Los sindicatos franceses fuerzan al Gobierno a autorizar una protesta prohibida
La izquierda y las centrales anunciaron que desobedecer¨ªan la orden de Interior de impedir una manifestaci¨®n en Par¨ªs
El Gobierno franc¨¦s rectifica de nuevo ante la presi¨®n social y autoriza una manifestaci¨®n que contra toda l¨®gica hab¨ªa prohibido unas horas antes. La tensi¨®n entre sindicatos franceses y Gobierno a cuenta de la contestada reforma laboral se dispar¨® este mi¨¦rcoles cuando la movilizaci¨®n empezaba a perder fuelle. Cumpliendo su amenaza, y en un gesto sin precedentes en las ¨²ltimas d¨¦cadas, el Ejecutivo hab¨ªa prohibido la protesta que siete organizaciones hab¨ªan convocado para el jueves en el centro de Par¨ªs. Ante la avalancha de airadas protestas de todo el arco pol¨ªtico y el mantenimiento de la convocatoria, el Gobierno ha rectificado. La protesta se celebrar¨¢, aunque por un recorrido diferente pactado entre el Ministerio del Interior y los sindicatos.
El ministro del Interior, Bernard Cazenueve, pidi¨® el pasado lunes a las centrales sindicales que, por razones de seguridad, organizaran una concentraci¨®n en lugar de una marcha en el centro de la capital. Cazenueve afirmaba que podr¨ªan evitarse as¨ª los habituales incidentes que grupos minoritarios de violentos protagonizan en casi todas las protestas callejeras contra la reforma laboral. Los sindicatos rechazaron de plazo esa opci¨®n y no alcanzaron acuerdo alguno con la polic¨ªa en sus conversaciones del martes.
Finalmente, la prefectura de Par¨ªs anunci¨® la prohibici¨®n a primera hora de este mi¨¦rcoles. Alegaba que ¡°el nivel de amenaza es extremadamente elevado¡± y que, sin embargo, la polic¨ªa no dispone de suficientes medios cuando miles de agentes ya est¨¢n ocupados por toda Francia por la Eurocopa o los controles fronterizos.
Los dos principales sindicatos convocantes, la CGT y Fuerza Obrera (FO), respondieron de inmediato que manten¨ªan la cita. Alguno de sus portavoces lleg¨® a calificar la prohibici¨®n de "declaraci¨®n de guerra". Diputados socialistas rebeldes calificaron la decisi¨®n del Gobierno de ¡°error hist¨®rico¡± ¨CChristian Paul, l¨ªder de los cr¨ªticos- o ¡°acto extremadamente grave¡± ¨Cexministra Aurelie Filippetti.
Parlamentarios y otros cargos electos del Partido Comunista anunciaron por su parte que acudir¨ªan a la manifestaci¨®n. En la extrema derecha, la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, habl¨® de ¡°un grave atentado a la democracia¡± y el jefe de la oposici¨®n, el expresidente Nicolas Sarkozy, consider¨® que el veto no era "razonable".
Los l¨ªderes de la CGT y FO, Philippe Martinez y Jean-Claude Mailly, exigieron ver al ministro Cazeneuve, quien los recibi¨® de inmediato. Le transmitieron que mantendr¨ªan a toda la costa la protesta. El ministro cedi¨®: se autoriza la manifestaci¨®n en la zona prevista por los sindicatos, pero por un recorrido diferente y m¨¢s corto: 1,6 kil¨®metros en lugar de los m¨¢s de los 3,5? previstos inicialmente. Habr¨¢ controles de acceso a la zona de la manifestaci¨®n y se proh¨ªbe participar en la misma a un centenar de presuntos violentos.
Los l¨ªderes sindicales se han considerado satisfechos y el ministro se ha limitado a decir que "no se tolerar¨¢ ninguna violencia". Adem¨¢s, los sindicatos han exigido que se investigue las agresiones policiales de estas semanas contra manifestantes que "no hab¨ªan cometido infracci¨®n alguna". Consideran "indispensable" una investigaci¨®n parlamentaria.
La polic¨ªa alega que no dispone de medios para garantizar la seguridad ante el alto grado de amenaza
A la hora de exigir la concentraci¨®n en lugar de la marcha, el titular de Interior hab¨ªa asegurado que, en los tres meses de protesta sindical -2.500 manifestaciones, 17 de ellas en Par¨ªs-, ya son 554 los polic¨ªas que han resultado heridos. Los ¨²ltimos incidentes se produjeron en la manifestaci¨®n del pasado viernes en Par¨ªs, cuando los violentos destrozaron incluso grandes paneles acristalados de un hospital de ni?os. Cazeneuve acus¨® entonces p¨²blicamente a militantes de la CGT, el principal sindicato de Francia, de haber participado en los incidentes.
Tras esos altercados, fue el presidente Fran?ois Hollande el primero en evocar la posibilidad de prohibir nuevas manifestaciones si no se garantizaba la seguridad de personas y bienes. El l¨ªder de la CGT, Philippe Martinez, respondi¨® que ese objetivo corresponde a la polic¨ªa. A su vez, el primer ministro, Manuel Valls, pidi¨® a los sindicatos que no convocaran m¨¢s protestas en la calle.
El encontronazo de este martes, que se salda con un triunfo sindical, se suma a la frustrada reuni¨®n que Philippe Martinez mantuvo el viernes pasado con la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, para hablar de la reforma laboral. El falso paso dado por el Gobierno con el consiguiente refuerzo sindical se produce cuando las huelgas y protestas estaban bajando de intensidad en todos los sectores y pr¨¢cticamente ya no afectan nada a los servicios p¨²blicos.
Adem¨¢s de la del jueves, los sindicatos han convocado otra jornada de movilizaci¨®n para el d¨ªa 28. El Gobierno tambi¨¦n se plantea pactar su desarrollo con los sindicatos.
Francia est¨¢ en estado de excepci¨®n desde los atentados de noviembre pasado, por lo que, de acuerdo con la legislaci¨®n vigente, basta una simple decisi¨®n del prefecto de polic¨ªa, como ha sido el caso, para prohibir concentraciones o manifestaciones. El Gobierno las prohibi¨® todas, por ejemplo, durante la Cumbre del Clima desarrollada en Par¨ªs en noviembre y diciembre. Dentro de la movilizaci¨®n contra la reforma laboral, el mes pasado se prohibieron manifestaciones en Rennes y Nantes, ciudades en las que m¨¢s incidentes se han registrado en esta oleada de protestas.
Debido a la amenaza terrorista, el Ejecutivo se plante¨® impedir las protestas desde el inicio de la actual movilizaci¨®n contra la reforma laboral, pero no lo hizo por temor a las reacciones de los sindicatos.
Desde 1962 no se hab¨ªa producido una prohibici¨®n como la de este mi¨¦rcoles con respecto a una manifestaci¨®n sindical en la capital francesa. En febrero de ese a?o, la CGT y el Partido Comunista hab¨ªan organizado una marcha por la paz en Argelia. Acudieron miles de personas pese a la prohibici¨®n. En los graves incidentes surgidos murieron nueve personas.
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