?Por qu¨¦ la Carta Democr¨¢tica?
En Venezuela se ha vulnerando el equilibrio de poderes, suspendi¨¦ndose, de hecho, el orden constitucional
La Carta Democr¨¢tica se firm¨® el 11 de septiembre de 2001 en Lima. El lugar escogido no fue casualidad, ya que la creaci¨®n de ese instrumento estuvo inspirado en el Per¨² de 1992, cuando Fujimori disolvi¨® el Congreso, suspendi¨® la constituci¨®n y avasall¨® al poder judicial.
En aquel momento la OEA denunci¨® los hechos; Brasil, Costa Rica y Argentina retiraron sus respectivos embajadores; y Panam¨¢ y Venezuela rompieron relaciones diplom¨¢ticas. Pero de ah¨ª al futuro, aquella crisis ser¨ªa un parte aguas intelectual y pol¨ªtico. Oblig¨® a repensar la propia noci¨®n de ruptura democr¨¢tica, ya no reducida al cl¨¢sico golpe militar.
Al disolver el Congreso, un presidente democr¨¢ticamente electo tambi¨¦n pod¨ªa producir una ruptura de r¨¦gimen, el autogolpe. Para intervenir ante crisis an¨¢logas en el futuro¡ªes decir, mediar y, de ser necesario, sancionar¡ªse escribi¨® y se firm¨® la Carta. Y se la invoc¨® en las crisis de Venezuela en 2002 y de Honduras en 2009.
Los que promueven el di¨¢logo, han olvidado mencionar un ingrediente imprescindible en toda mediaci¨®n de conflicto: la buena fe entre las partes
Hoy se la invoca otra vez, siendo jur¨ªdicamente pertinente en la premisa que el caso de Venezuela de hoy no es diferente al de Per¨² de 2002. El texto de Almagro documenta lo que la comunidad internacional conoce sobradamente: que Venezuela vive hoy en un r¨¦gimen sin separaci¨®n de poderes, atributo que define la democracia y el Estado de Derecho.
A saber. El Poder Legislativo est¨¢ impedido de legislar, con lo cual se halla en un estado de disoluci¨®n de facto. El Tribunal Superior de Justicia es un ap¨¦ndice del Ejecutivo, jam¨¢s ha emitido una sentencia en su contra y veta toda ley que el mismo le solicita. En consecuencia, los presos pol¨ªticos siguen presos, a pesar de la Ley de Amnist¨ªa y a pesar de haber sido condenados con evidencia falsa, seg¨²n confesi¨®n del propio fiscal del caso Leopoldo L¨®pez, tal vez el m¨¢s notorio pero no el ¨²nico.
El Consejo Nacional Electoral tambi¨¦n responde al gobierno, habiendo comenzado a invalidar firmas de los peticionarios del refer¨¦ndum revocatorio. El Ejecutivo usa decretos de excepci¨®n y de emergencia econ¨®mica arbitraria y exageradamente, vulnerando el necesario equilibrio de poderes. Por todo ello, el Ejecutivo incumple la Constituci¨®n, la misma que el fundador del partido oficialista escribi¨® y aprob¨® por abrumadora mayor¨ªa en 1999.
Quien diga que esta situaci¨®n no amerita el uso de la Carta Democr¨¢tica tendr¨¢ que recurrir a todo tipo de acrobacia discursiva. As¨ª sucede. Para eso hablan de di¨¢logo, en la Rep¨²blica Dominicana y auspiciado por tres expresidentes: Fern¨¢ndez, Torrijos y Zapatero. Adelante con ¨¦l, pero quedan preguntas sin responder.
?Por qu¨¦ Unasur es la ¨²nica organizaci¨®n hemisf¨¦rica que participa en este di¨¢logo? ?Por qu¨¦ no se ha convocado tambi¨¦n a expresidentes cercanos a la oposici¨®n? ?Por qu¨¦ no se dialoga con la Carta Democr¨¢tica en la mano, documento hemisf¨¦rico fundacional para la mediaci¨®n en este tipo de crisis? ?Por qu¨¦ se deja de lado a la OEA, m¨¢xime cuando los que promueven el di¨¢logo han dicho que apoyan la realizaci¨®n del refer¨¦ndum revocatorio? Es que si se lleva a cabo el refer¨¦ndum, adem¨¢s, la OEA es el ¨²nico organismo regional con la experiencia y la capacidad t¨¦cnica para monitorearlo.
Finalmente, los que promueven el di¨¢logo han olvidado mencionar un ingrediente imprescindible en toda mediaci¨®n de conflicto: la buena fe entre las partes. O tal vez no conocen ese requisito. Ocurre que no han dicho ni una palabra acerca de la amenaza m¨¢s reciente de Maduro: acusar ante el TSJ a la directiva de la Asamblea Nacional por el delito de traici¨®n a la patria.
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