Condenado a cinco a?os de c¨¢rcel un guardia nazi de Auschwitz
La Justicia alemana considera a Reinhold Hanning, de 94 a?os, c¨®mplice en el exterminio de 170.000 personas
Reinhold Hannig, un anciano de 94 a?os y que en su calidad de sargento de las SS trabaj¨® durante dos a?os y medio como guardi¨¢n en el campo de concentraci¨®n de Auschwitz, fue condenado este viernes a una pena de cinco a?os de c¨¢rcel despu¨¦s de ser encontrado culpable de haber sido c¨®mplice en la muerte de m¨¢s de 170.000 personas en el mayor campo de la muerte construido por el r¨¦gimen nazi.
La fiscal¨ªa hab¨ªa solicitado seis a?os de c¨¢rcel, mientras que la defensa hab¨ªa exigido su absoluci¨®n ante la certeza de que no exist¨ªan pruebas o testigos que demostraran que el exsargento de las SS hab¨ªa participado personalmente en el extermino de las v¨ªctimas.
¡°Usted permaneci¨® casi dos a?os y medio en Auschwitz y ayud¨® al asesinato masivo¡±, dijo la juez Anke Grudda, al justificar la sentencia. ¡°Usted sab¨ªa que personas inocentes eran asesinadas en las c¨¢maras de gas¡±, a?adi¨®, al poner fin, quiz¨¢s, al ¨²ltimo juicio que se celebra en Alemania contra una persona que, en su calidad de soldado de las SS, el ej¨¦rcito del partido nazi de Hitler, estuvo estacionado en Auschwitz.
Cuando Hanning cumpli¨® 19 a?os se enrol¨® voluntariamente en las temidas SS y en 1943 fue enviado a Auschwitz donde, seg¨²n la fiscal¨ªa, se convirti¨® en c¨®mplice de la muerte de m¨¢s de 170.000 personas. El exguardia hab¨ªa participado en la b¨²squeda de fugitivos, en la vigilancia y selecci¨®n de los prisioneros cuando llegaban al campo y de llevar a las v¨ªctimas, que no estaban en condiciones de trabajar, directamente a las c¨¢maras de gas.
El acusado guard¨® silencio a lo largo del juicio, que se inici¨® en el mes de febrero pasado en la localidad de Deltmond, y solo lo rompi¨® una vez para pedir disculpas por haber militado en un ej¨¦rcito asesino. ¡°Auschwitz fue una pesadilla y deseo se?alar que lamento profundamente haber pertenecido a una organizaci¨®n criminal que fue responsable de la muerte de incontables personas y de la destrucci¨®n de incontables familias. Pido perd¨®n por haberlo hecho¡±, dijo Henning.
Durante el juicio, la defensa de Henning nunca neg¨® que su cliente hab¨ªa estado estacionado en Auschwitz pero intent¨® sin ¨¦xito exigir a la fiscal¨ªa que aportara pruebas concretas sobre la participaci¨®n del ex sargento de las SS en la eliminaci¨®n de las victimas, una petici¨®n que no fue considerada por la juez a la hora de anunciar su veredicto final.
Desde que se inici¨® el juicio, la supuesta inocencia o culpabilidad de Henning nunca fue el aspecto m¨¢s importante, sino lo que estuvo en juego fue demostrar que su permanencia en Auschwitz lo convert¨ªa autom¨¢ticamente en c¨®mplice del asesinato de los prisioneros, una realidad jur¨ªdica que entro en vigor en 2011 cuando un juez conden¨® a cinco a?os de c¨¢rcel a John Demjanjuk, un anciano de 91 a?os de origen ucraniano, que fue declarado culpable de haber sido c¨®mplice en el exterminio de unos 28.800 jud¨ªos que murieron en el campo de concentraci¨®n de Sobibor en Polonia. Aunque los fiscales nunca pudieron aportar pruebas sobre su actuaci¨®n en Sobibor, el juez consider¨® que la presencia del acusado en el campo de concentraci¨®n y las sospechas sobre su trabajo eran suficientes para condenarlos.
La sentencia contra Demjanjuk ayudo a condenar el a?o pasado a cuatro a?os de c¨¢rcel a Oskar Gr?ning, un anciano de 94 a?os que fue acusado de haber sido c¨®mplice en la eliminaci¨®n de 300.000 personas en Auschwitz. El juez que conden¨® a Gr?ning consider¨® que el acusado hab¨ªa sido un engranaje peque?o pero efectivo de una ¡°maquinaria asesina¡±, que pudo funcionar gracias a los cientos de engranajes que funcionaban con la precisi¨®n de un reloj.
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