El culto a Evo llega a sus padres
Una estatua en honor a la familia del presidente de Bolivia se une a los muchos homenajes oficiales que recibe en todo el pa¨ªs
El culto a la personalidad de Evo Morales alcanz¨® a los padres del presidente boliviano, sencillos campesinos que son recordados con una estatua erigida hace poco en la ciudad de Punata, en los valles centrales del pa¨ªs. La escultura de Dionisio y Mar¨ªa, progenitores de Morales, se encuentra en un edificio municipal de cuatro millones de d¨®lares que se llama, como decenas de otras infraestructuras p¨²blicas, ¡°Evo Morales¡±.
Fueron pagados por el programa Evo Cumple, que es ejecutado por los alcaldes, pero que financia el gobierno nacional. En varias oportunidades este programa, que comenz¨® con fondos donados por Venezuela, ha sido acusado de tener como principal objetivo el enaltecimiento de la imagen del presidente.
El culto a la personalidad de Morales, el primer mandatario ind¨ªgena y el primer gobernante de Bolivia durante m¨¢s de 10 a?os continuos, ha crecido paulatinamente desde su llegada al poder hasta considerarse normal. Un hecho anterior a este de la estatua fue el del Himno Evo Morales, que compusieron las Fuerzas Armadas en honor de su comandante en jefe, que incluye un verso que, dirigi¨¦ndose a ¨¦l, le dice: ¡°T¨² tienes la luz¡±.
?Adem¨¢s existe un peque?o pueblo que se llama Puerto Evo y en 2013 hubo un serio conflicto en Oruro, una ciudad de medio mill¨®n de habitantes, entre los partidarios y los contrarios a que el aeropuerto fuera bautizado con el nombre del presidente.
La escultura de Dionisio y Mar¨ªa, progenitores de Morales, se encuentra en un edificio municipal
El Gobierno se?ala permanentemente que estos homenajes no son solicitados por Morales, sino que son gestos de cari?o de la poblaci¨®n y los cargos inferiores de la burocracia estatal. Al mismo tiempo, no desarrolla ninguna pol¨ªtica para aplacar los deseos de los partidarios de Morales de congraciarse con ¨¦l. Al contrario, en este momento el Gobierno est¨¢ construyendo un museo de casi 4.000 metros cuadrados y un coste de seis millones de d¨®lares en Orinoca, el pueblo de 638 habitantes en el que Dionisio Morales, pastor de llamas, y Mar¨ªa Ayma, agricultora, se enamoraron y concibieron a Evo. Se llamar¨¢ Museo de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica y Cultural y estar¨¢ dedicado a la ¡°resistencia ind¨ªgena¡±, una historia de vejaciones y luchas que concluye con la llegada de este ni?o al poder, como ocurre en la pel¨ªcula Insurgentesdel realizador Jorge Sanjin¨¦s, la que hace tres a?os fue filmada y estrenada con apoyo oficial.
Insurgentes es el m¨¢s monumental de los varios filmes hechos en homenaje a Morales, que tambi¨¦n cuenta con biograf¨ªas laudatorias y con t¨ªtulos honoris causade decenas de universidades nacionales y extranjeras.
Cuando Evo irrumpi¨® como l¨ªder alternativo en medio de la corrupta sociedad neoliberal de los a?os noventa, actuaba con la tradicional sencillez de un dirigente sindical. Reci¨¦n electo como presidente en 2005, en una gira promocional por el mundo se present¨® ante el Rey Juan Carlos I con un jersey, lo que le granje¨® simpat¨ªa y algunas cr¨ªticas. Con el tiempo, sin embargo, este hombre se fue acostumbrando a la celebridad y lleg¨® a extremos como pedir a uno de sus asistentes que le atara las agujetas, algo por lo que ulteriormente pidi¨® disculpas. Su actitud lo distanci¨® de los sectores urbanos, que hicieron que el ¡°no¡± a la autorizaci¨®n constitucional a su cuarta reelecci¨®n ganara en el referendo del pasado 21 de febrero.
A Evo Morales le han dedicado el nombre de un pueblo, un monumento, un programa social y el himno de las FFAA
A pesar de esta derrota, los partidarios de Morales buscan organizar una nueva consulta, pues si el ¡°jefazo¡± (as¨ª lo llaman sus allegados) dejara el poder, acabar¨ªa su propia preminencia pol¨ªtica. Parte de esta estrategia es mostrar a Evo como ser excepcional, un hombre de esos que, como dijo hace poco Gabriela Monta?o, presidenta de la C¨¢mara de Diputados, ¡°nacen cada 150 a?os¡±.
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