Theresa May se aleja de Cameron y se encomienda a los eur¨®fobos

El nuevo Gobierno tiene siete partidarios del Brexit frente a los cuatro que ten¨ªa el Gabinete anterior. Pero lo m¨¢s relevante es que ser¨¢n euroesc¨¦pticos quienes ocupen los tres cargos m¨¢s directamente relacionados con la negociaci¨®n de la salida de la UE, el tejido de las nuevas relaciones comerciales y estrat¨¦gicas y, en suma, la definici¨®n de la nueva realidad internacional del pa¨ªs. David Davis, veterano diputado para quien la ruptura con la UE ha sido casi una obsesi¨®n, ser¨¢ el encargado de negociar la salida de la UE, al frente del nuevo Ministerio del Brexit. Boris Johnson, la estrella de la campa?a victoriosa en el refer¨¦ndum, es el flamante ministro de Exteriores. Y Liam Fox, euroesc¨¦ptico y altlanticista convencido, ostenta la nueva cartera de Comercio Internacional.

Tambi¨¦n encontr¨® ayer un sitio en el Gobierno otra ac¨¦rrima euroesc¨¦ptica: Andrea Leadsom, la ¨²ltima contrincante de May en la contienda por el liderazgo, cuya retirada le abri¨® prematuramente las puertas de Downing Street y priv¨® a la militancia de la posibilidad de elegir a su primera ministra. La diputada, que entr¨® en la lucha personal al sugerir el hecho de ser madre la convert¨ªa en m¨¢s capacitada que May para dirigir el pa¨ªs, portar¨¢ a cartera de Medio Ambiente, Alimentaci¨®n y Asuntos Rurales. Ser¨¢ Leadsom quien deba desenredar del tejido europeo al estrat¨¦gico sector de la agricultura, tan dependiente de la normativa y los subsidios comunitarios. Ahora deber¨¢ cumplir su promesa, formulada durante la campa?a del refer¨¦ndum, de que abandonar el bloque no perjudicar¨ªa a los granjeros.

May defendi¨® la permanencia en la UE pero, tras pronunciarse el pueblo en refer¨¦ndum, reconoci¨® que ¡°Brexit significa Brexit¡± y que no hay marcha atr¨¢s. De modo que la lectura de estos nombramientos es clara: aquellos que llevaron al pa¨ªs a esta situaci¨®n ser¨¢n quienes deban cumplir las promesas que hicieron y asumir las responsabilidades por el resultado final de las negociaciones.

La otra clave del Gobierno de May es el profundo cambio de r¨¦gimen. De los 22 puestos anunciados hasta ayer, solo tres permanecen en las mismas manos: las de Jeremy Hunt, Michael Fallon y Alun Curtis, que contin¨²an al frente de Sanidad, Defensa y la oficina de Gales, respectivamente.

Lo m¨¢s llamativo es el despido de George Osborne, mano derecha de Cameron, que sale del Gobierno entregando su cartera de Econom¨ªa a Philip Hammond, hasta el mi¨¦rcoles al frente del Foreign Office. La salida de Osborne de Econom¨ªa, criticado por su supuesta exageraci¨®n de las cifras econ¨®micas del Brexit durante la campa?a, era predecible. Pero el hecho de que no se le haya ofrecido otro puesto clave, como la cartera de Exteriores, supone un menosprecio al equipo de Cameron que Theresa May deber¨¢ gestionar adecuadamente para asegurar su prop¨®sito de unir al partido y curar las heridas. Conviene recordar que los conservadores tienen una mayor¨ªa absoluta de apenas 12 esca?os, que desaconseja forjarse enemistades entre los diputados de m¨¢s peso.

Tampoco hay sitio en el nuevo Ejecutivo para Michael Gove, el otro gran l¨ªder, junto a Boris Johnson, de la campa?a por el Brexit. La doble traici¨®n a sus dos aliados pol¨ªticos, primero a Cameron y luego al propio Johnson, deja fuera del Gobierno a uno de los ide¨®logos del nuevo conservadurismo. Cede su cartera a Liz Truss, antes al frente Medio Ambiente, la primera mujer al frente de Justicia.

El despido de Gove fue el primer gran despido anunciado ayer. Le siguieron John Whittingdale, hasta ahora el frente de cultura y enfrentado a la BBC por su limitadora visi¨®n del ente p¨²blico, y Nicky Morgan, que se mostr¨® ¡°decepcionada¡± en Twitter tras perder la cartera de Educaci¨®n.