Obama en Dallas: ¡°No estamos tan divididos como parece¡±
El presidente, Bush, Cruz y la ciudad hacen una exhibici¨®n de unidad pol¨ªtica en el homenaje solemne a los polic¨ªas asesinados
Barack Obama termina su presidencia convertido en sanador en jefe de un pa¨ªs donde las matanzas se superan en cantidad o brutalidad cada pocas semanas. El martes tuvo que acudir a Dallas, Texas, donde cinco polic¨ªas fueron ejecutados a sangre fr¨ªa el pasado jueves, para llevar a cabo una tarea que se ha colado como habitual en la agenda de la presidencia. Un nuevo discurso de unidad despu¨¦s de un nuevo tiroteo, ejecutado por un nuevo asesino siniestro pero sin problemas con la justicia, con sofisticadas armas a su disposici¨®n y una raz¨®n para odiar. ¡°Estoy aqu¨ª para decir que no estamos tan divididos como parece. Debemos rechazar esa desesperaci¨®n¡±.
La ciudad organiz¨® una ceremonia solemne con presencia de una pastor, un imam y un rabino. El acto dej¨® una poderosa imagen de unidad con la presencia junto al presidente y la primera dama del expresidente George W. Bush y su esposa Laura, residentes en Dallas. A esto se sumaron los senadores texanos John Cornyn y Ted Cruz. El excandidato presidencial republicano Cruz, un conservador feroz en su oposici¨®n a cualquier cosa que firme el presidente, viaj¨® con ¨¦l desde Washington en el Air Force One. La imagen de todos ellos agarrados de las manos ser¨¢ uno de los s¨ªmbolos de esta tragedia.
¡°A veces parece que las fuerzas que nos separan son m¨¢s fuertes que las que nos unen. El debate se convierte en hostilidad¡±, dijo Bush. ¡°no queremos la unidad del duelo ni la unidad del miedo. Queremos la unidad de la esperanza, el afecto y las buenas causas¡±.
El mensaje de Obama en Dallas fue el de reivindicar un pa¨ªs real que no aparece en la televisi¨®n, ¡°la Am¨¦rica que yo conozco¡±, repiti¨® una y otra vez. Cuando uno ve declaraciones extremas de pol¨ªticos en televisi¨®n o en las redes sociales, dijo, ¡°es dif¨ªcil pensar que el centro pueda aguantar¡±. ¡°Pero estoy aqu¨ª para insistir en que no somos tan violentos. Lo digo porque conozco Am¨¦rica, porque s¨¦ c¨®mo somos capaces de superar obst¨¢culos imposibles¡±.
Obama hizo del homenaje a las fuerzas de seguridad el centro de su discurso. El relato pormenorizado de las escenas que se vivieron el pasado jueves en el centro de la ciudad fue suficiente. A las nueve de la noche, tras una manifestaci¨®n del movimiento Black Lives Matter para protestar por las recientes muertes de dos hombres negros a manos de la polic¨ªa, un joven negro acribill¨® a tiros a cinco polic¨ªas blancos con un rifle autom¨¢tico y proclam¨® que lo hac¨ªa por odio a los blancos antes de morir, un acto de violencia inimaginable tanto por los manifestantes como por los polic¨ªas que la proteg¨ªan. Obama lo considera un crimen de odio, seg¨²n dijo la Casa Blanca. Desde el avi¨®n, llam¨® a las familias de los dos fallecidos a manos de la polic¨ªa, Alton Sterling y Philando Castile, mientras se dirig¨ªa a homenajear a los agentes.
El presidente reconoci¨® la actuaci¨®n de la polic¨ªa aquella noche: ¡°Cuando las balas empezaron a volar, los agentes no actuaron a lo loco. Evacuaron el lugar, aislaron al tirador y salvaron m¨¢s vidas de lo que podemos imaginar. Hoy lloramos a menos gente gracias a vuestra intervenci¨®n¡±. Pero adem¨¢s destac¨® la tr¨¢gica iron¨ªa de que la polic¨ªa de Dallas es precisamente un modelo de integraci¨®n y de relaci¨®n con los barrios. ¡°Lo han hecho bien. Yo les digo al alcalde y al jefe, gracias por vuestro liderazgo¡±.
Una escena del pasado jueves sirvi¨® a Obama para apuntalar su discurso de que la gente normal est¨¢ por encima del odio y la violencia. La polic¨ªa cubri¨® a Shetamia Taylor, la ¨²nica civil herida en el tiroteo, cuando estaba echada sobre sus cuatro hijos para protegerlos de las balas. ¡°Ella quer¨ªa que sus hijos fueran a una manifestaci¨®n en protesta por las muertes de hombres negros. Dio las gracias a la polic¨ªa por haber sido h¨¦roes. Y hoy su hijo de 12 a?os quiere ser polic¨ªa de mayor. Esa es la Am¨¦rica que yo conozco¡±.
Pocas veces Obama se ve ensombrecido por alg¨²n otro orador en ocasiones como esta. Un auditorio lleno se puso en pie para ovacionar y vitorear al jefe de la polic¨ªa de Dallas, David Brown. En estos d¨ªas, el jefe Brown, negro de Texas, cuyo hijo mat¨® a un polic¨ªa y muri¨® a manos de la polic¨ªa, se ha convertido en una voz de autoridad y sentido com¨²n que ha provocado admiraci¨®n de vecinos y pol¨ªticos. Este martes excus¨® su falta de capacidad para hablar en p¨²blico citando a Stevie Wonder.
Obama hizo suya la elocuencia con la que Brown se hab¨ªa expresado el d¨ªa anterior. ¡°Parte de las tensiones se deben a que pedimos a la polic¨ªa que haga demasiado y nos pedimos a nosotros mismos demasiado poco¡±, dijo. ¡°Dejamos que la pobreza infecte barrios enteros, inundamos las comunidades con armas, y despu¨¦s le decimos a la polic¨ªa: ¡®t¨² eres el trabajador social, el padre, el maestro¡±. Obama pidi¨® no mirar hacia otro lado, no ignorar los problemas. ¡°Agentes, lo sab¨¦is. Manifestantes, lo sab¨¦is. ?Vamos a hacer como si no hubiera contexto? Si no podemos hablar de esto honestamente, nunca romperemos el c¨ªrculo¡±.
Hace un a?o, en julio de 2015, Obama se encontraba en otra ciudad del Sur consolando a nueve familias y a un Estado conmocionado por uno de los peores cr¨ªmenes racistas desde la segregaci¨®n. Otro joven obsesionado con las armas y lleno de odio racial, esta vez blanco, entr¨® en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur, se sent¨® con un grupo de estudio de la Biblia y en un momento dado abri¨® fuego. Mat¨® a nueve personas negras.
En aquella ocasi¨®n, Obama regal¨® uno de los grandes momentos de su presidencia cuando decidi¨® cantar el himno gospel Amazing grace. La idea central de su serm¨®n fue que los caminos del Se?or son inescrutables y que, quiz¨¢, el horror de Charleston servir¨ªa para poner al fin sobre la mesa un debate franco y constructivo sobre asuntos como las armas y el racismo en Estados Unidos. Un a?o despu¨¦s, el funeral interreligioso de este martes en Dallas comenz¨® con un coro cantando ese mismo himno para unas familias destrozadas. Dallas ha demostrado el largo camino que queda por recorrer, si es que se ha empezado.
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