As¨ª fue la cena en la que la UE empez¨® a despedir a Reino Unido
EL PA?S reconstruye la cena en la que la UE dio el primer paso para despedir a Reino Unido
La Uni¨®n Europea cambi¨® para siempre la noche del pasado 28 de junio. Los jefes de Estado y de Gobierno se congregaron en Bruselas para despedir, por primera vez, a uno de los Estados miembros. La ¨²ltima cena de David Cameron, el todav¨ªa primer ministro brit¨¢nico, que dimiti¨® cuatro d¨ªas antes, al conocer que su pa¨ªs hab¨ªa optado por abandonar la UE, adopt¨® tintes de funeral. Es el t¨¦rmino que emplean la mayor parte de las fuentes consultadas para esbozar los detalles de esa noche, que quedar¨¢ inmortalizada como ¡°triste, emotiva, pero tambi¨¦n cordial¡±.
El tono l¨²gubre de Cameron, que rompi¨® el hielo ofreciendo un sentido relato de lo ocurrido en Reino Unido, marc¨® el resto de la cena. Casi todos los mandatarios dejaron sus armas de guerra en la puerta y renunciaron a sermonear al premier brit¨¢nico por haber precipitado a la UE hacia su mayor crisis existencial desde que fue fundada, hace casi 60 a?os. ¡°Era un refer¨¦ndum inevitable¡±, trat¨® de justificar.
Solo el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, hizo amago de plantar cara a Cameron. Tras escuchar de boca del gobernante brit¨¢nico el que probablemente fue su discurso m¨¢s europe¨ªsta, el luxemburgu¨¦s Juncker se aferr¨® a la iron¨ªa para observar: ¡°Si los dirigentes en Reino Unido hubieran hablado as¨ª de Europa en los ¨²ltimos 30 o 40 a?os, quiz¨¢s hoy no estar¨ªamos as¨ª¡±. Nadie le secund¨®. Todos prefirieron guardarse los reproches y gestionar serenamente el duelo.
En la sala noble del edificio Justus Lipsius ¡ªsede del Consejo Europeo¡ª reinaba el martes un ambiente pesado, pero no crispado. Los mismos l¨ªderes que en los ¨²ltimos a?os han capeado todo tipo de tensiones en ese formato nocturno (principalmente a cuenta de los rescates financieros y de la crisis de los refugiados en el continente) se enfrentaban, por primera vez, a una situaci¨®n que entend¨ªan como irreversible.
Las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno se fueron sucediendo en forma de preguntas a Cameron, como si se tratara de una lecci¨®n magistral del socio saliente a los restantes. El men¨² no inclu¨ªa nada muy brit¨¢nico para la ocasi¨®n: ensalada de codorniz, jud¨ªas verdes y crujiente de frutos secos; solomillo de ternera con verduritas de temporada y fresas de postre. Fue una cena relativamente corta para los usos comunitarios: apenas tres horas.
Para contrarrestar tanto lamento, la canciller alemana, Angela Merkel, adopt¨® el perfil m¨¢s pragm¨¢tico. Inst¨® a pasar de la tristeza a la acci¨®n, sin presionar demasiado a Londres para que inicie ya el divorcio de Bruselas. ¡°Por inter¨¦s mutuo, no hay que precipitarse; nos podemos arrepentir¡±, alert¨®. En esa misma l¨ªnea, Cameron les pidi¨® que forjen un v¨ªnculo estrecho con Reino Unido. Hasta en el momento del adi¨®s, el destronado l¨ªder brit¨¢nico cit¨®, entre otros, motivos internos: ¡°Teniendo en cuenta Escocia, es mejor una relaci¨®n cercana con la UE¡±.
A partir de ah¨ª, nadie quiso apremiar con los tiempos, aunque los l¨ªderes quedaron algo decepcionados con la falta de concreci¨®n respecto al periodo que se avecina. La mayor incomodidad la cre¨® el primer ministro brit¨¢nico al sugerir que, si Bruselas le hubiera concedido en febrero m¨¢s manga ancha para frenar la libre circulaci¨®n de europeos en su pa¨ªs ¡ªeso que los pol¨ªticos ingleses denominan, despectivamente, inmigraci¨®n¡ª, probablemente hubiera ganado el refer¨¦ndum. Sin aludir expresamente a Cameron, Juncker respondi¨® afeando a los l¨ªderes que siempre culpen a la UE de las derrotas y se feliciten ellos mismos por los ¨¦xitos.
A esa percepci¨®n deslucida de la UE se refiri¨® Mariano Rajoy. El presidente espa?ol alert¨® de que cada refer¨¦ndum que se convoca respecto a Europa se pierde. El ¨²ltimo ejemplo ha sido el plebiscito holand¨¦s sobre el acuerdo de asociaci¨®n que los Veintiocho han suscrito con Ucrania. ¡°Igual habr¨ªa que reflexionar sobre la manera en que comunicamos Europa¡±, apunt¨®.
¡°Desafecci¨®n de la gente¡±
Tambi¨¦n el presidente b¨²lgaro, el conservador Boiko Borisov, quiso trascender el caso brit¨¢nico y hacer autocr¨ªtica sobre la situaci¨®n en el club comunitario. Mencion¨® la ¡°desafecci¨®n de la gente¡± como uno de los elementos que amenazan con carcomer el proyecto europeo. Ninguno m¨¢s recogi¨® el guante.
Entre tanta solemnidad, la intervenci¨®n del primer ministro griego, Alexis Tsipras, logr¨® arrancar las risas de los comensales. Ante la reiterada estupefacci¨®n que mostraban, tanto Cameron como el resto, por el resultado de la consulta, Tsipras razon¨®: ¡°Bueno, en un refer¨¦ndum solo hay dos respuestas posibles. Y hay que estar preparados para las dos¡±. El mandatario griego sab¨ªa de lo que hablaba: el no que sus ciudadanos dieron en el improvisado refer¨¦ndum celebrado hace un a?o sobre el tercer rescate griego tambi¨¦n conmocion¨® la UE. Pero entonces la situaci¨®n se sald¨® a la europea: negociando otro plan ¡ªque no fue mucho mejor¡ª en Bruselas.
La noche concluy¨® como en las grandes ocasiones. Con un aplauso ¡ªaunque no cerrado¡ª a David Cameron. Esa fue la despedida que los l¨ªderes eligieron para el dirigente que convirti¨® la Europa de los 28 en una de 27. El miedo a que el movimiento de la pieza brit¨¢nica destroce todo el rompecabezas se impuso. Y el malestar con el mandatario que desencaden¨® esta crisis qued¨® agazapado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.