Los laboristas cr¨ªticos se rebelan contra Corbyn tras el ¡®Brexit¡¯
El grueso de diputados contrarios a la salida de la UE promueven una moci¨®n contra su l¨ªder

La rebeli¨®n laborista contra el liderazgo de Jeremy Corbyn se ha puesto en marcha desde el mismo momento en que se confirmaba la victoria del Brexit en el refer¨¦ndum brit¨¢nico, que en gran parte se imputa a su incapacidad ¡ªo falta de voluntad¡ª de movilizar a los propios votantes en pro de la causa europea. El mismo Corbyn acaba de apretar un poco m¨¢s esa soga al exigir al gobierno brit¨¢nico que acelere el proceso de desconexi¨®n de la UE, un gesto que se ha traducido en la presentaci¨®n de una moci¨®n de no confianza por parte de dos de sus diputadas y que contar¨ªa con el respaldo de buena parte de su grupo parlamentario.
La moci¨®n promovida por Margaret Hodge y Ann Coffey solo se debatir¨¢ el pr¨®ximo martes si la presidencia del partido decide finalmente admitirla a tr¨¢mite, pero ya expresa el inapelable cuestionamiento del l¨ªder entre el grueso de diputados laboristas que no quer¨ªan imaginar al Reino Unido fuera de la Uni¨®n. Corbyn "est¨¢ completamente loco" o "sufre delirios" ha sido la respuesta de varios parlamentarios ante la pretensi¨®n del todav¨ªa l¨ªder de presentarse ante las bases como el pol¨ªtico "mejor posicionado" para ayudar a superar la fractura nacional sellada en el plebiscito. El argumento que segu¨ªa defendiendo esta misma ma?ana es que ¨¦l es la mejor baza del Partido Laborista porque comprende las razones por las que tantos electores de las zonas industriales deprimidas del norte y, en general, de aquellos sectores m¨¢s golpeados por la crisis y los recortes, acabaron decant¨¢ndose por el Brexit para canalizar un voto de protesta.
La lectura que hacen muchos de sus correligonarios, entre ellos los 50 parlamentarios que ya respaldan abiertamente la moci¨®n de no confianza, es muy distinta: cuando Corbyn insiste en reclamar ahora que el Gobierno invoque inmediatamente el art¨ªculo 50 del Tratado de la UE que regula la retirada de un Estado miembro alegando que el mensaje del electorado es "su hartazgo de los recortes y de la dislocaci¨®n econ¨®mica", est¨¢ destapando al euroesc¨¦ptico que siempre ha sido y que contuvo solo a medias a lo largo de la campa?a. Aquel que, desde los postulados m¨¢s radicales de la izquierda, considera la Uni¨®n como un invento neoliberal que perjudica a las clases desfavorecidas de los Estados miembro. Y que, con ello, se posiciona en el mismo marco contrario al flujo libre de trabajadores defendido por Nigel Farage, el l¨ªder del ultranacionalista y xen¨®fobo UKIP.
El peso de Farage se ha visto apuntalado por el desenlace del refer¨¦ndum, pero el liderazgo de Corbyn podr¨ªa, en cambio, tener las horas contadas. Y, de no ser as¨ª, los laboristas afrontan una seria perspectiva de ruptura. La misma que en el plebiscito sobre Europa ha dividido a sus votantes entre aquellos a los que les va bien econ¨®micamente, a los profesionales metropolitanos, los intelectuales o las generaciones j¨®venes abiertas al mundo, frente a los parados, los dependientes del Estado y los trabajadores que se sienten v¨ªctimas de la globalizaci¨®n.
El Reino Unido ha amanecido este viernes dividido en dos mitades y, por extensi¨®n, tambi¨¦n lo ha hecho el Partido Laborista. "No hemos conseguido movilizar a nuestros votantes para que entendieran que [el refer¨¦ndum] no se trataba de un voto contra el gobierno conservador o contra el sistema. La respuesta a todos los que sienten aprensi¨®n ante los inmigrantes o ante el deterioro de los servicios p¨²blicos no es abandonar el principal bloque comercial del mundo, y creo que eso no hemos sabido explicarlo", ha subrayado el ex primer ministro laborista Tony Blair en un ataque a la l¨ªnea de flotaci¨®n de Corbyn.
Designado l¨ªder del principal partido de la izquierda brit¨¢nica el pasado septiembre con el aplastante apoyo de las bases laboristas ¡ªy frente al sentir mayoritario de un establishment del partido ubicado en el centro pol¨ªtico¡ª, Jeremy Corbyn ha venido encabezando la oposici¨®n al gobierno de la mano de 232 diputados en la C¨¢mara de los Comunes. Hasta 222 de ¨¦stos han hecho campa?a activa por la permanencia en la UE, entre ellos la pol¨ªtica asesinada el jueves pasado por un ultranacionalista, Jo Cox, quien en su d¨ªa aval¨® la candidatura de Corbyn. Los representantes laboristas se sienten ahora desorientados y completamente desafectos del mensaje de su jefe de filas, que casa con el de Farage, y el del influyente sector de los tories dispuesto a desengancharse del carro de Europa. Van a por Corbyn y todo parece indicar que s¨®lo se trata de una cuesti¨®n de tiempo, pero al coste de enajenar a esas bases a las que se ha convencido de que todos sus males proceden del engarce europeo y que, a la postre, han hecho posible el Brexit.
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