?El fin de la pol¨¦mica sobre los Redskins de Washington?

Una encuesta publicada por el diario The Washington Post puede dar carpetazo a una pol¨¦mica de varias d¨¦cadas en torno al nombre del equipo de f¨²tbol americano de la capital de Estados Unidos, los Redskins de Washington. La pol¨¦mica ha llegado a contar con la opini¨®n hasta del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que abog¨® hace tres a?os por cambiar el nombre del equipo al considerarlo ofensivo. Sin embargo, nueve de cada diez americanos nativos consultados por el Post no est¨¢n de acuerdo.

La conversaci¨®n sobre si los Redskins ¡ª¡°pieles rojas¡±¡ª deb¨ªan cambiar su t¨ªtulo, su mascota y hasta sus s¨ªmbolos ha afectado a pr¨¢cticamente todos los ¨¢mbitos. El presidente se declar¨® a favor de buscar un nuevo t¨ªtulo, como la alcaldesa de la ciudad y una mayor¨ªa de senadores, que en 2014 escribieron una carta a Daniel Snyder, due?o del equipo para que reconsiderara su postura. Un locutor de televisi¨®n del programa Sunday Night Football de NBC anunci¨® en 2013 que no emplear¨ªa la palabra ¡°Redskins¡± para referirse al equipo de Washington y el Post se sum¨® a la corriente declarando que tampoco aparecer¨ªa en sus editoriales.

El caso tambi¨¦n avanza en los tribunales, donde la activista Amanda Blackhorse ha logrado que la justicia retire a la empresa due?a del equipo las patentes sobre la marca Redskins. La sentencia se ampar¨® en que la ley de patentes impide registrar nombres ¡°que puedan menospreciar o faltar el respeto a personas, instituciones, creencias o s¨ªmbolos nacionales¡±. Anteriormente, la Comisi¨®n Federal de Comunicaciones lanz¨® una iniciativa para pedir a periodistas y locutores de radio y televisi¨®n que buscasen alternativas para no pronunciar ¡°Redskins¡± en antena. Su razonamiento es que si la palabra cae hundida en el silencio, tambi¨¦n lo har¨¢ su inter¨¦s econ¨®mico, y los due?os tendr¨¢n un nuevo incentivo para cambiar de t¨ªtulo.

¡°Los resultados de la encuesta confirman una realidad alentadora aunque poco sorprendente: los americanos nativos no han permitido que el insulto a la que les ha sometido la NFL defina la imagen que tienen de s¨ª mismos¡±, declar¨® en un comunicado la organizaci¨®n Change the Mascot, que exige abandonar el t¨¦rmino racista. ¡°Sin embargo, esa resiliencia no le otorga a la NFL licencia para continuar vendiendo, promoviendo y benefici¨¢ndose de un insulto xen¨®fobo¡±.

La campa?a Change the Mascot pide una nueva mascota para el equipo, adem¨¢s de un nuevo t¨ªtulo, en nombre de los 5,2 millones de nativos que viven en Estados Unidos. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, las animadoras de los Redskins han dejado de vestir con plumas en el pelo y de imitar la danza de la lluvia cuando el equipo marca un touchdown. Tambi¨¦n se modific¨® la letra del himno. Pero queda el mismo t¨ªtulo que ya en 1972 varios representantes de la comunidad nativa pidieron retirar al considerarlo un ¡°t¨¦rmino racial derogatorio¡±.

El due?o de los Redskins, preguntado en 2013 sobre si buscar¨ªa un nuevo nombre, asegur¨® entonces que ¡°nunca¡± lo har¨ªa. ¡°Pueden ponerlo en may¨²sculas si quieren¡±, declar¨® Snyder. Lejos de alejar la pol¨¦mica, su rigidez solo aviv¨® el debate, que salt¨® del deporte a la pol¨ªtica pasando por la econom¨ªa local de Washington, pendiente del regreso del equipo a la capital. La alcaldesa, Muriel Bowser, no dejar¨¢ que jueguen en la ciudad ¡ªen la actualidad compiten en las afueras, en Maryland¡ª si no es con otro nombre. Su objeci¨®n tambi¨¦n ha parado un proyecto para reformar el estadio RFK y construir numerosas infraestructuras a su alrededor.

El resultado de la encuesta del Post, que coincide con otra realizada hace ahora diez a?os, pone en evidencia la intensidad que ha llegado a alcanzar el debate sobre los Redskins. Las declaraciones de numerosas organizaciones de americanos nativos han manifestado durante estos a?os su rechazo al equipo, pero tambi¨¦n una mezcla de orgullo porque lleve este nombre y enfado porque la controversia del momento no deja ver la situaci¨®n de pobreza y exclusi¨®n en la que viven muchas de estas comunidades. El sondeo, sin embargo, solo pregunt¨® esta vez sobre el nombre del equipo de f¨²tbol.