M¨¦xico ofrece ¡°tocar todo y hablar todo¡± a los maestros tras la matanza
Pe?a Nieto, con el PRI erosionado, trata de zanjar con una negociaci¨®n la crisis abierta por la matanza de Nochixtlan
Enrique Pe?a Nieto se subi¨® este jueves a la cuerda floja. En un ambiente altamente vol¨¢til, su Gobierno se sent¨® con la radical Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE) y abri¨® una mesa de negociaci¨®n en la que, tras meses de choques por la reforma educativa, ofreci¨® ¡°tocar todo y hablarlo todo". La reuni¨®n tuvo como compa?ero invisible a los nueve muertos del domingo en Nochixtlan (Oaxaca) en un enfrentamiento con la polic¨ªa. S¨®lo este derramamiento de sangre venci¨® la resistencia del ejecutivo y, por orden directa del presidente, permiti¨® iniciar un di¨¢logo de horizonte incierto, donde el PRI, golpeado por los malos resultados electorales y el temor a una escalada violenta, busca salvar su ¨²ltimo gran proyecto: la reforma educativa.
El punto de partida de ambas partes no puede ser m¨¢s alejado. La CNTE, un sindicato fuertemente enraizado en Oaxaca, Chiapas y Michoac¨¢n, exige la retirada de la reforma educativa. No es una petici¨®n nueva. Desde su aprobaci¨®n por la pr¨¢ctica totalidad del arco parlamentario, la coordinadora y sus huestes se han enfrentado a la ley con violencia. Han cortado carreteras, quemado oficinas electorales, tomado aeropuertos. La propia Ciudad de M¨¦xico ha sufrido sus embates. Esta escalada dio un giro terrible el pasado domingo. Los enfrentamientos con la polic¨ªa en Nochixtl¨¢n, por el bloqueo de una arteria vial, acabaron en un ba?o de sangre. Nueve civiles murieron, ocho a tiros. Entre ellos hab¨ªa al menos un miembro del movimiento magisterial.
La autor¨ªa a¨²n no ha sido aclarada, pero la versi¨®n policial perdi¨® ese d¨ªa su cr¨¦dito. Pese a la inmensidad de la tragedia, durante m¨¢s de 12 horas y ante una opini¨®n p¨²blica horrorizada, los portavoces oficiales negaron que los agentes hubiesen usado armas de fuego. La publicaci¨®n de im¨¢genes que demostraban lo contrario (y que en un principio las autoridades tacharon de falsas) forzaron una rectificaci¨®n. Pero el da?o estaba hecho. Y a¨²n fue a m¨¢s.
A la falta de credibilidad se ha sumado la incapacidad para ofrecer una reconstrucci¨®n satisfactoria sobre las causas de la matanza. Qui¨¦n, c¨®mo, por qu¨¦. Ninguna de estas preguntas ha sido a¨²n resuelta con claridad. Un fallo en cadena que ha devuelto la iniciativa pol¨ªtica a la erosionada CNTE. ¡°La mesa de di¨¢logo es resultado de las movilizaciones¡±, enfatizaron anoche.
El rumbo que tomar¨¢ la negociaci¨®n es desconocido. El tim¨®n lo lleva el secretario de Gobernaci¨®n, Miguel ?ngel Osorio Chong, un h¨¢bil interlocutor cuya capacidad para salir vivo de cualquier incendio qued¨® demostrada con el caso Iguala. Su designaci¨®n para esta misi¨®n es significativa. Ahora mismo, es el hombre fuerte de Pe?a Nieto y el pri¨ªsta con m¨¢s puntos para aspirar a la candidatura presidencial. En la mesa representa, no la reforma educativa, sino directamente el poder central.
Consciente de la alta volatilidad del encuentro, el primer objetivo de Osorio Chong en su cara a cara con los sindicalistas fue ¡°generar condiciones de distensi¨®n¡±. Para ello, ofreci¨® una inusual apertura y un di¨¢logo donde ¡°se pueda tocar todo, y hablarlo todo¡±. ¡°Y tambi¨¦n con toda transparencia, decir en qu¨¦ estamos parados, qu¨¦ es lo que se puede hacer y tambi¨¦n hasta d¨®nde se puede llegar¡±, afirm¨®.
La primera prueba de resistencia para este cat¨¢logo de buenas intenciones vendr¨¢ el domingo con las manifestaciones convocadas por la CNTE y apoyadas por el eterno aspirante presidencial, el izquierdista Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Pero el gran examen proceder¨¢ de la misma causa del conflicto: la reforma educativa. La ley, la ¨²ltima gran baza pol¨ªtica del mandato de Pe?a Nieto, desmantela el sistema clientelar que sirve de base del poder de la CNTE en los empobrecidos estados del sur. Con este fin, acaba con la compra-venta de plazas y su heredad e impone evaluaciones a los docentes.
Todo ello ha sido percibido por el sindicato y muchos docentes como una amenaza a su estabilidad laboral, un espectro especialmente temido en un universo paup¨¦rrimo, con un PIB per c¨¢pita cinco veces menor que el de la capital, y donde a?os de poder omn¨ªmodo de la CNTE, que lleg¨® a controlar la administraci¨®n educativa, ha establecido v¨ªnculos casi fedatarios con los militantes.
Con este anclaje y reforzado por la tragedia de Nochixtlan, el sindicato radical no dud¨® en poner sobre la mesa su petici¨®n de m¨¢ximos. ¡°Hasta que no logremos la abrogaci¨®n de la nefasta reforma educativa, seguiremos en la ruta que hemos construido¡±, dijo un portavoz de la CNTE.
La retirada de la ley es, seg¨²n el Gobierno, inasumible. El secretario de Educaci¨®n, Aurelio Nu?o, lo ha reiterado. Tambi¨¦n Osorio Chong. Pero el campo de juego no se agota, o al menos eso piensa el Ejecutivo mexicano, en este punto. El mismo sindicato, a la salida de la reuni¨®n, plante¨® un abanico de quejas, como los despidos de maestros y las n¨®minas retenidas por las huelgas, sobre las que el Gobierno puede ejercer su poder.
Desde esta perspectiva, el alcance de la negociaci¨®n est¨¢ abierto y se determinar¨¢ con m¨¢s precisi¨®n este lunes, cuando ambas partes vuelvan a reunirse. La presencia del secretario de Educaci¨®n, otro delf¨ªn de Pe?a Nieto, ser¨¢ un punto caliente. Su ausencia anoche ha sido interpretada como una negativa del Ejecutivo a tocar los contenidos de la ley. Pero la presi¨®n sindical y la necesidad pol¨ªtica de un acuerdo en tiempos de crisis para el PRI, pueden darle entrada y ampliar el tablero negociador. En cualquier caso, la baraja ya est¨¢ sobre la mesa. La capacidad de los jugadores de pasar de lo imposible a lo posible marcar¨¢ la partida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.