Rivera: ¡°En Venezuela he visto una situaci¨®n humanitaria muy dif¨ªcil¡±

Albert Rivera y el expresidente Felipe Gonz¨¢lez analizaron este mi¨¦rcoles la tensa situaci¨®n que vive Venezuela en una conversaci¨®n telef¨®nica. El presidente de Ciudadanos, que aterrizar¨¢ a las 11.00 del jueves en Madrid, tambi¨¦n se va a citar con el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y el ministro de Exteriores en funciones, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, para transmitirles las conclusiones de su visita a Caracas, seg¨²n confirm¨® a EL PA?S.

Despu¨¦s de pasar tres d¨ªas en el pa¨ªs americano, este es su mensaje: ¡°En Venezuela he visto una situaci¨®n humanitaria muy dif¨ªcil. Me ha sorprendido la unidad de los partidos de la oposici¨®n, que tienen muy claro que tienen que estar juntos. Y, respecto al di¨¢logo, he visto en ellos un cierto escepticismo, temor, a que Maduro lo emplee como una demora para no aceptar el revocatorio [un refer¨¦ndum para cambiar al gobierno]¡±.

En su ¨²ltimo d¨ªa en Caracas, justo antes de volver a Madrid, Rivera intenta visitar en la prisi¨®n militar de Ramo Verde al opositor Leopoldo L¨®pez, encarcelado desde 2014. Al mismo tiempo, Pablo Iglesias, l¨ªder de Podemos, se refiere al caso en Espa?a, y no lo condena.

¡°Si se probara que alguien ha cometido delitos de terrorismo, es sensato que pueda estar en la c¨¢rcel¡±, dice Iglesias. As¨ª le contesta Rivera: ¡°En Espa?a deber¨ªamos tener en cuenta que pedir la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos es una condici¨®n b¨¢sica. Podemos est¨¢ absolutamente vinculado ideol¨®gicamente, pol¨ªticamente, e incluso econ¨®micamente, a trav¨¦s de su fundaci¨®n, con Venezuela, y le cuesta romper esos v¨ªnculos. Acaba justificando la situaci¨®n¡±.

Camino de la prisi¨®n, donde los militares acaban por prohibir la visita, el presidente de Ciudadanos ve una larga cola de gente que esperaba pacientemente bajo el sol para intentar hacer la compra. Esa escena, que forma parte del d¨ªa a d¨ªa de los venezolanos, le deja impactado. Los relatos de las familias de los encarcelados le llevan al borde de las l¨¢grimas. Vive en carne propia lo que es quedarse aislado en un bloque de apartamentos porque se corte la electricidad y no funcionen los ascensores. Escucha, tambi¨¦n, c¨®mo la falta de luz puede acabar en unas horas con las reservas de comida penosamente acumuladas, al apagar el frigor¨ªfico. Finalmente, la falta de medicinas, tan acuciante como la de alimentos, le reafirma en su apoyo al refer¨¦ndum revocatorio del presidente Maduro, que patrocina la oposici¨®n.

Esa ¨²ltima decisi¨®n tension¨® su viaje. Rivera aterriz¨® en Venezuela sabiendo que hab¨ªa voces en el gobierno que abogaban por impedir su entrada en el pa¨ªs y le calificaban como un pol¨ªtico de ¡°extrema derecha¡±. En las horas que pas¨® en Caracas, ley¨® en algunos peri¨®dicos art¨ªculos sobre s¨ª mismo que le dejaron asombrado; estuvo en permanente contacto con el embajador espa?ol, en cuya residencia se aloj¨®; y escuch¨® por la radio c¨®mo el presidente Maduro le ridiculizaba con una referencia velada en la que le trataba de ¡°oligarca extranjero¡±.

Permanentemente escoltado por un nutrido contingente de seguridad, Rivera tambi¨¦n contest¨® a eso en p¨²blico. Despu¨¦s, dej¨® Caracas, pero no Venezuela. Con su viaje, el candidato de Ciudadanos ha logrado que las relaciones del gobierno de este pa¨ªs con Podemos est¨¦n en el coraz¨®n de la campa?a electoral del 26-J.