Memoria con apellido gallego
Nora Corti?as sigue reclamando justicia en la Plaza de Mayo de Buenos Aires
Hoy es jueves, y como siempre ocurre ese d¨ªa de la semana Nora Corti?as se prepara para acudir junto a sus compa?eras (cada vez menos por el efecto del paso de los a?os) a la marcha que realizan en la Plaza de Mayo de la capital argentina, para recordar que muchos de sus hijos siguen desaparecidos. Han pasado m¨¢s de treinta a?os desde aquel lejano 30 de abril de 1977 cuando Nora acudi¨® por primera vez a la plaza para buscar respuestas sobre el paradero de su hijo Gustavo, desaparecido 15 d¨ªas antes. "Hasta hoy no he podido saber lo que sucedi¨® y sigo exigiendo saber qu¨¦ pas¨® con mi hijo y con los 30.000 desaparecidos", explica.
Gustavo, militante izquierdista, fue uno de los varios j¨®venes de origen gallego que desaparecieron durante los a?os oscuros de la dictadura argentina. Su abuelo hab¨ªa llegado a principios de siglo a Buenos Aires desde su Celanova natal huyendo de la obligaci¨®n de realizar el servicio militar. Nora conserva su apellido de casada pese a que su marido falleci¨® hace a?os y mantiene v¨ªnculos con Galicia a trav¨¦s de los familiares que tiene all¨ª. Tambi¨¦n "con un t¨ªo de 98 a?os que vive aqu¨ª y que todav¨ªa dice que quiere volver a Galicia". "De vez en cuando nos sorprende haciendo una exquisita empanada", cuenta. La simpat¨ªa de Nora por Galicia tambi¨¦n se demuestra con su asistencia a los actos que la Federaci¨®n de Sociedades Gallegas organiza peri¨®dicamente.
"Muchos padres se han suicidado, pero nosotras luchamos hasta la muerte"
"Un t¨ªo de 98 a?os todav¨ªa dice que quiere volver a Galicia"
A lo largo de estos a?os Nora se ha convertido en una de los miembros m¨¢s destacados de las Madres de la Plaza de Mayo (l¨ªnea fundadora), un movimiento que ayud¨® a gestar y que ahora suma otras l¨ªneas de denuncia social. En las ¨²ltimas semanas, Nora ha viajado a lugares como Honduras, Brasil y Colombia para llevar mensajes de aliento a diversas causas pol¨ªticas y sociales. En Honduras, por ejemplo, ha apoyado la vuelta a la normalidad democr¨¢tica tras el reciente golpe de Estado.
Nora no escurre el bulto a la hora de calificar la lucha de las Madres como pol¨ªtica "aunque no partidista". "A nuestros hijos se los llevaron por razones pol¨ªticas, y aunque nuestro movimiento naci¨® de forma espont¨¢nea ahora sabemos que todo es pol¨ªtica. El Plan C¨®ndor que puso en marcha Estados Unidos en Am¨¦rica Latina obedec¨ªa a razones pol¨ªticas y econ¨®micas. Se trataba de imponer el neoliberalismo en esta zona del mundo", concluye Nora, quien aclara que las Madres est¨¢n comprometidas con causas como el derecho a la salud, a la vivienda, al trabajo y el apoyo a los pueblos abor¨ªgenes. Corti?as es titular de una c¨¢tedra libre en la Universidad de Buenos Aires que analiza las relaciones entre el poder econ¨®mico y los derechos humanos.
El decidido apoyo que han prestado los gobiernos de los Kirchner para juzgar a los responsables de las desapariciones y poner fin a la impunidad no es suficiente para las Madres de la Plaza de Mayo. "Todav¨ªa hay muchas cosas que no sabemos, y la verdad no se sabr¨¢ hasta que no se abran todos los archivos. Por ejemplo todav¨ªa hay 500 j¨®venes que deben reencontrarse con su identidad y saber qui¨¦nes fueron sus verdaderos padres", dice Nora, quien tambi¨¦n se?ala que las Madres como colectivo "ni perdonan, ni olvidan" aunque haya quien quiera hacerlo de forma individual. "No nos resignamos a la muerte de nuestros hijos pero nunca hemos buscado venganza. S¨®lo justicia. Queremos que los responsables de las desapariciones vayan a la c¨¢rcel para purgar sus delitos durante el tiempo que sea necesario e impedir que vuelva a darse la impunidad".
A diferencia de lo que ocurre con otros grupos que est¨¢n m¨¢s pr¨®ximos al Gobierno que encabeza Cristina Kirchner, Nora explica que la l¨ªnea fundadora mantiene una posici¨®n reivindicativa pero con sustanciales diferencias con otras asociaciones de madres y abuelas de la Plaza de Mayo, como las encabezados por Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, mucho m¨¢s pr¨®ximas al actual gobierno argentino. Hace unos a?os, De Bonafini lleg¨® a calificar de "terrorista" al Estado espa?ol y a expresar su apoyo y comprensi¨®n hacia los presos etarras.
Para Nora y muchas otras madres la lucha se ha convertido en una especie de terapia para superar una tragedia que de otra forma resultar¨ªa simplemente intolerable. "Las mujeres somos m¨¢s fuertes que los hombres y eso explica que muchos padres se hayan suicidado mientras que nosotras seguimos luchando hasta que llega la muerte", explica Nora. Como madre con apellido gallego, mantiene viva la bandera que enarbolaron otras compa?eras como la recientemente fallecida Dionisia L¨®pez Amado, apodada "la Gallega de la zona norte". Nora destaca que ellas y otras gallegas como la tambi¨¦n fallecida Carmen Cornes siempre destacaron por su combatividad. Seguramente la heredaron de las duras condiciones que tuvieron que afrontar sus padres cuando emigraron a Argentina para buscar un futuro mejor.
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