Bruselas lanza una seria advertencia a Polonia por sus excesos autoritarios

Polonia, la gran potencia emergente del este de Europa, empieza a tener serios problemas en Bruselas por los excesos autoritarios del Gobierno ultraconservador de Jaroslaw Kaczynski, cuyo partido gan¨® las elecciones en octubre. Desde entonces, Kaczynski ha puesto en marcha una cruzada para dejar sin poder al Tribunal Constitucional y controlar los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos. La Comisi¨®n Europea ha lanzado hoy un serio aviso a Varsovia tras varios meses de negociaciones que no han llevado a nada. Bruselas se ve incapaz de encontrar soluciones ante las enormes dudas que plantea la reforma del Constitucional, y ha enviado un dictamen para corregir las deficiencias que observa. El Ejecutivo polaco lleva meses haciendo caso omiso de los avisos de la UE. Se trata de un nuevo paso de un procedimiento que puede acabar con la suspensi¨®n del derecho a voto de Polonia, algo que no ha sucedido nunca en la UE.

Tras casos parecidos en Hungr¨ªa y Ruman¨ªa, Bruselas se dot¨® en 2014 de un esquema que permite al Ejecutivo comunitario evaluar el cumplimiento del Estado de derecho. Consta de tres fases. La primera ya est¨¢ cerrada: el di¨¢logo no ha servido para nada y la opini¨®n de Bruselas ya ha sido enviada a Varsovia. Si en las pr¨®ximas semanas no se resolvieran las dudas, Bruselas podr¨ªa lanzar una recomendaci¨®n para que Polonia cumpla con los tratados. Si ni aun as¨ª hay reacci¨®n por el lado polaco, Bruselas podr¨ªa suspender el derecho de voto del pa¨ªs.

El vicepresidente de la Comisi¨®n, el holand¨¦s Frans Timmermans, se ha esforzado en la sala de prensa por tratar de ser diplom¨¢tico y constructivo. "Pese a nuestros esfuerzos, hasta ahora no hemos sido capaces de encontrar soluciones", ha subrayado para explicar el env¨ªo de esa opini¨®n jur¨ªdica. Bruselas reclama cambios en la reforma del Constitucional: tanto en su composici¨®n (Kaczinsky ha sustituido a cinco magistrados de ese ¨®rgano) como en la publicaci¨®n de sus sentencias y en la ley que lo ha reformado. "La opini¨®n enviada a Varsovia es una herramienta para incentivar el di¨¢logo", ha afirmado Timmermans, pese a que ese aviso es, m¨¢s que cualquier otra cosa, un amago para tratar de amedrentar a un Gobierno que no termina de darse por aludido y que hoy mismo ya ha reaccionado diciendo que ese dictamen no tienen ning¨²n valor.

Polonia tiene ahora dos semanas para enviar a Bruselas sus observaciones. Escarmentada por experiencias anteriores en otros pa¨ªses, la Comisi¨®n sabe que el bot¨®n nuclear (la suspensi¨®n del derecho de voto) tendr¨ªa graves consecuencias en un pa¨ªs capital para Europa por su peso espec¨ªfico y por su cada vez mayor presencia en Bruselas. Las autoridades polacas ya han ofrecido sobradas muestras de que, m¨¢s que arredrarse, buscan la confrontaci¨®n: desde la campa?a y su acceso al Gobierno, tanto Kaczinsky como su primera ministra, Beata Szydlo, y el presidente Andrezj Duda se han dedicado a lanzar promesas sobre la devoluci¨®n a Polonia de su orgullo hist¨®rico, con el resentimiento como narrativa para ganar apoyos y reorganizar por completo el Estado. Las protestas populares tampoco han surtido efecto. Bruselas persigue una salida para que las medidas tomadas --y otras que acechan en el horizonte-- "no sean una amenaza sist¨¦mica para el Estado de Derecho". "Polonia entr¨® en la UE hace 12 a?os y ratific¨® los tratados: debe cumplir las reglas. La Comisi¨®n no quiere inmiscuirse en el debate pol¨ªtico que corresponde a los partidos polacos, pero a su vez es guardiana de los tratados y debe velar por que se cumplan", ha explicado un Timmermans que trataba de hacer equilibrios entre la seria advertencia que estaba mandando y la cautela necesaria para que ese asunto no vaya a¨²n m¨¢s lejos.