Donald Trump redobla el tono racista y promete ajustar cuentas
El candidato republicano cree que el juez que se ocupa de la falsa Universidad Trump est¨¢ descalificado por ser hispano
Quien creyese que, una vez asegurada la nominaci¨®n del Partido Republicano para las elecciones presidenciales, Donald Trump rebajar¨ªa su agresividad, se equivoc¨®. No: Trump no ha adoptado un tono m¨¢s presidencial. No tiene ning¨²n inter¨¦s en parecer un estadista.
En los ¨²ltimos d¨ªas ha indicado que, si llega a la Casa Blanca, ajustar¨¢ cuentas con empresas y jueces que se oponen a sus designios. Adem¨¢s de la probable candidata dem¨®crata en noviembre, Hillary Clinton, el objeto de sus ataques esta semana ha sido Gonzalo Curiel, el juez federal que se ocupa del supuesto fraude, perpetrado por Trump, con la falsa universidad que llevaba su nombre. Curiel, nacido en el Estado de Indiana, en EE UU, y ciudadano estadounidense, est¨¢ descalificado por sus or¨ªgenes mexicanos, seg¨²n Trump.
Trump sostiene que sus propias posiciones contra los inmigrantes sin papeles y su promesa de sellar la frontera con M¨¦xico impiden al juez Curiel juzgar con imparcialidad el caso de la llamada Universidad Trump, en realidad unos cursillos para aprender los trucos del negocio inmobiliario. Algunos clientes llegaron a pagar 35.000 d¨®lares. En 2013 el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, denunci¨® al magnate neoyorquino por ¡°conducta fraudulenta, ilegal y enga?os¡±.
¡°Voy a construir un muro. Esto representa un conflicto de intereses inherente¡±, dijo Trump al diario The Wall Street Journal. En un mensaje en la red social Twitter, el ensayista neoconservador Max Boot, un republicano que ha anunciado que votar¨¢ a Clinton, resumi¨® as¨ª el razonamiento de Trump: ¡°Trump en s¨ªntesis: Soy racista. Los latinos lo saben. As¨ª que es injusto permitir que un latino juzgue mi caso. Merezco un juez blanco¡±.
Los ataques de Trump a Curiel incomodan a algunos l¨ªderes republicanos. Poco despu¨¦s de anunciar que le apoyar¨¢ en las elecciones, el speaker o presidente de la C¨¢mara de Representantes, Paul Ryan, dijo: ¡°El comentario sobre el juez el otro d¨ªa est¨¢ fuera de lugar, en mi opini¨®n. Es un razonamiento que no comparto¡±.
El cultivo de los resentimientos contra la minor¨ªa m¨¢s pujante en una sociedad en que la poblaci¨®n blanca declina es una de las claves del ¨¦xito de Trump.
Trump domina el arte de la vendetta. Si se hace caso de sus palabras, est¨¢ dispuesto a usar el cargo para ejecutar sus venganzas. Al juez Curiel le ha dicho: ¡°Volveremos en noviembre. ?No ser¨ªa incre¨ªble si soy presidente y vuelvo y presento un caso civil?¡±
El asalto a la divisi¨®n de poderes y la ret¨®rica racista no es la ¨²nica innovaci¨®n de Trump en esta campa?a. La mezcla de intereses privados (Trump como empresario) y p¨²blicos (Trump como candidato a la Casa Blanca) pocas veces ha sido tan descarada en Estados Unidos. Trump dice que, cuando sea presidente, quiere reabrir la Universidad Trump. A finales de junio viajar¨¢ a Escocia para reinaugurar de un campo de golf suyo. ?Como candidato presidencial? ?Como empresario? No est¨¢ claro.
M¨¢s venganzas. Esta semana, la PGA Tour, la asociaci¨®n que organiza los campeonatos de golf de ¨¦lite, anunci¨® el traslado de uno de sus torneos del campo de golf de Trump en el sur de Florida a M¨¦xico. ¡°?Puede creerlo?¡±, reaccion¨® Trump en un mitin. ¡°Pero no hay problema. Amigos, todo se arreglar¨¢. Votad a Donald Trump como presidente. Si soy presidente, todo esto dejar¨¢ de ocurrir¡±.
Las amenazas a entidades privadas y cargos p¨²blicos ha coincidido con insultos a los periodistas ¡ªen una rueda de prensa llam¨® ¡°ruin¡±, o ¡°sinverg¨¹enza¡± a un corresponsal de la cadena ABC¡ª y con altercados violentos en m¨ªtines de Trump. El jueves, en San Jos¨¦, detractores del candidato republicano agredieron a seguidores suyos.
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