Theresa May promete forjar un nuevo y audaz papel de Reino Unido fuera de la UE
La nueva primera ministra tiene tres a?os y medio marcados por la negociaci¨®n del Brexit
Theresa May es, desde este mi¨¦rcoles a ¨²ltima hora de la tarde, la primera ministra brit¨¢nica. La segunda mujer que ocupa el cargo, despu¨¦s de la tambi¨¦n conservadora Margaret Thatcher. Asume una tarea colosal. Deber¨¢ negociar la salida de Reino Unido de la UE, minimizando su impacto econ¨®mico pero sin traicionar un claro mandato que ha prometido cumplir. Habr¨¢ de redefinir el lugar del pa¨ªs en el mundo, sus alianzas comerciales y estrat¨¦gicas, su pol¨ªtica migratoria, su propia realidad territorial. Y tendr¨¢ que dise?ar su propio legado pol¨ªtico que, como avanz¨® ayer en su primer discurso ante el 10 de Downing Street, pasa por unir al pa¨ªs y combatir la ¡°ardiente injusticia¡± de la sociedad brit¨¢nica.
Dos comitivas se cruzaban a media tarde a las puertas del palacio de Buckingham. David Cameron, acompa?ado de su esposa? y sus tres hijos, sal¨ªa de palacio tras presentar su dimisi¨®n a la reina, y entraba Theresa May de la mano de su marido. Hacia las 18.30, hora peninsular espa?ola, la nonagenaria Isabel II cumpl¨ªa con el tr¨¢mite por d¨¦cimotercera vez en su reinado. Preguntaba a Theresa May si estaba en disposici¨®n de formar Gobierno y, ante la respuesta afirmativa de esta, confirmaba a May, de 59 a?os, como primera ministra brit¨¢nica.
Apenas veinte d¨ªas han bastado a la maquinaria tory para proporcionar al pa¨ªs una nueva primera ministra desde que David Cameron, derrotado en el refer¨¦ndum europeo, anunciara su dimisi¨®n el pasado 24 de junio. La ausencia de una campa?a por el liderazgo ¡ªdespu¨¦s de que su contrincante, Andrea Leadsom, se retirara¡ª ha impedido a los brit¨¢nicos despejar el misterio que rodea a la persona que liderar¨¢ el pa¨ªs en un momento tan delicado. El enigma ha acompa?ado a May hasta Downing Street. Lo que se ve, dicen quienes han trabajado con ella, es lo que hay. Una mujer seria y eficiente, poco amiga de las intrigas pol¨ªticas. ¡°Simplemente me pongo a trabajar en lo que tengo delante¡±, dijo ella misma.
A las siete de la tarde, el Jaguar oficial plateado en el que viajaba May giraba por la calle Whitehall hacia Downing Street. En el mismo atril desde donde se desped¨ªa Cameron unas horas antes, pronunci¨® May su primer discurso como primera ministra. Empez¨® elogiando a su predecesor. ¡°Sigo los pasos de un primer ministro grande y moderno¡±, dijo, avanzando el sentido de un discurso corto pero esclarecedor. David Cameron ¡°estabiliz¨® la econom¨ªa¡±, dijo May, ¡°pero su gran legado es sobre justicia social¡±. ¡°En ese mismo esp¨ªritu¡±, anunci¨®, ¡°voy a gobernar yo¡±.
El discurso estuvo lejos de los c¨¢nones conservadores. Lo podr¨ªa haber firmado, por ejemplo, Tony Blair hace 20 a?os. Record¨® que el nombre completo de la formaci¨®n que dirige desde el martes es Partido Conservador y Unionista. ¡°Eso significa que creemos en una uni¨®n no solo de las naciones que forman Reino Unido sino de todos nuestros ciudadanos¡±, aclar¨®.
Su misi¨®n ser¨¢, dijo, ¡°hacer que Reino Unido funcione para todos¡±. Habl¨® directamente, utilizando la segunda persona, ¡°a las familias trabajadoras¡±. ¡°S¨¦ que trabaj¨¢is el d¨ªa entero, s¨¦ que hac¨¦is lo que pod¨¦is y que la vida a veces puede ser una dura lucha. El Gobierno que yo dirija no estar¨¢ guiado por los intereses de unos pocos privilegiados sino por los vuestros. Haremos todo lo que podamos para daros m¨¢s control sobre vuestras vidas¡±, asegur¨®.
Theresa May abord¨® el gran reto que tiene ante s¨ª Reino Unido. ¡°Vivimos en momento importante en la historia del pa¨ªs y s¨¦ que estaremos a la altura del reto¡±, dijo. ¡°Mientras abandonamos la Uni¨®n Europea, forjaremos nuestro nuevo, audaz y positivo, lugar en el mundo¡±, asegur¨®.
La primera ministra tiene tres a?os y medio, antes de las pr¨®ximas elecciones generales, para dejar su huella en el pa¨ªs. El refer¨¦ndum europeo elimin¨® de la primera l¨ªnea pol¨ªtica a pr¨¢cticamente todas las grandes figuras del Partido Conservador, excepto a May. Eso ha dejado un vac¨ªo de liderazgo pero, a la vez, le proporciona margen de maniobra. La primera ministra ha prometido rodearse de perfiles de todas las facciones del partido, y colocar a m¨¢s mujeres en puestos importantes.
A ¨²ltima hora de la tarde se supo que George Osborne, hasta ahora canciller del Exchequer y mano derecha de Cameron, no formar¨¢ parte del Gobierno de May. Desaparece de la escena quien hasta hace apenas unos meses era el favorito para convertirse en el pr¨®ximo primer ministro, lo que da idea de la magnitud de las turbulencias que ha atravesado el pa¨ªs en los ¨²ltimas semanas. Le sustituir¨¢ al en la cartera de Econom¨ªa Philip Hammond, ministro cercano a May y hasta ahora al frente del Foreign Office.
El hecho de que May defendiera la permanencia en la UE, aunque lo hiciera con un perfil bajo, le garantiza un agobiante escrutinio por parte de los euroesc¨¦pticos m¨¢s convencidos. La primera ministra ya ha dejado claro que no hay marcha atr¨¢s, que ¡°Brexit significa Brexit¡±. Pero cualquier cesi¨®n, especialmente en el terreno del control de las fronteras, reavivar¨¢ las tensiones en un partido cuyas heridas siguen abiertas, aunque quiera exhibir una imagen de unidad en estos tiempos de emergencia.
La primera ministra tendr¨¢ ocasi¨®n de recordar la famosa frase de su antecesor en el cargo, Winston Churchill, que dijo que en el Parlamento, mientras la oposici¨®n ocupa la bancada de enfrente, ¡°el enemigo se sienta detr¨¢s¡±. Hasta que el Partido Laborista resuelva el monumental entuerto en el que le ha sumido su segunda lucha por el liderazgo en menos de un a?o, May har¨¢ bien en preocuparse m¨¢s de su propio partido que de la oposici¨®n laborista. Y de las corrientes populistas que desaf¨ªan a la pol¨ªtica tradicional a uno y otro lado del Atl¨¢ntico.
La liturgia de este mi¨¦rcoles acompa?ada de la exhibici¨®n de unidad proporciona a May, la segunda persona de mayor edad que asume las riendas del pa¨ªs, un d¨ªa que nunca olvidar¨¢. Un recuerdo al que recurrir en los duros tiempos que, sin duda, tiene por delante.
We will make Britain a country that works not for a privileged few but for every one of us.https://t.co/4pEvp4Ga9h
— Theresa May (@theresa_may) July 13, 2016
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