La UE retrasa proyectos sensibles para Reino Unido hasta que pase la consulta

Europa contiene el aliento ante lo que puede convertirse en su primer repliegue en casi 60 a?os de historia: la salida de Reino Unido. Para restar argumentos a los partidarios de abandonar la UE, las instituciones comunitarias han retrasado proyectos que se consideran sensibles en la votaci¨®n brit¨¢nica. Se trata de evitar que Bruselas irrumpa en plena campa?a como un gran regulador, con competencias que los defensores del no a la Uni¨®n consideran invasivas. La reforma del sistema de asilo, con un nuevo mecanismo que permita repartir a refugiados entre los Estados miembros cuando uno de ellos afronte una crisis, es el ejemplo m¨¢s paradigm¨¢tico de retrasos deliberados.

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Las agendas europeas llevan semanas bloqueadas o alteradas por el temor al Brexit, el abandono de Reino Unido del club al que accedi¨® en 1973. Algunos de esos dosieres aguardan en el caj¨®n de la Comisi¨®n Europea (la instituci¨®n que tiene el derecho de iniciativa) hasta que pase el refer¨¦ndum. Otros han superado ese primer filtro y se encuentran atascados en el Consejo Europeo (representa a los Estados miembros) o ¨Cen menor medida- en el Parlamento, seg¨²n corroboran distintas fuentes consultadas en las tres instituciones.

El caso m¨¢s rotundo es el de la reforma del sistema de asilo. Por si a las instituciones comunitarias les pasaba desapercibido el riesgo de tramitar este proyecto en medio de la campa?a brit¨¢nica, el primer ministro David Cameron pidi¨® personalmente a la Comisi¨®n que lo pospusiera. Pero cualquier pieza que se mueve en Bruselas altera el delicado equilibrio entre instituciones. El Ejecutivo comunitario necesitaba presentar esta reforma a la misma vez que la liberalizaci¨®n de visados para Turqu¨ªa, clave para el cumplimiento del pacto migratorio. Y para persuadir al Parlamento Europeo de que acelerara la exenci¨®n de visado para los turcos, la Comisi¨®n present¨® ambas iniciativas ¨Cla del asilo, m¨¢s del agrado de la Euroc¨¢mara- conjuntamente.

Turqu¨ªa como reh¨¦n del ¡®no¡¯

El resultado es que las dos han quedado alteradas por la consulta brit¨¢nica. El debate del asilo solo se producir¨¢ despu¨¦s del 23 de junio. Los ministros del Interior lo rehuyeron en su reuni¨®n del pasado 10 de junio, pese a que el comisario de Migraci¨®n, Dimitis Avramopoulos, aprovech¨® ese encuentro para exponerles la propuesta, que defiende diseminar a los refugiados llegados a un pa¨ªs cuando sobrepasen un determinado nivel. La reubicaci¨®n solo podr¨ªa eludirse pagando una onerosa multa.

Tampoco estar¨¢ listo en la fecha prevista el fin de los visados para los turcos que viajen a la UE. Aunque en este retraso influyen tambi¨¦n otros motivos (los recelos del Parlamento y tambi¨¦n de algunos gobernantes a tender la mano a Turqu¨ªa en un momento de represi¨®n en ese pa¨ªs), la cuesti¨®n brit¨¢nica condiciona las agendas. Porque la campa?a del no ha tomado el control de fronteras como una de las principales causas para salir de la Uni¨®n. Se trata de un argumento err¨®neo y manipulado. Reino Unido no participa en Schengen y, por tanto, no se ve afectado por ninguna decisi¨®n que se aplique en el ¨¢mbito de libre circulaci¨®n. Si los pa¨ªses que integran ese espacio retiran o no los visados a los turcos no tiene impacto en Londres, pero el discurso pol¨ªtico ha convertido a Turqu¨ªa en una de las supuestas amenazas a la soberan¨ªa brit¨¢nica.

De entre las iniciativas que no han visto la luz en la Comisi¨®n figura una norma para coordinar mejor los sistemas de Seguridad Social nacionales. Con la mal llamada inmigraci¨®n europea (trabajadores de otros pa¨ªses de la UE) como principal motor de la consulta brit¨¢nica, Bruselas no quiere despertar el m¨¢s m¨ªnimo recelo por ese flanco. S¨ª que ha presentado ya una iniciativa para equiparar las retribuciones de los trabajadores desplazados por su empresa de un pa¨ªs europeo a otro, de manera que sus condiciones sean equivalentes a las que rigen en el territorio de destino y no compitan deslealmente con los trabajadores locales. El texto est¨¢ en manos del Parlamento y del Consejo, sin que haya tenido apenas visibilidad.

La presentaci¨®n del presupuesto europeo para el a?o pr¨®ximo ¨Cen Londres levanta ampollas cualquier debate sobre la financiaci¨®n comunitaria- y un proyecto para potenciar la coordinaci¨®n en defensa ¨Ctambi¨¦n tab¨² para los brit¨¢nicos- completan la lista de dosieres desplazados por el calendario brit¨¢nico. La alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea, Federica Mogherini, lleva meses preparando discretamente este plan, que algunos medios brit¨¢nicos conservadores ya han definido como la semilla de un futuro ej¨¦rcito europeo. La verdadera pretensi¨®n se limita a alcanzar una mayor integraci¨®n militar entre Estados.

El documento sobre defensa se someter¨¢ a discusi¨®n de los jefes de Estado y de Gobierno en la pr¨®xima cumbre, el 28 y 28 de junio, una vez transcurrida la votaci¨®n en Reino Unido. Es muy improbable que el servicio diplom¨¢tico europeo decida divulgarlo antes. El riesgo de movilizar a los ya muy activos partidarios de despedirse de la UE es demasiado elevado.