su presidencia. Tambi¨¦n es un viejo enemigo con el que la primera potencia ha normalizado sus relaciones: un modelo para Cuba o Ir¨¢n. Y, aunque ¨¦l ten¨ªa 13 a?os cuando despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada Estados Unidos se retir¨® de Vietnam, el legado de aquella guerra es clave para entender cada una de sus decisiones sobre si enviar tropas a otros pa¨ªses o retirarlas.
Nacido en 1961, Obama no tiene ning¨²n v¨ªnculo emocional con Vietnam. Era demasiado joven para verse envuelto en los debates sobre la guerra y para participar en los combates o, como sus antecesores George W. Bush y Bill Clinton, eludirlos. Al contrario que pol¨ªticos de la generaci¨®n anterior, no fue Vietnam en los a?os sesenta o setenta lo que activ¨® su conciencia pol¨ªtica, sino el apartheid en Sud¨¢frica en los a?os ochenta. Para Obama es un recuerdo borroso. Este es el primer viaje de su presidencia a Vietnam, pa¨ªs que Clinton y Bush visitaron. En Hanoi y Ho Chi Minh, como despu¨¦s, en la segunda etapa de viaje asi¨¢tico, en Hiroshima, intentar¨¢ pasar p¨¢gina de dos cap¨ªtulos dolorosos en la historia de EE UU. No es sencillo.
Marvin Kalb, veterano periodista y profesor em¨¦rito en la Harvard Kennedy School, recuerda un dato esencial: Vietnam, donde murieron casi 60.000 norteamericanos, es la primera guerra que EE UU pierde en su historia. Desde entonces ning¨²n presidente escapa a su sombra. Ni siquiera Obama, quien lleg¨® a la presidencia en 2009 con la voluntad de ser el primer presidente post-Vietnam y post-Guerra Fr¨ªa. Siempre ha mantenido una relaci¨®n ambivalente con aquella guerra: no era la suya, pero inevitablemente la ten¨ªa en mente a la hora de retirarse de Irak, reducir a un m¨ªnimo la presencia en Afganist¨¢n o evitar una intervenci¨®n en Siria.
¡°Cuando era candidato a la presidencia, en el verano de 2008, hizo un viaje a Oriente Medio¡±, explica Kalb, coautor de Haunting legacy, una cr¨®nica de la influencia de la guerra en las sucesivas presidencias, desde Gerald Ford a Barack Obama. ¡°Fue a Afganist¨¢n, v¨ªa Kuwait¡±, dice. ¡°Se hizo acompa?ar de dos amigos senadores, el dem¨®crata Jack Reed de Rhode Island, y el republicano Chuck Hagel, de Nebraska. Durante el vuelo de 13 horas, seg¨²n ambos senadores, Obama s¨®lo habl¨® de un tema: la guerra de Vietnam". No quer¨ªa hablar de Irak ni de Afganist¨¢n. "El motivo es que, en su mente, hay un v¨ªnculo directo entre la guerra de Vietnam y las guerras de Afganist¨¢n e Irak¡±.
Ya en la Casa Blanca, a Obama le irritaba escuchar a sus asesores m¨¢s veteranos, como el fallecido diplom¨¢tico Richard Holbrooke, mencionar las lecciones de Vietnam aplicadas a pa¨ªses como Afganist¨¢n. No quer¨ªa o¨ªr hablar de Vietnam. Pero Vietnam segu¨ªa all¨ª. ¡°No quiere que domine su pensamiento¡±, dice Kalb. ¡°Y sin embargo acaba siendo uno de los principales factores que debe tener en cuenta cuando env¨ªa tropas a luchar en cualquier guerra. ?Estaremos en la misma posici¨®n que en Vietnam? ?Cu¨¢nto durar¨¢ esta guerra? ?Cu¨¢ntas personas debemos enviar? ?Podemos ganarla?¡±
Obama abandonar¨¢ en enero la Casa Blanca sin haber concluido del todo las dos guerras que hered¨® de Bush: Irak y Afganist¨¢n. El fantasma del empantanamiento, de las muertes in¨²tiles, de la guerra sin objetivos claros ni final a la vista es el fantasma de Vietnam. Y hoy es algo m¨¢s: un contrafuerte ante las ambiciones chinas y un ejemplo de c¨®mo cerrar las heridas tras un enfrentamiento de d¨¦cadas. ?Y la guerra? ?Seguir¨¢ obsesionando a futuros presidentes? ¡°No puedes darle la espalda a la historia¡±, dice Kalb. ¡°?Por qu¨¦ el presidente no env¨ªa 200.000 tropas a Siria? Porque no sabes si servir¨¢. Quiz¨¢ tendr¨¢s que enviar a 200.000 m¨¢s. Y despu¨¦s de muchos a?os de guerra, de muchas bajas, de efectos econ¨®micos, no sabes si ganar¨¢s¡±. El trauma perdura.
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