Argentina marcha contra la violencia machista a un a?o de ¡°Ni Una Menos¡±
Una mujer fue asesinada cada 30 horas en los ¨²ltimos 12 meses y 217 menores quedaron hu¨¦rfanos
Baleadas, apu?aladas, golpeadas, estranguladas, quemadas o degolladas. Un total de 275 mujeres fueron asesinadas por ser mujeres en Argentina en los ¨²ltimos 12 meses, a pesar de que hace un a?o el pa¨ªs sali¨® a la calle en una manifestaci¨®n sin precedentes contra la violencia machista. Para exigir el fin de estos cr¨ªmenes, miles de personas volvieron este viernes a ocupar las principales plazas del pa¨ªs con el mismo grito: "Ni una menos".
La marcha del 3 de junio de 2015 marc¨® un punto de inflexi¨®n en la concienciaci¨®n de la sociedad argentina contra los feminicidios, pero estos no se han detenido. El reloj marca cada d¨ªa decenas de agresiones, cada 30 horas un asesinato y cada semana cuatro nuevos menores de edad que quedan hu¨¦rfanos de madre en Argentina. "La violencia de g¨¦nero no ha disminuido, ese es el primer an¨¢lisis", dice la presidenta del Consejo Nacional de la Mujer (CNM), Fabiana T¨²?ez.
De v¨ªctimas a defensoras de los derechos de sus vecinas
"Es terrible, no se lo deseo a nadie. Si no lo sufriste no lo pod¨¦s entender", afirma Nilda Fern¨¢ndez, una de las fundadoras de la red Protege Derechos, que ayuda a las v¨ªctimas de violencia machista de la Villa 31, el barrio precario m¨¢s c¨¦ntrico y conocido de Buenos Aires.
El marido de Fern¨¢ndez la maltrat¨® durante a?os -"era violencia de todo tipo, verbal, mental, f¨ªsica", detalla- hasta que un d¨ªa no aguant¨® m¨¢s. "Abus¨® de una de mis hijas. Cuando ella me lo cont¨®, explot¨¦. La primera semana no paraba de llorar y de preguntarme c¨®mo hab¨ªa pasado. Pero logr¨¦ salir adelante, con nueve chicos", dice con orgullo.
Las biograf¨ªas de la boliviana Karin Llanos y de la paraguaya Agustina Gonz¨¢lez tambi¨¦n est¨¢n marcadas por la violencia machista. Pero las tres, juntos con otras compa?eras de la red, han sabido contenerse mutuamente y ahora ayudan a sus vecinas, con el apoyo de Atajo y del Ministerio P¨²blico de la Defensa. "Acompa?amos a mujeres que quieren hacer una denuncia, al hospital si est¨¢n heridas, les buscamos lugares m¨¢s seguros", detalla Llanos. Ayudar a las dem¨¢s las hace sentirse bien y desean formarse para m¨¢s adelante poder vivir de este trabajo que hoy hacen de forma desinteresada.
Aunque la violencia machista no entiende de clases sociales, las habitantes de las villas suelen estar a¨²n m¨¢s indefensas: la mayor¨ªa carece de recursos econ¨®micos para rehacer su vida lejos de la pareja. Fern¨¢ndez, residente del barrio desde hace tres d¨¦cadas, advierte que este a?o la situaci¨®n ha empeorado por la fuerte subida de precios y la falta de trabajo: "la gente est¨¢ m¨¢s irritable, genera inestabilidad en las parejas y tensi¨®n en la calle".
Los datos no son oficiales. En Espa?a, con una poblaci¨®n similar (46 millones frente a 43) murieron el a?o pasado 57 mujeres. En Argentina, 286. Las cifras de Espa?a proceden de la polic¨ªa. En Argentina las elabora la asociaci¨®n civil La Casa del Encuentro a partir de la lectura diaria de 120 peri¨®dicos y agencias de noticias. El Gobierno argentino se comprometi¨® a realizar un registro oficial de v¨ªctimas y actualmente trabaja en ¨¦l, pero las primeras estad¨ªsticas se conocer¨¢n en 2017.
T¨²?ez subraya que tambi¨¦n hay en marcha varias iniciativas para aumentar la protecci¨®n a las v¨ªctimas. Por un lado, hay en construcci¨®n 25 nuevos refugios para mujeres maltratadas, que se sumar¨¢n a los 94 existentes en todo el territorio. Por otro, se ampli¨® el seguimiento de las denuncias realizadas a la l¨ªnea 144 de ayuda a las v¨ªctimas. Finalmente, se va a implementar el sistema de tobilleras electr¨®nicas para aquellos violentos con ¨®rdenes de alejamiento. "Esto cambia el paradigma: se controla al agresor para que no pueda acercarse, no es la mujer la que tiene que asegurar su propia seguridad", indica la presidenta de la CNM. Las medidas forman parte del dise?o de un plan nacional de acci¨®n para erradicar la violencia de g¨¦nero que se presentar¨¢ el pr¨®ximo julio.
La directora de La Casa del Encuentro, Ada Beatriz Rico, cree que se han dado pasos en la direcci¨®n correcta, pero queda mucho camino por recorrer. Entre las deudas pendientes est¨¢ la aprobaci¨®n del proyecto de ley para la p¨¦rdida autom¨¢tica de la responsabilidad parental del feminicida condenado y la licencia por violencia de g¨¦nero. "Ahora dan licencia por cuesti¨®n psicol¨®gica o psiqui¨¢trica y despu¨¦s el agresor lo usa como arma en los juicios por la tenencia de ni?os y ni?as", explica.
M¨¢s pesimista es el diagn¨®stico de Ni Una Menos, el colectivo de periodistas y escritoras que impuls¨® la manifestaci¨®n del a?o pasado. "La mayor¨ªa de reclamos de hace un a?o siguen vigentes", afirma la periodista Ingrid Beck. "Los feminicidios son el ¨²ltimo eslab¨®n, el punto m¨¢s tr¨¢gico en una cadena de violencias, la mayor¨ªa naturalizadas", opina. A¨²n as¨ª, cree que gracias a la movilizaci¨®n del pasado 3 de junio "hubo cambios de circulaci¨®n de sentido, que no los vamos a ver ahora". "Lo que s¨ª vemos es, por ejemplo, que ¨¦l te va a decir una groser¨ªa en la calle, ahora capaz se lo va a pensar dos veces", a?ade.
Las organizadoras saben que no van a conseguir cambiar en un d¨ªa, ni siquiera en un a?o, la cultura machista, fuertemente incrustada en la sociedad argentina. Pero tienen claro que ese es el origen del problema y el cambio cultural, la meta. A ra¨ªz de la marcha Ni Una Menos, el repudio a la violencia de g¨¦nero se col¨® no solo en la agenda pol¨ªtica, sino tambi¨¦n en los medios de comunicaci¨®n, en las conversaciones familiares y en las escuelas. Hoy volvi¨® a tomar las calles bajo la consigna "Vivas nos queremos".
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