?Qu¨¦ Caguanes?
La discusi¨®n sobre las zonas de concentraci¨®n de las FARC no es t¨¦cnica sino pol¨ªtica
En la recta final del proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC faltan a¨²n tres asuntos por acordar. En primer lugar, las condiciones de la dejaci¨®n de armas, lo cual incluye las zonas de ubicaci¨®n, el tama?o de las mismas y los protocolos de funcionamiento. En segundo lugar, los mecanismos de refrendaci¨®n popular y por ¨²ltimo los asuntos de la reincorporaci¨®n de los combatientes de las FARC. El pasado fin de semana se ten¨ªa previsto el anunci¨®, desde Cuba, del cese bilateral al fuego, el cual significar¨ªa la terminaci¨®n oficial de la confrontaci¨®n armada con la guerrilla de las FARC. Se esperaba que el presidente Santos hiciera el anunci¨®, pero el jueves se conoci¨® que el viaje a Cuba hab¨ªa sido cancelado.
Por su parte, en los ¨²ltimos d¨ªas, el partido Centro Democr¨¢tico, encabezado por el expresidente Uribe, ha comenzado una firmat¨®n para oponerse a lo que ellos llaman la entrega del pa¨ªs a las FARC. Afirman, entre otras cosas, que las zonas de ubicaci¨®n, por ejemplo, son caguancitos. Es en este tema donde nos centraremos, en la importancia del cese bilateral, el cual debe incluir las zonas de ubicaci¨®n y el tema de garant¨ªas de seguridad, entre ellas el acuerdo sobre lucha contra el paramilitarismo.
Es en este punto donde se encuentra la dificultad, ya que la discusi¨®n no es t¨¦cnica sino pol¨ªtica. Cuatros son las discusiones. Por un lado, el Gobierno plantea la creaci¨®n de siete zonas de ubicaci¨®n y las FARC plantean la creaci¨®n de una por estructura guerrillera, es decir, 69 en total. Ambas posiciones est¨¢n al extremo. La segunda discusi¨®n es el tama?o de las mismas. Se parte del principio de que el tama?o variar¨¢ de acuerdo a la regi¨®n donde se cree la zona de ubicaci¨®n, en todo caso no ser¨¢n zonas amplias que incluyan municipios completos.
La tercera discusi¨®n es la presentaci¨®n de estas zonas al pa¨ªs. El gobierno est¨¢ interesado en que sean pocas zonas y muy peque?as, ya que teme la reacci¨®n de la oposici¨®n pol¨ªtica que encabeza el expresidente y actual senador Uribe. Los opositores al proceso de paz han dicho en varias ocasiones que estas zonas, podr¨ªan ser ¡°caguansitos¡±, refiri¨¦ndose a la zona de distenci¨®n que se cre¨® en el fallido proceso de paz que se desarroll¨® entre 1999 y 2002 bajo la Administraci¨®n de Andr¨¦s Pastrana. La ¨²ltima discusi¨®n es la duraci¨®n de las mismas, se habla de un periodo que va desde los 3 hasta los 8 meses. No debe olvidarse que la dejaci¨®n de armas ser¨¢ progresiva, es decir, que a los pocos d¨ªas de que se firme el acuerdo una primera zona dejar¨¢ las armas y a los 20 d¨ªas la siguiente y as¨ª sucesivamente hasta que se termine.
Lo primero que se debe recordar es que las zonas de ubicaci¨®n no son una novedad dentro de un proceso de paz, es una figura que se utiliza recurrentemente y que de hecho ha sido el modelo dise?ado por anteriores proceso de paz que se han desarrollado en Colombia, durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Incluso, se puede afirmar que las zonas de ubicaci¨®n de las FARC son de un alcance mucho menor que las experiencias anteriores. Ya que, en las ocasiones anteriores, estas zonas eran para negociar, para iniciar las conversaciones, y llegaban a durar a?os, esta vez son para terminar un proceso de paz y duraran apenas unos meses. Sin embargo, por la polarizaci¨®n que vive el pa¨ªs esta figura ha sido estigmatizada, pero en realidad no hay nada nuevo.
Por ejemplo, durante los acercamientos de Caracas entre el Gobierno y las FARC, durante la administraci¨®n Uribe, se hablaba del despeje de dos municipios por estructura de las FARC, es decir, para la ¨¦poca ten¨ªan 80 frentes, lo cual significaba despejar 160 municipios, en la actualidad, lo que se discute es una zona de ubicaci¨®n de no m¨¢s de un corregimiento municipal, incluso se han planteado de no m¨¢s de dos o tres veredas, nada comparable con la zona de distenci¨®n del Cagu¨¢n.
Adicionalmente, la creaci¨®n de estas zonas de ubicaci¨®n significar¨ªa desvertebrar el Plan Estrat¨¦gico para la Toma del Poder, que es el plan ideado por las FARC en 1982 para tomar el poder y que ha venido siendo actualizado en cada conferencia guerrillera. En la actualidad las FARC tiene 7 Bloques y 69 estructuras entre frentes, columnas y compa?¨ªas. Las zonas de ubicaci¨®n desbaratar¨ªan esta presencia militar y por ende se aniquilar¨ªa el plan estrat¨¦gico.
Estas zonas de ubicaci¨®n son transitorias, no durar¨ªan m¨¢s de 8 meses y ser¨¢n monitoreadas por un mecanismo de verificaci¨®n de Naciones Unidas. La Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n ha dise?ado un mapa de posibles lugares de dichas zonas de ubicaci¨®n.
Son un total de 32 zonas, ubicadas en los territorios de presencia hist¨®rica de las FARC. Muchas de estas zonas est¨¢n rodeadas de econom¨ªas ilegales, como presencia de cultivos de uso il¨ªcito, miner¨ªa criminal, otras est¨¢n rodeadas por otros grupos armados ilegales como la guerrilla del ELN o estructuras criminales como el Clan ?suga. Es decir, los retos en materia de seguridad ser¨¢n muy complejos. Igualmente, algunas zonas de ubicaci¨®n est¨¢n en zonas cercanas a sitios poblados importantes, como la que se ubica en el p¨¢ramo del Sumapaz, cerca de la capital colombiana.
En resumen se puede decir que el asunto de las zonas de ubicaci¨®n es sencillo, com¨²n, inventado hace d¨¦cadas como mecanismo para la dejaci¨®n de armas. Pero el Gobierno colombiano no lo ha podido explicar y ha sido la oposici¨®n la que ha tomado la ventaja y creado una serie de mitos que aunque falsos calan en la poblaci¨®n colombiana, como decir que estas zonas son mini caguanes.
Ariel ?vila es subdirector de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n
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