Costa Rica: grave yerro diplom¨¢tico

En la noche del 14 de junio de 2016, el ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Manuel Gonz¨¢lez, cometi¨® un grave yerro diplom¨¢tico al intervenir ante la 46 Asamblea General de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), que se realiz¨® en Rep¨²blica Dominicana del 13 al 15 de ese mes. La rigurosidad de datos debe ser extrema en pol¨ªtica exterior, la ligereza es p¨¦sima compa?era de viaje y la verdad es que el error del canciller Gonz¨¢lez oscil¨® entre US$8.608 millones y US$8.589 millones.

Lo grave es que fue una equivocaci¨®n sobre asuntos que, como desarme, rearme, carrera armamentista y gasto militar, son centrales e hist¨®ricos en la pol¨ªtica exterior de un pa¨ªs que, como Costa Rica, de manera unilateral y en un suceso de trascendencia global, aboli¨® su ej¨¦rcito desde el 1 de diciembre de 1948 y opt¨® por gastar sus recursos en salud y en educaci¨®n en vez de destinarlos a fuerzas armadas. Por su autoridad moral de pa¨ªs desarmado, Costa Rica debe ser sumamente cuidadosa con sus alegatos en esa materia.

En su mensaje ante la m¨¢s importante cita anual de la principal organizaci¨®n pol¨ªtica de Am¨¦rica, el diplom¨¢tico costarricense cuestion¨® a los vecinos centroamericanos porque su gasto castrense es una barrera al desarrollo social y amenaza el equilibrio c¨ªvico¡ªmilitar regional. En ese contexto de su discurso, el jefe de la diplomacia de Costa Rica expuso ante la OEA una cifra equivocada y dijo textualmente:

¡°En el caso de Centroam¨¦rica, seg¨²n cifras del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar lleg¨® a $9500 millones de d¨®lares en el 2015 en esta regi¨®n, lo que representa un crecimiento anual de 3.7% con respecto al 2014 y del 84% comparado con el 2006¡±.

Pero he ah¨ª el error, del que desde finales de junio he estado preguntando reiteradamente al canciller Gonz¨¢lez por medio de su oficina de prensa, porque los n¨²meros son imprecisos. Mis preguntas se concentraron en que los datos del SIPRI¡ªUS$9.500 millones¡ªse refieren a Centroam¨¦rica y el Caribe. O sea, incluyen a otros pa¨ªses m¨¢s all¨¢ de los centroamericanos y eso lleva a la imprecisi¨®n, porque involucran a otras naciones. Gonz¨¢lez afirm¨® que ¡°en el caso de Centroam¨¦rica¡±, seg¨²n SIPRI, el gasto militar lleg¨® a US$9.500 millones y nunca aclar¨® que ese dato tambi¨¦n contempla al Caribe.

SIPRI, que s¨ª hace la aclaraci¨®n, establece en su esquema que la zona de Centroam¨¦rica y el Caribe es integrada por Belice, Costa Rica, Cuba, Rep¨²blica Dominicana, El Salvador, Guatemala, Hait¨ª, Honduras, Jamaica, M¨¦xico, Nicaragua, Panam¨¢ (sin ej¨¦rcito) y Trinidad y Tobago.

Seg¨²n SIPRI, el gasto militar de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua en 2015 fue de US$891,4 millones, una diferencia de US$8.608 millones con la cifra de Centroam¨¦rica y Caribe que Gonz¨¢lez dio a la OEA pero como si solo fuera de Centroam¨¦rica. Si a esas cuatro naciones se le a?aden US$19,6 millones de gasto militar en 2015 de Belice, como parte de Centroam¨¦rica, se llega a US$911 millones, una diferencia de us$8.589 millones con los datos de Gonz¨¢lez.

La diferencia es evidente y tampoco es cosa menor: de US$8.589 millones con Belice o de US$8.608 millones sin Belice.

El dato es as¨ª de claro y contundente: hay un error, algo realmente complicado a sabiendas de que uno de los instrumentos esenciales del trabajo de un canciller es la credibilidad. Y esto afecta la credibilidad del canciller y del pa¨ªs. Es clara la evidente imprecisi¨®n de Gonz¨¢lez ante la OEA y la pol¨ªtica exterior debe regirse por la precisi¨®n. La cifra de US$9.500 millones que el canciller de Costa Rica present¨® ante la Asamblea General de la OEA es incorrecta. Aunque ped¨ª preguntar al canciller Gonz¨¢lez si reconoc¨ªa su error, las respuestas que la canciller¨ªa me hizo llegar eluden admitir que hubo un yerro grueso.

?Debe usted una disculpa a los otros 33 pa¨ªses de la OEA, por haberles presentado datos err¨®neos sobre gasto militar de Centroam¨¦rica?, le pregunt¨¦. Y tampoco hubo respuesta directa.