Argentina, primer pa¨ªs que condena a los jerarcas del Plan C¨®ndor
Un tribunal certifica el pacto de las dictaduras latinoamericanas para asesinar disidentes
El Plan C¨®ndor fue algo ¨²nico. Un pacto entre seis dictaduras latinoamericanas para intercambiar informaci¨®n y sobre todo colaborar en secuestros y asesinatos de disidentes pol¨ªticos que luchaban para derrocarlas. Es una de las historias tr¨¢gicas m¨¢s conocidas de Am¨¦rica, con centenares de v¨ªctimas. Y sin embargo, m¨¢s de 30 a?os despu¨¦s de su acta fundacional, firmada el 28 de diciembre de 1975 en Santiago de Chile y encontrada en el ¡°Archivo del Terror¡± de Paraguay, ninguna sentencia judicial hab¨ªa reconocido su existencia como una asociaci¨®n il¨ªcita organizada para matar. Argentina, un pa¨ªs en el que el proceso de los juicios de lesa humanidad est¨¢ muy avanzado y no cesa, se ha convertido en el primero que condena formalmente a los jerarcas del Plan C¨®ndor en un largu¨ªsimo juicio con 105 v¨ªctimas y 18 imputados que empez¨® en 1999 con cinco casos y ha ido creciendo poco a poco. Un tribunal federal conden¨® por "asociacion il¨ªcita en el marco del Plan C¨®ndor" entre 8 y 25 a?os a los principales imputados.
Entre los condenados est¨¢ Reynaldo Bignone, ¨²ltimo dictador argentino, y el general Santiago Riveros. Tambi¨¦n est¨¢ el coronel uruguayo Manuel Cordero, que fue extraditado en 2007 a Argentina desde Brasil, y el exagente de la inteligencia argentina Miguel ?ngel Furci, que recibieron las penas m¨¢s altas, de 25 a?os de c¨¢rcel. No figuran los m¨¢ximos jefes del Plan C¨®ndor porque han muerto, pero simb¨®licamente el proceso judicial tambi¨¦n va contra ellos. De hecho, el m¨¢s cruel y conocido de los dictadores argentinos, Jorge Videla, muri¨® tres d¨ªas despu¨¦s de declarar en este juicio. Afrontar su responsabilidad en el Plan C¨®ndor fue lo ¨²ltimo que hizo en vida. Videla asegur¨® ante el tribunal que se hac¨ªa cargo de toda la responsabilidad pero sin dar ning¨²n detalle nuevo.
¡°Lo importante de este juicio es que por primera vez en Am¨¦rica Latina un tribunal reconoce la existencia del Plan C¨®ndor como asociaci¨®n il¨ªcita, es un juicio clave porque si estuvieran vivos Pinochet o Stroessner estar¨ªan en esta causa", explica Gast¨®n Chiller, director ejecutivo del CELS, un organismo de derechos humanos muy respetado en Argentina que ha promovido este y otros muchos juicios contra los jerarcas de la dictadura militar.
La nacionalidad de las 105 v¨ªctimas cuyos familiares escuchaban emocionados la sentencia da una idea de las dimensiones del Plan C¨®ndor. 45 de ellos eran uruguayos, 22 chilenos, 13 paraguayos, 11 bolivianos y 14 argentinos. Entre los presentes en el tribunal estaba Macarena Gelman, hija de la desaparecida Mar¨ªa Claudia Garc¨ªa, que fue entregada a una familia c¨®mplice de la dictadura uruguaya y recuper¨® su identidad en el 2000, a los 23 a?os. La nieta del fallecido poeta Juan Gelman escuch¨® con satisfacci¨®n la condena a Cordero, que fue recibida con aplausos en la sala de audiencias.
Argentina abre as¨ª una puerta que en otros pa¨ªses parece mucho m¨¢s cerrada. Por ejemplo, en Brasil, rige una ley de amnist¨ªa que impide llevar a los tribunales a los responsables de los cr¨ªmenes cometidos por su dictadura (1964-1985). De hecho ninguno de los miembros del Plan C¨®ndor ha llevado a cabo un proceso como el argentino, un pa¨ªs en el que pr¨¢cticamente todos los personajes clave de la dictadura est¨¢n en la c¨¢rcel o en arresto domiciliario por su avanzada edad. La memoria hist¨®rica se ha convertido en una pol¨ªtica de Estado que se ha mantenido con Mauricio Macri como presidente, como muestran los el medio centenar de juicios en los que el Estado es querellante. El otro gran juicio por el Plan C¨®ndor se desarrolla lejos del continente, en Roma, en un proceso contra 30 exmilitares y civiles de Bolivia, Chile, Per¨² y Uruguay, acusados de la desaparici¨®n y muerte de 43 opositores, entre ellos varios de origen italiano.?
La creaci¨®n del Plan C¨®ndor qued¨® absolutamente probada durante el juicio argentino, tanto es as¨ª que existe incluso ese acta fundacional firmada durante una reuni¨®n de los responsables de la inteligencia de las dictaduras y firmada por los representantes de Argentina (Jorge Casas, capit¨¢n de nav¨ªo, SIDE, que a¨²n no representaba a una dictadura militar), Bolivia (Carlos Mena, mayor del Ej¨¦rcito), Chile (Manuel Contreras Sep¨²lveda, jefe de la DINA), Uruguay (Jos¨¦ Fons, coronel del Ej¨¦rcito) y Paraguay (Benito Guanes Serrano, coronel del Ej¨¦rcito). Brasil no firm¨® esa primera acta pero otros documentos muestran con claridad que particip¨® en el Plan C¨®ndor.
En el ¡°Archivo del Terror¡± de Paraguay se encontr¨® una invitaci¨®n de la DINA -servicios secretos de Pinochet- ¡°para promover la coordinaci¨®n y establecer algo similar a lo que tiene Interpol en Par¨ªs, pero dedicado a la subversi¨®n¡±. En el texto formal firmado en Chile se se?ala: ¡°Se dan por iniciados a partir de esta fecha los contactos bilaterales o multilaterales a voluntad de los respectivos pa¨ªses aqu¨ª participantes para el intercambio de informaci¨®n subversiva, abriendo propios o nuevos carteles de antecedentes de los respectivos servicios¡±.
El plan empez¨® como un intercambio de informaci¨®n y fue creciendo hasta que pas¨® a la fase de secuestrar o asesinar directamente a los disidentes en los pa¨ªses donde estuvieran escondidos, siempre con la autorizaci¨®n impl¨ªcita de la dictadura local. El Plan C¨®ndor fue extendiendo sus fronteras y la dictaduras empezaron a asesinar a disidentes en Europa y EEUU, como el conocido caso de Orlando Letelier, exministro del Gobierno de Salvador Allende, asesinado en Washington en septiembre de 1976.
Una de las grandes preguntas que quedan pendientes es la participaci¨®n de EEUU en el Plan C¨®ndor. Durante el juicio, seg¨²n los investigadores del CELS, no ha aparecido ninguna prueba definitiva de que alg¨²n organismo de este pa¨ªs promoviera el plan pero s¨ª ha quedado claro por distinta documentaci¨®n, entre ellas alguna desclasificada por el propio Departamento de Estado de EEUU, que lo conoc¨ªan con detalle.
Muchos investigadores conf¨ªan ahora en que la promesa de Barack Obama de desclasificar m¨¢s documentos relacionados con las dictaduras latinoamericanas, especialmente los de la CIA, ofrezca mucha m¨¢s informaci¨®n. Lo que s¨ª se sabe es que EEUU se fue alejando a medida que el Plan C¨®ndor empez¨® su oleada de asesinatos en distintos pa¨ªses y dej¨® de ser un plan secreto. Son los documentos de EEUU los que con m¨¢s detalle explican el objetivo del plan: ¡°Implica la formaci¨®n de equipos especiales por los pa¨ªses miembros para llevar a cabo sanciones hasta asesinatos contra terroristas o simpatizantes de organizaciones terroristas de los pa¨ªses miembros de ¡®Operaci¨®n C¨®ndor¡¯. A los equipos especiales se les emitir¨ªan documentos falsos de parte de los pa¨ªses miembros de ¡®Operaci¨®n C¨®ndor¡¯ y podr¨ªan estar compuestos exclusivamente por individuos de una de las naciones miembros de ¡®Operaci¨®n C¨®ndor¡¯ o podr¨ªan estar compuestos por un grupo mixto de varias naciones miembros de ¡®Operaci¨®n C¨®ndor¡¯¡±, detalla. En cualquier caso, explican en el CELS, la operaci¨®n C¨®ndor fue un plan latinoamericano, dise?ado por las dictaduras para acabar con sus propios disidentes.
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