Bangladesh investiga al ISIS y radicales locales por el asalto

El jefe policial tambi¨¦n inform¨® de que los atacantes eran educados y de familias ricas de Bangladesh, aunque no dio m¨¢s detalles. Seg¨²n testimonios de supervivientes, los agresores hablaban buen ingl¨¦s. Otro investigador a?adi¨® que cinco de ellos eran buscados como milicianos extremistas, y que las autoridades hab¨ªan intentado detenerlos previamente.

La mayor¨ªa de las v¨ªctimas ¡ªentre las que hay nueve italianos, siete japoneses, una india y un estadounidense¡ª fueron agredidas a machetazos y murieron desangradas. ¡°Este ataque no tiene precedentes en Bangladesh: por tratarse de un ataque de un comando yihadista, por el gran n¨²mero de v¨ªctimas, por la violencia extrema¡±, explica el director del Instituto para la Gesti¨®n de Conflictos de India, Ajai Sahni.

¡°Estoy con mis amigos escondida en un ba?o. Creo que nos van a matar uno por uno¡±. Fueron algunas de las ¨²ltimas palabras que Tarishi Jain, de 18 a?os, la ¨²nica v¨ªctima india, dijo por tel¨¦fono a su padre. Jain fue la ¨²nica v¨ªctima india en el ataque terrorista en el restaurante Holey en Dacca, Bangladesh. Era una estudiante de Econom¨ªa en la Universidad de California. Su padre, Sanjiv Jain, recibi¨® la llamada tras una noche de larga espera fuera del restaurante.

Jain estaba cenando con dos de sus amigos, que tambi¨¦n perdieron la vida. Abinta Kabir, era una estudiante estadounidense de origen banglades¨ª que estaba visitando a su familia y amigos y Faraaz Hossain, que era de la capital banglades¨ª, pero estudiaba en la Emory University, al igual que Kabir. El ataque fue dirigido a los extranjeros, as¨ª que Hossain podr¨ªa haber sobrevivido, asegur¨® uno de sus familiares a los medios, pero eligi¨® quedarse con sus amigas.

De los nueve italianos, ocho eran empleados o empresarios de la industria textil en Bangladesh y una era la esposa de uno de ellos. El hermano de Marco Tondat dijo a la agencia ANSA que ¡°En Italia hay muchas dificultades para encontrar trabajo y el emigr¨®. Era supervisor en una empresa textil en Dacca. Parec¨ªa que estaba feliz de tener esa oportunidad¡±. De los siete japoneses, se sabe que eran consultores de la agencia de cooperaci¨®n internacional de ese pa¨ªs y que estaban relacionados con la construcci¨®n del metro.